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El último baile de Air Jordan
Es buen momento para los clásicos. Y esta serie documental sobre la victoria de Chicago en la NBA en 1998 también lo es
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Algunos pensábamos que íbamos a poder leer como locos y mira: la capacidad de concentración de un adolescente al que le coinciden el primer amor y los exámenes. Si te ha pasado eso, que la pila de libros por leer no baja porque relees y relees la misma línea, ver cosas habrá sido la solución de escape más viable. Si es algo que no tenga que ver con la maldita pandemia, mejor que mejor. Y ahí, con ese deseo, los clásicos se hacen fuertes. ¿Nunca viste una de Billy Wilder? Es quizá el momento. ¿Llevas años con el Gimme shelter de los Stones, con La Batalla de Chile, con The Wire pendiente? Bueno, pues Michael Jordan y los Bulls de los noventa no son menos clásicos que todo eso. El último baile es el documental que Netflix ha estrenado, entregando dos capítulos por semana, sobre el campeonato de la NBA que Chicago ganó en 1998.
Era el sexto anillo en ocho años, y el fin de una dinastía forjada en torno a Jordan con secundarios que en cualquier otro sitio habrían sido principales: Scottie Pippen, Dennis Rodman y el entrenador Phil Jackson. Uno de los ausentes de la pieza, al menos al principio, es Toni Kukoc, que ha sido bastante crítico con el tono de la serie. Para el croata, El último baile se centra demasiado en los aspectos negativos de aquel equipo ganador. Sin embargo, y desde la óptica del espectador, puede que precisamente ese sea el gancho: apartar un poco la cortina del lujo y husmear en la trastienda del éxito.
Vemos la voracidad de campeón de Jordan, esa sed insaciable de ganar siempre, esa competitividad a veces difícil de comprender para el común de los mortales, una cualidad siempre alabada en los relatos deportivos oficiales, pero que también puede crear mal ambiente en un grupo humano. Vemos el enfrentamiento abierto entre la estrella y el jefe de la franquicia, Jerry Krause, a quien vemos ninguneado por el 23 de los Bulls y verbalizando con amargura que “las organizaciones ganan títulos, no solo los jugadores”. Vemos a Pippen con un contrato ridículo, comparado con otros jugadores menos determinantes, que no le hacía justicia. Vemos a Larry Bird recordando, tras la famosa exhibición de Jordan en el Boston Garden, que ese día había visto a Dios disfrazado de jugador de baloncesto.
En el fondo, lo que vemos es a un equipo totalmente asimétrico, que giraba en torno a Jordan, una de las personas más importantes de finales del siglo pasado. El mismo que dio ilusión a la tercera ciudad en población del país, pero que no pintaba demasiado en la NBA hasta su llegada. Esa inyección de orgullo identitario la recuerda el fan más mediático de los Bulls, Barack Obama, que reconoce lo imposible que le era de joven conseguir una entrada para un partido. Ah, y para terminar de ambientarlo, una banda sonora bien escogida, con gemas como el I’ ain’t no joke de Eric B & Rakim o I’m bad de LL Cool J.
CHILE. Hoy 4 de septiembre de hace 50 años ganó la izquierda. Nuestro homenaje y respeto a Salvador Allende
La izquierda, con un programa de nacionalizaciones y antiimperialista, obtuvo la victoria. Desde el día siguiente la burguesía, la oligarquía y EE.UU comenzaron la guerra contra la Unidad Popular. Las movilizaciones de los trabajadores se sucedían, las leyes que se podían (no había mayoría absoluta en el parlamento) iban para adelante. La izquierda del mundo miró hacia Chile. Todo empezó un 4 de septiembre.
https://insurgente.org/chile-hoy-4-de-septiembre-de-hace-50-anos-gano-la-izquierda-nuestro-homenaje-y-respeto-a-salvador-allende/