Otros

Julio Anguita y el hombre libre

"Luchador antifranquista, líder de la izquierda y alcalde de la ciudad de Córdoba desde 1979 a 1986, político inspirador de varias generaciones y admirado hoy desde casi todos los flancos". Así define la escritora Aroa Moreno Durán a Julio Anguita, fallecido hoy a los 78 años.

Julio Anguita. WIKIMEDIA COMMONS

Hablar de la libertad es algo muy grande. Es asumir que se tiene la conciencia libre, que no es lo mismo que libertad de conciencia. Estas palabras verdaderas, alejadas de la frivolidad de nuestro ruido, que siguen teniendo un significado tan potente que nos golpea escucharlas, las pronunciaba Julio Anguita en un discurso de 1999, cuando era Coordinador General de Izquierda Unida. Lo arrancaba con una parábola que, declamada hace ya veinte años, hablaba de Galileo, eppur si muove, frente a la verdad institucionalizada, frente a la Iglesia y las creencias populares y parece que nos lo dijera para ayer mismo, a los hombres y mujeres de hoy.

Se escucha a través de dos décadas la admiración de Anguita por un científico que puso la verdad por encima del dogma, que defendió lo que sus ojos, y no la gran mentira, le demostraban. Y creo que, por esa razón, sentimos que Anguita se nos va en tiempos en los que necesitábamos con urgencia su voz, en los que precisábamos a alguien capaz de no salvarse y adormecerse cuando nos dicen que el poder no puede ser contestado. Y supongo que, por eso, muchos políticos se han reunido una y otra vez con él: quítame la venda que necesito ver la herida.

Luchador antifranquista, líder de la izquierda y alcalde de la ciudad de Córdoba desde 1979 a 1986, político inspirador de varias generaciones y admirado hoy desde casi todos los flancos, perdió el miedo a la muerte cuando su hijo mayor, Julio, corresponsal, fue asesinado por un misil en la guerra de Irak en 2003. Maestro y licenciado en Historia, creía en la memoria, en la memoria familiar y en la colectiva, como material fundamental para la rebeldía: “se busca al que no tiene pensamiento, no se quiere la historia y se desdeña la memoria. Yo soy la actualización de un pasado que está vivo”.

Frente a las patrias, Anguita creyó en un mensaje solidario que nos podía hermanar a todos, y afirmaba, “tranquila y serenamente”, como su admirado Saramago, como el propio Galileo, que no merece la pena luchar por una bandera, pero sí morir, “porque morir tenemos que morir”, habiendo defendido hasta el final un ideal noble que debía trascender para lograr un bien común, una igualdad esencial. Parece vigente en estos tiempos en que siguen siendo los mercados los que se imponen frente a la seguridad de los ciudadanos. Regreso al inicio. ¿Qué es la libertad? ¿Quién es el hombre libre? El que tiene todo para formular sus decisiones, “estoy bien informado y formado, me alimento todos los días, tengo un techo para guarecerme, tengo ropa que ponerme”. Parece coherente con la ideología en la que creyó hasta hoy mismo, cuando falleció Julio Anguita, uno de nuestros mejores políticos, en Córdoba a los 78 años.

Hasta siempre, camarada.

Si te gusta este artículo, apóyanos con una donación.

¿Sabes lo que cuesta este artículo?

Publicar esta pieza ha requerido la participación de varias personas. Un artículo es siempre un trabajo de equipo en el que participan periodistas, responsables de edición de texto e imágenes, programación, redes sociales… Según la complejidad del tema, sobre todo si es un reportaje de investigación, el coste será más o menos elevado. La principal fuente de financiación de lamarea.com son las suscripciones. Si crees en el periodismo independiente, colabora.

Comentarios
  1. ANGUITA O EL ESCARAMUJO

    Canta Silvio Rodriguez y dice:

    YO VIVO DE PREGUNTAR
    SABER NO PUEDE SER LUJO…

    SI SABER NO ES UN DERECHO
    SEGURO SERÁ UN IZQUIERDO…

    YO VINE PARA PREGUNTAR

    ESCARAMUJO es una de mis canciones favoritas del cubano, sobre todo por la letra, algo nada original tratándose de quine se trata, un compositor excelente como letrista y músico.

    Mientras pienso en Julio, como mucha gente hoy, se me ha cruzado esta canción para traerme una agradable sensación al recordar que, en varias ocasiones oí preguntar a Anguita mientras hablaba en público, durante sus mítines preguntaba constantemente, llamaba la atención de los oyentes con preguntas, casi siempre concretas. A veces precedidas de la advertencia sobre que él no venía a hablar de lo que ya sabíamos y de las cosas buenas que hacemos sino que sus discursos tenían que incomodar, molestar y así incordiar para obtener una reacción.

    Fácilmente establecía asociaciones entre los tratados más infumables de economía con la vida cotidiana de la gente, entre la Carta Magna, ya fuera de la Constitución Española como la Declaración de los Derechos Humanos, y los derechos y deberes de los españoles ricos o pobres, entre una idea y una acción. Esto último es lo más me gustaba, era la prueba de su conocimiento y su compromiso, es el núcleo duro del marxismo actualizado en cada rincón en el que hablaba, contextualizado en las huelgas y protestas, en las campañas electorales, en la tribuna del Congreso o en el homenaje a una compañera comunista de Cuenca.

    Pregunta tras pregunta nos increpaba con su discurso y se dirigía a cada una de las personas que le escuchábamos, no teníamos escapatoria. Con sus gestos ahondaba en el contenido de su mensaje expresado con esa voz clara, directa, modulada con matices según la ocasión.

    Escucharlo era aprender.

    A las insistentes preguntas les sucedían una batería de respuestas, cifras, datos, citas, fechas, nombres…historia reciente y lejana, hechos contrastables y argumentos rotundos. Con ejemplos, como los buenos maestros, por si quedaban dudas. Toda una clase de política.

    Saber no puede ser lujo y sin embargo, ha sido todo un lujo tener a Julio Anguita en la política española, como alcalde y como diputado, como dirigente del Partico Comunista de España y de Izquierda Unida.

    Hasta siempre!!

  2. No sólo uno de los mejores políticos, también una excepcional persona a la que valía la pena escuchar pues impartía sabiduría, serenidad, coherencia. Ha muerto un luchador por un mundo más justo. un luchador de la clase trabajadora.
    Hay en el ambiente demasiado cainismo, perfidia, guerra fría y solapada, tanta negatividad, que esta vez ha podido con el corazón herido en tantos combates de este curtido luchador.
    Te necesitamos tanto, Julio, pero sé que seguirás luchando en tu nuevo destino.
    Muchas gracias. Nunca te olvidaré.

  3. «Si de verdad queremos honrar su memoria, en lugar de tantas alabanzas merecidas que seguro le sentarían como una patada en los cojones, pongámonos a luchar por lo que él lucharía. Empezando por paliar el hambre y el paro en la ciudad con el índice más alto del Estado».
    ¿Qué es la libertad? ¿Quién es el hombre libre? El que tiene todo para formular sus decisiones, “estoy bien informado y formado, me alimento todos los días, tengo un techo para guarecerme, tengo ropa que ponerme”
    Pasemos a la acción !!! En lugar de mirar por el bien propio ir unos pasos más para allá y priorizar el bien común.
    Descanse en Paz Maestro.

  4. Expreso mi profundo respeto por el político coherente y hombre decente a quien siempre he tenido como referencia.
    Y mando mis condolencias a todos los suyos.
    Saludos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.