Internacional
VÍDEO | El senador Iván Cepeda, amenazado por ‘uribistas’ como en los peores años del paramilitarismo
El senador Iván Cepeda Castro, de Polo Democrático, sobre la campaña de amenazas contra su vida lanzada por los seguidores de Uribe: "Mi situación no es excepcional, es la de muchas personas. No se quiere que se rompa la impunidad, que se democratice el país, que se logre la paz y un poco de justicia social"
Iván Cepeda Castro es uno de los colombianos más reconocidos internacionalmente. Y de los más odiados por el uribismo, ese movimiento de extrema derecha que apoyan los seguidores del expresidente Álvaro Uribe Vélez que, de nuevo, está en el origen de una campaña masiva de amenazas contra su vida.
La primera vez que esta periodista entrevistó al ahora senador por Polo Democrático, un partido conformado en gran medida por defensores y defensoras de derechos humanos, fue en 2008. Para entonces ya era uno de los colombianos más amenazados. Quedamos en una plaza de Bogotá: cuanto más concurrido fuese el lugar del encuentro, más seguro estaría. Hacía dos años que había cofundado el Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado (MOVICE), una organización que había conseguido visibilizar a nivel internacional los vínculos entre las masacres con las que los paramilitares estaban desangrando el país con el Gobierno de Uribe. Un tercio del Congreso estaban siendo investigados en aquel momento por sus lazos con estas estructuras criminales.
Trece años después, la vida de Cepeda vuelve a estar en serio riesgo -si alguna vez dejó de estarlo-. Las amenazas se han multiplicado desde que, en agosto, la Corte Suprema condenó al expresidente Uribe al arresto domiciliario mientras se resolvía el juicio en el que está acusado de obstrucción a la justicia y chantaje de testigos. Una causa que se inició en 2011, cuando Cepeda alertó a la Fiscalía de que estaban en peligro testigos de la supuesta participación del expresidente y de su hermano Santiago en la conformación del grupo paramilitar Bloque Metro.
Conversamos con él sobre esta arremetida del uribismo, pero también sobre la respuesta autoritaria del Gobierno de Duque a las protestas contra la violencia policial, sobre la vuelta a las peores cifras de asesinatos de líderes sociales y de defensores y defensoras de derechos humanos, de los obstáculos que se están creando para impedir el cumplimiento de los acuerdos de paz con las FARC y, también, sobre por qué seguir luchando por la paz y la justicia cuando el precio puede ser la propia vida.
Escuchar a este hombre es una lección de ética y una inyección de vitaminas para reforzar nuestras mejores convicciones.
Estas sí que son personas válidas e imprescindibles para sus pueblos y para el mundo, las que se enfrentan a lxs déspotas, a las injusticias, las que no huyen de ellxs.
Y la gran masa inconsciente que componemos el mundo ni siquiera somos capaces de apoyarles; nosotros: yo, yo, yo, y después yo.
Todas mis bendiciones, Iván, que los buenos hados te protejan y los pueblos despertemos, que sepamos distinguir, a pesar de la manipulación y las mentiras del sistema, entre quienes defienden los derechos de los pueblos y quienes nos roban estos derechos en beneficio propio.
Por lo visto Colombia es tierra de Uribes, serviles lacayos del capital, capos del crimen, del juego sucio y de la traición.
Excelente labor que Dios los proteja y los guie