Sociedad
Preguntamos por referentes de nuevas masculinidades y estas han sido las respuestas
La idea era definir qué significa este concepto del que últimamente tanto se habla a través de ejemplos conocidos por casi todo el mundo
A mediados de febrero, preguntamos a las personas que están suscritas a La Marea su opinión sobre la masculinidad no tóxica. La idea era, entre todas y todos, definir qué significa este concepto del que últimamente tanto se habla a través de ejemplos, conocidos por casi todo el mundo, que puedan servir como referentes. Así, pedíamos el nombre de personas reales y de personajes de ficción.
En el número 75 de nuestra revista –correspondiente a marzo y abril– ya publicamos un avance que servía de complemento a un reportaje más amplio sobre el tema, queremos compartir todas las respuestas recibidas, para poder así reflexionar sobre aquellos valores y adjetivos que se atribuyen a un hombre para concluir que podría tratarse –puede que a veces sin quererlo– de un referente de masculinidad no tóxica.
Sobre esto, cabe destacar que algunas de las características más mencionadas son la empatía, la capacidad de escucha, una forma distinta a la habitual de ejercer liderazgo o la manera en que se relaciona con sus parejas y, en general, con otras personas –por las respuestas recibidas, una forma que no se basa en relaciones de poder–.
(La autoría de las respuestas solo se especifica en aquellos casos en los que se dio un consentimiento explícito).
REFERENTES DE FICCIÓN
Carmen Blanco contestó que “Don Quijote defiende el derecho de la pastora Marcela a no responder a un amor que ella no compartía”. También “Mikael Blomkvist –coprotagonista de Los hombres que no amaban a las mujeres– porque respeta a Salander en su aislamiento voluntario y no fuerza su compañía, pero le dice que está ahí si necesita algo. No se considera imprescindible sino que valora lo independiente que es”.
Pedro Paracuellos confesó que no había podido encontrar a nadie, «había pensado en el detective Carvalho de Vázquez Montalbán o incluso el personaje de Gurb, de Eduardo Mendoza, pero no sé si en sus diferentes aventuras son positivos para la masculinidad o solo transcriben una época donde se desarrollan los hechos”.
Javier Monreal propuso a Bruno, el abuelo del libro La sonrisa etrusca, de José Luis Sampedro: “Su evolución y toma de conciencia le convierte en ese personaje de ficción por el que preguntáis”.
Elisabet sugirió a Rafael, el personaje que interpreta Antonio Resines en La buena estrella: “La sensibilidad del personaje; su esfuerzo por entender la relación entre su mujer y su exnovio, creo que serían un buen modelo de masculinidad alternativa”.
Pedro Ruiz de Gordejuela dijo que “rápidamente” le vino a la mente Steven Universe: “Todavía es joven –14 años, aunque aparenta menos–, pero es mucho más maduro que la mayoría de hombres a su alrededor. Intenta arreglar todo con el diálogo en primer lugar; no tiene miedo a llorar ni a expresar sus emociones; intenta hablar todos los problemas, en lugar de dejarlos pasar o esconderlos. Obviamente, el personaje está creado por una mujer, pero, como referente masculino para todas las edades, no hay ninguno mejor”.
María Ángeles también eligió a Steven Universe: “Demuestra empatía absoluta por todo el mundo, incluso aquellos personajes que en principio pueden considerarse villanos, y busca siempre la manera de solucionar los conflictos de forma pacífica. Tanto por esta sensibilidad como por otras características del personaje (tiene poderes curativos y utiliza, en lugar de un arma, un escudo) es un digno ejemplo de masculinidad no tóxica”.
Para Abel, Shevek, el protagonista de la novela Los desposeídos de Úrsula K Leguin. Y “también me estimula, por las pintas y la pose que adopta en los vídeos, el trapero Young Thug, aunque uno nunca sabe por donde te podría salir este tipo. Por eso lo he puesto en ficción, porque al fin y al cabo es un personaje audiovisual”.
Isabel Núñez mencionó a Ed Mackenzie, personaje de la serie Big Little Lies: “Me parece que reúne rasgos muy interesantes y poco asociados al machito clásico: escucha, empatía, vulnerabilidad, poco inclinación a dominar y controlar, no es amenazante ni violento, se hace cargo de los cuidados de la hija y del hogar de una manera responsable y natural”.
Charo Fiunte respondió: “Curiosamente, he tenido que hacer un ejercicio mental para repasar lo leído y experimentado en mi vida. No me ha sido fácil. Todos los personajes varones que tenemos en la memoria son machistas, subidos al pedestal intelectual o político”. Aún así, propone a algunos personajes de ficción: Don Quijote, El Lazarillo o, más actual, el Jóker. “Siempre teniendo en cuenta que es dudoso por su espectacularidad cómica y ese afán de visibilización social”, dice de este último.
Laura contestó que podrían ser referentes los personajes de Big Bang Theory. “Son chicos que muestran una nueva sensibilidad, a los que les resulta complicado socializarse, especialmente «patosos» con el sexo, inseguros. Diría que más que referentes de masculinidad no tóxica, cuestionan desde la comedia la masculinidad hegemónica. Tal vez por eso, porque no son «populares» puede cuestionarse que sean verdaderos referentes”.
Isidoro Fernández propone a El Principito “por su inocencia”.
Cristina Rihuete respondió: “Creo que no hay ningún personaje verdaderamente famoso o popular que proporcione una alternativa a la masculinidad hegemónica. Supongo que es la consecuencia lógica. Solo se me ha ocurrido el comisario Jean-Baptiste Adamsberg, de la serie de novelas policíacas de Fred Vargas. Los motivos pueden ser estos: pese a ser un polícia, está alejado de la violencia y apegado a la inteligencia; pese a utilizar la inteligencia, no la subordina a la intuición, sino todo lo contrario; potencia a un equipo integrado y orgánico formado por gente diversa que, individualmente, seguramente sería disfuncional, pero que colectivamente son la garantía para la resolución de los casos; su «brazo armado» no es un hombre brutote, sino una mujer, tan fuerte como delicada; su pasión y amor por una mujer no busca como desenlace fundar una familia y supone una aventura sin solución prevista, además de una relación intermitente y discontinua”.
Julián Gómez Cambronero dijo: “Masculinades no tóxicas… ¿y pedís un personaje de ficción?, pero ¿no es la masculinidad no tóxica una ficción?” y reconoció no haber encontrado un ejemplo para este apartado.
Enrique Zimmermann propuso a Rick Blaine, el personaje que interpreta Humphrey Bogart en Casablanca: “Hace poco volví a ver la película con mi hija y, entre otros muchos detalles, me fijé en cómo miraba y cómo hablaba con las pocas mujeres que participaban en la historia. Si hubiera sido otro actor, es posible que Rick hubiera adoptado un papel de superioridad todavía hoy habitual”.
A Rick en Casablanca también le mencionó Óscar Lorenzo: “Por amar sin implicar posesión y de verdad”.
Miguel Yanes escogió a Jesucristo como personaje de ficción referente: “Aunque no conozco al personaje en profundidad, creo que se aleja del prototipo de masculinidad tóxica, al menos aceptó a una prostituta como una más, lo que en la época no creo que fuera algo popular”.
Carles Valenti propuso al protagonista de la serie estadounidense Magnum, P.I., interpretado por Tom Selleck.
Jaime Laviña y Carmen Pérez eligieron a Atticus Finch y Salvo Montalbano y lo explican así: “Atticus Finch, personaje interpretado por Gregory Peck en la película Matar a un ruiseñor. Por la firmeza de sus convicciones, su lucha contra el racismo y los prejuicios sociales, dotado de una personalidad en la que destacan su suavidad y dulzura, nada afectada por la ñoñería ni falso sentimentalismo, en un contexto de violencia. El personaje de la película, dirigida por Robert Mulligan es el protagonista de la novela del mismo nombre (que no hemos leído) de la escritora Harper Lee. Salvo Montalbano, comisario de policía, personaje del novelista de recientemente fallecido Andrea Camilleri. Por su firmeza no exenta de humanidad, por su capacidad para reaccionar frente a sus propias contradicciones, por su filosofía hedonista basada en lo cotidiano, por su empatía para con las demás personas”.
Víctor Longares Abaiz propuso a Tyrion Lannister. “Pese a vivir en una época medieval y rodeado de personajes totalmente machistas, él respeta siempre a las mujeres. Tal es así que, siendo obligado a casarse a la fuerza, nunca se acuesta con su mujer porque sabe que ella se encuentra a disgusto en esa relación. Es cierto que el personaje va a prostíbulos, pero es algo que se considera normal en su época y también se comporta correctamente con todas las mujeres con las que se relaciona”.
Para Mario Fontán, puede ser un referente Paterson, personaje de Adam Driver en la película homónima. “Recuerdo cuando vi la película que me fascinó la aparente sencillez del personaje y cuyas vivencias, inquietudes y problemas no nacían o derivaban de su propia identidad masculina, algo totalmente ajeno a la ecuación. Un personaje empático, sensible y que se emociona con las conversaciones de aquellas personas desconocidas que van en su autobús. También me gustó su relación de pareja, pues teniendo personalidades muy diferentes, se cuidan, se emocionan y se empujan a continuar con los proyectos que les hacen felices”.
Antonio Fuentes se decantó por Hannibal Lecter –El silencio de los corderos–. De él dijo: “Prácticamente, todos conocemos su debilidad por la carne humana desde un punto de vista gastronómico –nadie es perfecto–, pero era una persona culta, respetuosa y gran amante de las artes. Es verdad que el fin no justifica los medios, sin embargo, entiendo que su intención era liberar a la humanidad de seres abyectos e indeseables. Estoy convencido de que un «macho ibérico» habría supuesto para él un irresistible y suculento menú”.
Gonzalo Caro propuso a Billy Elliot –personaje de la película homónima–. “Es capaz de sobreponerse a los estereotipos de género y a la homofobia y hacer algo que realmente le hace feliz e incluso transformar su entorno con su acción”.
Enrique García pensó en V de Vendetta: “Creo que es una persona que no por ser masculina, que podría ser, realiza acciones que cualquier persona puede llegar a hacer. No es su idea la de confrontar al mundo masculino dominante a través del cómic cuanto revertir todo tipo de dominación. La máscara puede tapar la cara de la persona que perfectamente podría haber sido una mujer. De ahí, quizás, hacia el final deja encargada a Evey de realizar el trabajo final, como persona en la que tiene fe y confianza, sin importar el sexo”.
José Ovejero reflexionó lo siguiente: “Es una pregunta difícil porque los personajes masculinos de ficción suelen ser o aborrecibles o admirables por las razones equivocadas -heroicos, violentos, dominantes…-. Y los que recuerdo que no encajan en ese modelo, por ejemplo, personajes de películas, los vi o leí hace demasiado tiempo y sé que mi percepción ha cambiado desde entonces: por ejemplo, el personaje que interpreta Clint Eastwood en Los puentes de Madison; desde mi recuerdo me parece un hombre que podría ser mi amigo… pero tendría que verlo otra vez en acción. Así que me quedaría con Paul, protagonista y narrador de La única historia, de Julian Barnes; por supuesto es un personaje que hace daño en algún momento y que no actúa bien en otros, pero no buscamos santos, ¿verdad? Y creo que realmente hace lo que puede por ser honesto y justo con su pareja y se comporta de manera valiente al enfrentarse con la sociedad hipócrita que lo rodea”.
Beatriz López propuso al padre de la película Captain Fantastic –interpretado por Viggo Mortensen– “porque durante la película educa a sus hijos en solitario inculcándoles valores muy humanos y totalmente igualitarios”.
Otras respuestas anónimas sugieren lo siguiente:
- Chanquete
- Chema, el panadero de Barrio Sésamo.
- Mikael Blomkvist –coprotagonista de Los hombres que no amaban a las mujeres–: “Seguramente sea porque lei los libros hace mucho y para mí la perspectiva de que un hombre protagonista –y líder, y promiscuo– fuera sin embargo igualitario en la intimidad me gustó y sorprendió”.
- Ángel, el protagonista de El día de hoy, de Alejandro Gándara: “Se trata de un padre, separado, en paro, que cuida de su hijo adolescente sorteando las dificultades de cada día, económicas y emocionales, tratando de salir adelante. Masculinidad no tóxica, entre otras cosas, porque tiene mucho en común con muchas mujeres de hoy”.
- Mad Max en la última película de la saga: “Su personaje lucha junto con un grupo de mujeres sin establecer una jerarquía”.
- Steve, el novio de Miranda en Sexo en Nueva York: “Acompaña, se muestra vulnerable y es respetuoso con los procesos de su compañera”.
- Algunos personajes de Juego de Tronos –además de Tyrion–: Robb Stark. “Desde su obligada situación de rey –él realmente no quiere serlo– trata por los medios que puede de no ir a la guerra. Una vez la guerra le es inevitable no la disfruta; es más, lo pasa realmente mal cuando sus hombres mueren y se muestra comprensivo y trata de ayudar a los heridos en guerra. Otro punto a favor de su masculinidad no tóxica es que no es un putero, ni un violador, como lo son la inmensa mayoría de personajes masculinos en esa ficción”. Y también, en conjunto, Jon Nieve, Tyrion Lannister y Eddart Stark: “Responden a diferentes perfiles de hombres que son capaces de tener una mirada compasiva y empática”.
- La pareja de la protagonista de la serie El cuento de la criada: “Por su lucha para conseguir la liberación de su mujer, retenida a la fuerza al otro lado de la frontera”.
- El Principito: “Por su ternura y calidad humana”.
- Elio Perlmann (Thimothée Chalament), el protagonista de Call me by your name.
- Corto Maltés: “Porque ve y trata a todas las mujeres –amigas, enemigas, niñas, ancianas, con discapacidad…– como iguales a él mismo y al resto de las personas”.
- Billy Elliot: “Un niño que no se ciñe a los roles establecidos y se enfrenta a todos los prejuicios familiares y sociales persiguiendo su sueño de ser bailarín”. O también: “Por resquebrajar la estructura tradicional de roles de género, por representar la libertad para elegir quién quieres ser y ser un referente de respeto, solidaridad y humanidad”.
- Los personajes de Tan poca vida, la novela de Hanya Yanagihara.
- Shaun Murphy, protagonista de la serie The Good Doctor: “El personaje sufre un trastorno autista del comportamiento, y aún así no teme mostrar sus sentimientos hacia los demás y trata en pie de igualdad a hombres y mujeres sin distinción. Es irónico que sólo se me haya ocurrido este referente en ficción”.
- Baltasar Siete Soles, personaje de Memorial del convento, de José Saramago.
- Grady Kilgore, personaje de Tomates verdes fritos: “Solo se me ha ocurrido este y además es un personaje secundario que poca gente conocerá. En Tomates verdes fritos es el policía que ayuda y protege a las protagonistas cuando matan al marido maltratador de una de ellas. El policía, a pesar de ser muy «macho» siempre apoya a las protagonistas, sin juzgarlas y las ayuda todo lo que pueda, a pesar de ser culpables”.
- “Hay una serie de televisión norteamericana titulada Madame Secretary en la que la protagonista llega primero al puesto de Secretaria de Estado de Asuntos Exteriores para más tarde convertirse en Presidenta de los Estados Unidos. Ejerce el poder desde la empatía, los valores de justicia y responsabilidad y tiene como pareja a un hombre que no muestra en ningún momento sentimiento de inferioridad frente a ella. Es un hombre responsable, inteligente, sensible y con un sentido ético muy íntegro que se ocupa del bienestar familiar, a la vez que apoya la carrera profesional de su cónyuge y le da soporte emocional cuando lo necesita. Este es para mí el modelo más aproximado a lo que espero que sea la nueva masculinidad y que no soy capaz de encontrar en ninguno de los hombres que conozco. Y con esto, lamentablemente contesto a la segunda cuestión, porque no conozco a ningún hombre que aún diciéndose feminista o fan de nuevos modelos de masculinidad, no se comporte con ese afán de protagonismo, esa ocupación del espacio por derecho, que les han enseñado a ejercer desde la cultura patriarcal que les ha criado”.
- Charlot, interpretado por Charles Chaplin: “Atento a los demás, ayuda sin usar arquetipos masculinos de poder ni violencia”.
- Jaime Fraser, protagonista de Outlander.
- Harry Potter: “Supongo que en parte debido a que la escritora de la saga es mujer se le ha dotado de la capacidad de valorar los méritos y valías de las personas sin distinción de sexos, razas o especies. En este caso justamente uno de los pilares principales de las novelas, fuerte, inteligente y con capacidad de decisión es una chica”.
- “Creo que no hay ningún personaje verdaderamente famoso o popular que proporcione una alternativa a la masculinidad hegemónica. Supongo que es la consecuencia lógica. Solo se me ha ocurrido el comisario Jean-Baptiste Adamsberg, de la serie de novelas policíacas de Fred Vargas. Los motivos pueden ser estos: pese a ser un policía, está alejado de la violencia y apegado a la inteligencia; pese a utilizar la inteligencia, no la subordina a la intuición, sino todo lo contrario; potencia a un equipo integrado y orgánico formado por gente diversa que, individualmente, seguramente sería disfuncional, pero que colectivamente son la garantía para la resolución de los casos; su «brazo armado» no es un hombre brutote, sino una mujer, tan fuerte como delicada; su pasión y amor por una mujer no busca como desenlace fundar una familia y supone una aventura sin solución prevista, además de una relación intermitente y discontinua”.
- Theodore Twombly –Joaquin Phoenix en Her–: “Un hombre sensible y en proceso de deconstrucción y de eliminación del amor romántico como forma de relación sentimental. Me sentí identificado y por eso no creo que sea un referente sino un ejemplo del proceso que debemos llevar a cabo”.
- Rust Cohle, detective de la serie True Detective: “Me agrada este personaje de ficción porque tiene un comportamiento que no es el habitual; actúa como piensa, defiende sus pensamientos y lucha por llevarlos a cabo, aunque más consigo mismo que frente a los demás. Le importa bastante poco la opinión de su entorno, no se molesta en dar explicaciones y mantiene a todo el mundo en tensión porque parece lo que no es y porque precisamente no hace lo que haría cualquier hombre. Quizá lo que me parece más interesante de la masculinidad de este personaje es que es sincero, no duda constantemente, ni recula, ni miente, tiene un discurso coherente consigo mismo y lo mantiene, un discurso que parece fruto de sus propias conclusiones, y porque cuando expresa sus sentimientos no adopta una postura ni afeminada ni infantil”.
- Albus Dumbledore: “Por ese papel de cuidador con sus alumnos, por valorar tanto el amor, por tener en cuenta a sus compas –o esa sensación me quedó–. Aunque, claro, por otro lado, ese papel de líder que controla todo y que al final tiene todo planeado sin contar con nadie pues le quita puntos. Pero bueno, por otro lado es un líder que delega y tiene en cuenta que cada cual tiene que vivir su vida”.
- Cal Abar, marido de Ángela Abar en la serie Watchmen: “Es muy notable que hay un cambio de roles en la pareja: ella la poli muy metida en su trabajo y él el cuidador de la familia. El cambio de roles es más palpable porque,a diferencia de otros roles parecidos interpretados por hombres, no se queja de que tiene que cuidar y tiene un papel muy amoroso. Además, él está presente en la serie, tiene un papel importante pero no es protagonista casi nunca en la serie. Y alguna cosa más hay por ahí, pero no me apetece desvelar nada de la serie más”.
- “Después de darle muchas vueltas al asunto, creo que el personaje de ficción que sería un referente de masculinidad no tóxica es el Demonio, o Diablo o Satanás, o Lucifer, entre muchos de los nombres que tiene. Acepta todos los defectos de las personas, acepta todas las conductas que el patriarcado condena: LGBTI, aborto, etc. Induce conductas liberadoras sin poner castigos ni cortapisas. Lo he elegido porque es el más conocido y el resto de los personajes que pude haber elegido tienen siempre lados desconocidos y oscuros, en los que pueden esconder sus toxicidades”.
- Ben, en Captain Fantastic –interpretado por Viggo Mortensen–: “A pesar de sus errores es capaz de aceptar, es un hombre comprometido con su pareja y con una paternidad plena. Una gran actuación en una gran película”. Del mismo personaje, otra persona señala que “durante la película educa a sus hijos en solitario inculcándoles valores muy humanos y totalmente igualitarios”.
- Germán Areta en la película El crack de José Luis Garci: “Aquel personaje miembro de la policía española interpretado por Alfredo Landa en una época determinada en la que la masculinidad que hoy se califica de ‘tóxica’ era la única masculinidad que se reconocía entre la sociedad más o menos medianamente educada y acomodada”.
- El teniente Dumbar de la película Bailando con lobos, interpretado por Kevin Costner.
- Guido Orefice –Roberto Benigni en La vida es bella–: “Su coraje en las adversidades y su forma de vida en el día a día son realmente loables”.
- “Diría que las últimas películas de Toy Story tratan bastante bien el tema, con mujeres protagonistas con el mismo valor que sus compañeros masculinos, Woody o Buzz de las últimas películas representan bien lo que debería ser. Dar protagonismo a las mujeres sin tener que explicar que están haciéndolo”.
Llama la atención que Jesucristo está incluido tanto en las respuestas sobre personajes ficticios como en las de personas reales más o menos conocidas por todo el mundo. En esta segunda parte, las respuestas mencionan, sobre todo, a José Mujica, de quien se destaca, entre otras cosas, su reivindicación de los valores humanos. En el panorama nacional, se habla del periodista Javier Gallego Crudo, Bob Pop, el escritor Roy Galán o Pedro Almodóvar. Se destacan de ellos, por ejemplo, la honestidad o el apoyo en su discurso a la lucha de las mujeres. Como respuesta a esta parte de la pregunta, también llegaron reflexiones como que “todos los que se nos ocurren son gays”.
Estas son algunas de las respuestas para este segundo apartado. Un hombre real –y ‘popular’, en el sentido de ampliamente conocido por la mayor parte de la población– que consideras que puede ser un referente:
Carmen Blanco propuso a Ángel Hernández, el hombre que ayudó a morir a su mujer, María José, mediante la eutanasia. “La dedicación que ha mostrado durante años y jugarse la cárcel y la reprobación de una parte de la sociedad me parece admirable”.
Pedro Paracuellos sugirió a los periodistas Gervasio Sánchez y Sebastiao Salgado, “porque en el transcurso de sus viajes, reportajes, exposiciones y charlas reflejan y recogen la realidad de las personas en situaciones complicadas, difíciles, angustiadas, dramáticas y reales”.
Javier Monreal mencionó a José Luis Sampedro, “un modelo a seguir en muchos aspectos, también en el de conciencia feminista”.
A José Luis Sampedro también lo mencionó Enrique Zimmermann. Para él, “fue un referente de cómo ir por la vida, respetando a los demás aunque tuvieran comportamientos muy lejanos al suyo”.
Para Elisabet, José Mujica es un referente por los siguientes motivos: “Su ausencia de ambición materialista quedó de manifiesto durante su mandato, en el que ejerció el poder abogando por la cooperación entre los distintos agentes sociales de una forma totalmente revolucionaria. Su desinterés por el status y su reivindicación de los valores humanos son un ejemplo a seguir”.
Pedro Ruiz de Gondejuela recomendó a Jonathan McIntosh, creador de la Pop Culture Detective Agency, “un canal de Youtube donde se pueden encontrar vídeo-ensayos sobre masculinidades en los medios de comunicación y cultura actuales”.
Abel mencionó al poeta Antonio Orihuela. Y añade otros: “También, aunque en tono traumático, claro, Kurt Kobain. Lo veo como una víctima de esa masculinidad tóxica de la que queremos escapar. También del revolucionario Durruti he leído algunas anécdotas en la que se destacaba su talante feminista, asumiendo tareas del hogar y su respeto por su «compañera», no era su mujer. Y también leí, no me acuerdo donde, que Bakunin (¿o era Kropotkin?) era también bastante abierto en estas cuestiones y practicaba el amor libre con su pareja –cosa que parece que fue motivo de mofa, «falta de virilidad», por parte de Marx–”.
Isabel Nuñez respondió: “El periodista Javier Gallego. Me parece un hombre crítico de manera explícita con la masculinidad tóxica y los privilegios masculinos, en su discurso y en la manera de diseñar el programa –Carne Cruda– y sus contenidos. Me transmite una gran sensibilidad, empatía, mirada poética y a la vez contundencia y firmeza”.
Charo Fiunte mencionó varios: Íñigo Errejón, Willy Toledo, Alberto San Juan y Juan José Millás.
Isidoro Fernández también menciona a Willy Toledo: “Por ser de los primeros en confesar públicamente su machismo, tanto micro como macro”.
Laura propone a Alfred, el músico y concursante de Operación Triunfo 2017. “Mostró su compromiso con la igualdad, hablando públicamente de salud emocional y sus problemas con la ansiedad”.
Cristina Rihuete escribió: “Javier del Pino o Alberto San Juan podrían ser referentes de una nueva masculinidad. Más allá de sus simpatías y solidaridad con el feminismo, creo que, al igual que lo que sucede con el propio feminismo, no puede haber alternativa a los valores hegemónicos desde un lugar que no sea crítico con el capitalismo, aunque esto tampoco baste. Pese a ser hombres de éxito no proyectan ego ni encarnan el principio de competitividad/lucha como vía para alcanzarlo. No huyen de la emoción ni del sentido del humor, sino que los auspician y potencian. No invitan a contemplar jerárquicamente el mundo y las relaciones sociales, sino que apuntan a la base por encima de la cúspide y al sustento de la vida por encima de la perpetuación del poder. En la masculinidad hegemónica esto no cabe”.
Julián Gómez-Cambronero mencionó a Denis Mukwege, ginecólogo congoleño que dirige un hospital en Bukavu –Kivu Sur, en el este de la República Democrática del Congo– “especializado en arreglar los terribles destrozos, consecuencias de la utilización de las mujeres como campos de batalla, con salvajes violaciones, casi siempre en grupo”.
María Ángeles dijo que le parecía “indicativo” que no se le ocurriese ningún referente en este apartado.
Miguel Yanes escribió: “Elegiría a Owen Jones, pero no creo que sea «popular». Así que me decantaría por un personaje como Martin Luther King. Aunque no comparta su fundamento cristiano –sí los valores– creo que fue un luchador por la igualdad de todas la minorías y tengo la impresión de que pese a vivir en esa época, no reproducía exactamente el rol de masculinidad tóxica. Pero debo decir que no conozco su biografía con detalle, y que a lo mejor era un machista recalcitrante”.
Carles Valenti nombró a José Mújica, “por su coherencia, su sencillez, su buen humor, su estilo de vida”. También a Leo Bassi: “Por su sentido del humor, por ser un provocador, por poner en evidencia a los ricos, poderosos, privilegiados, corruptos.., y hacerlo sin miedo a la crítica ni al que diràn. Creo que es una persona valiente y que sabe lo que quiere. Se ha metido mucho con la iglesia pero quizás es una de las personas que más ha seguido la doctrina de Jesús en su defensa de los más débiles y en su crítica a los más poderosos, quizás por ello es tan criticado, por que es capaz de ponernos un espejo delante a todos, incluso a nosotros”.
Jordi eligió a Jordi Évole “porque creo que intenta no ser agresivo en su forma de entrevistar y mantener el respeto con una cierta calidez y naturalidad aparentes, sin rehuir temas complejos y polémicos”.
Jaime Laviña y Carmen Pérez propusieron lo siguiente: “José Luís Rodríguez Zapatero. Por su actitud personal y de respeto ante sus seres más próximos y ante los demás, por su feminismo, por su forma nada «hombril» de interpretar su papel institucional y por su convicción y toma de decisiones en cuanto a los derechos humanos. También Ricardo Darín. Lo mismo que Zapatero, por su forma nada «hombril» de comportarse personal y profesionalmente, por su capacidad para expresar emociones y convicciones sin complejo, por su actitud tolerante y ética”.
Para Víctor Longares Abaiz, el referente es Pedro Almodóvar. “Todas sus obras suponen la reivindicación de un tipo diferente de mujer. Las que en su día eran conocidas como «chicas Almodóvar» lo eran por haber triunfado en una película de este director, en un papel femenino muy reivindicativo”.
Para Óscar Lorenzo: “Ricky Martin o cualquier homosexual que públicamente haya salido del armario. Arriesgándose personalmente. Pues ha contribuido a eliminar el calvario que muchas personas pasaban en silencio y soledad”.
Mario Fontán respondió: “Más allá de ideologías o de la realidad más allá de los focos, creo que la imagen que proyecta Alberto Garzón puede funcionar como referente de un hombre educado y respetuoso; que defiende sus ideas de manera firme, pero sin exabruptos, y no se deja llevar por las confrontaciones y las maneras mostradas que muestran el resto de varones que dirigen sus respectivos partidos, sino que mantiene posturas conciliadoras y de diálogo”.
Antonio Fuentes propuso al cantante Sting: “Tal vez pueda parecer una opinión puramente superficial y subjetiva, pero considero destacable el hecho de que poseyendo una imagen muy masculina y físicamente sea atractivo, el éxito de su carrera resida principalmente en la calidad de su música. Muy al contrario de lo que actualmente vemos en las propuestas musicales, especialmente las de estilo latino, con letras demasiado explícitas, de mal gusto y en ocasiones, denigrantes, cuyos/as intérpretes proyectan una imagen cosificada de la mujer orientada al puro divertimento sexual masculino. Al margen de la música, Sting ha hecho gala de ser una persona comprometida con muchas y nobles causas. Es por ello que le considero un referente de masculinidad no tóxica, junto con Bono (U2). A este último no podía dejarlo al margen”.
Para Gonzalo Caro: “Bob Pop proyecta una masculinidad muy sana, es capaz de expresar ideas políticas de enorme contundencia sin rastro de violencia, capaz de empatizar con causas que no son las suyas y hablar de su fragilidad tanto emocional como la de su cuerpo, que son las mismas que vivimos todos los seres humanos, sin sentir vergüenza”.
Enrique García propuso a Abdullah Ocalan. “Creo que es uno de los grandes referentes en la lucha por la mujer, urgiendo a todos los seguidores/as a darse cuenta de los errores establecidos y desarrollando teorías y prácticas de conocimiento sobre la mujer, su lucha, sus condiciones. Ha creado la jineología. Una materia obligatoria entre los miembros que le siguen para poder estudiar la historia y el mundo desde una perspectiva netamente feminista”.
José Ovejero respondió lo siguiente: “Otra pregunta tremendamente difícil porque a menudo no sabemos lo suficiente de esas figuras «populares». Si nos creíamos que Gandhi era una suma de perfecciones y luego nos enteramos de sus prácticas abusivas con mujeres. En fin, con el temor de meter la pata por ignorancia, citaría a Leonard Cohen, un hombre amable, masculino en una forma agradable, cuyas letras -las que yo recuerdo- no caen en simplificaciones ni instrumentalizaciones de mujeres… Algo parecido me sucede con Julian Barnes, pero tengo poca información -y no la deseo- sobre su vida privada. En fin, esos serían mis candidatos provisionales”.
Para Beatriz López, el periodista Javier Gallego Crudo es un referente “por la manera totalmente igualitaria en que trata los contenidos que se abordan en su programa Carne Cruda”.
Santiago Viana mencionó a Justin Trudeau, presidente de Canadá. “Liberal, feminista declarado y la antítesis de Trump. Creo que por lo menos se merece una mención”, respondió.
Otras respuestas anónimas:
- “Keanu Reeves. Me parece, que lo que conozco de él, me hace pensar que es una persona respetuosa con los demás y que no se deja llevar por el modelo de masculinidad impuesto por la sociedad. Creo que no solo no se deja llevar por el modelo masculino tóxico sino que se enfrenta a él y a la sociedad, sus acciones y sus elecciones en la vida muestran una persona consciente de la realidad que afronta los conflictos con valentía”.
- Víctor Manuel, cantante: “Un artista que realiza en paralelo su carrera a la de su compañera sin eclipsarla, tiene un libro sobre recetas de cocina, no cultiva imagen de súper macho”.
- Ángel Hernández, el hombre que ayudó a morir a María José, su compañera, mediante la eutanasia: “La dedicación que ha mostrado durante años y jugarse la cárcel y la reprobación de una parte de la sociedad me parece admirable”.
- Alejandro Amenábar, “por su defensa de los derechos de las mujeres, por su película Ágora, por su apoyo al movimiento He for She…”.
- Juan José Millás, “por su reportaje y posterior libro Hay algo que no es como me dicen, sobre el acoso y maltrato a una mujer, Nevenka, también de carne y hueso. Pero ya en 1991, cuando el movimiento feminista no tenía la fuerza de hoy, había escrito una columna en defensa del médico Sáenz de Santamaría, encarcelado por practicar un aborto a una niña de catorce años violada desde los ocho por su tío. La columna, breve pero contundente, es una defensa del médico pero también una defensa cerrada de la dignidad de la mujer”.
- Alberto Garzón, economista y político, actual Ministro de Consumo: “Habla de manera respetuosa, no invasora, y tiene un discurso feminista integrado, buscando el bien común, haciendo frente a las desigualdades que nos atraviesan”.
- Juan Luis Sánchez, periodista y subdirector de eldiario.es, “al mostrar su feminismo en una tertulia llena de hombres cuestionando el striptease femenino como modelo de negocio ante la noticia de que a un concejal recién jubilado le habían regalado como despedida un striptease”.
- El Gran Wyoming, “por su defensa del colectivo LGTBI y la visibilización de las mujeres, en cualquier faceta de la vida con la sección de El Intermedio ‘Mujer tenía que ser’”. [Esta sección estaba dirigida y presentada por Sandra Sabatés.]
- El profesor de la UPV-EHU Jokin Azpiazu: “Ha escrito un libro sobre masculinidad hegemónica”.
- Enric Auquer, actor y ganador del Goya al Mejor Actor Revelación de 2019.
- Ignacio Escolar, director de eldiario.es.
- James Rhodes, pianista: “Sufrió abusos de pequeño y ello le ha convertido en un activista en pro de la legislación de protección a menores. Muestra con ello una preocupación en defensa de los débiles, y no se ha convertido en un abusador, como otras víctimas de esos abusos. Y tampoco tiene miedo a mostrar sus sentimientos en público”.
- Pierre Curie “como referente histórico». «Fue el principal valedor de su mujer, Marie Curie, como investigadora y científica destacada, e incluso abandonó sus propias investigaciones para ayudarla a sacar adelante las de ella”.
- Stephen King: “No conozco sus ideales profundamente, pero de sus libros deduzco que podría encajar. Tiene muchas libros donde el personaje protagonista es una mujer, de carácter fuerte. Por ejemplo, Carrie –además toca el tema tabú de la menstruación, igual que con el personaje de Beverly Marsh en IT–, Dolores Claiborne, Ojos de fuego (Firestarter), Sleeping Beauties”.
- Roy Galán: “Por sacudir y dinamitar los cimientos de la masculinidad tóxica hegemónica, por desenmascarar la cárcel opresora del disfraz de la masculinidad, por hacer un ejercicio muy necesario de deconstrucción, por ser valiente y cuestionar lo aprendido, por ser un referente del feminismo y paradigma del nuevo hombre tan necesario”.
- El periodista Javier Gallego: “Me parece un hombre crítico de manera explícita con la masculinidad tóxica y los privilegios masculinos, en su discurso y en la manera de diseñar el programa y sus contenidos. Me transmite una gran sensibilidad, empatía, mirada poética y a la vez contundencia y firmeza”.
- “El único que tal vez se aproxima sea Iñaki Gabilondo en sus manifestaciones públicas pero no tengo idea de cuál será su comportamiento en el día a día. Si es complicado nombrar a un personaje de ficción anti patriarcal y no tóxico, también lo es definir a una persona real y pública que tenga ese perfil”.
- Benito Pérez Galdós, “tanto su vida como su obra me parecen un buen referente sobre todo para su época”.
- “Pues a mí me parece que Javier Gallego Crudo ha entendido de qué va todo esto. No sé si lo llegaría a llamar un referente, pero por su afán subversivo antipatriarcal creo que podría formar parte del reportaje”.
- El médico forense y profesor Miguel Lorente: “Ha sido el único hombre al frente de la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género, desde la que intensificó la concienciación ciudadana frente a la violencia machista en todos sus aspectos, desde los micromachismos cotidianos y los malos tratos en el ámbito juvenil, hasta la terrible lacra social de los asesinatos machistas. Lorente mantiene su compromiso en primera fila de la lucha por la igualdad con artículos en varios medios de comunicación y con su propio blog. Por otra parte, hay un puñado de hombres menos visibles que merecen estar en cualquier lista de referencias de masculinidad no tóxica, gran parte de los cuales llevan años comprometidos en grupos de hombres por la igualdad. Es el caso de Chema Espada o Hilario Sáez”.
- Jordi Évole: “Su manera de llevar los programas con escucha activa, sus formas educadas incluso cuando pone a la gente contra la espada y la pared, su autocrítica… No sé, como cosas que es muy raro ver en los programas de entrevistas e investigación que van a la chicha fácil o al escándalo”.
- Los hombres de AHIGE, la Asociación de Hombres por la Igualdad de Género.
- “Para mí, uno de los mejores referentes de la vida real fue Pierre Curie. Un hombre brillante y sensible que fue realmente quien estuvo tras el reconocimiento público de Marie Curie. Sin él, ella nunca lo hubiera conseguido. Los principios de honestidad, desinterés y reconocimiento del trabajo de otros, fueran hombres o mujeres lo califican no solo como un gran científico, sino como una persona extraordinaria”.
- Nacho Vegas.
- Una respuesta aglutina a Jesús de Nazaret, Ghandi y Luther King.
- El cantante Eddie Vedder: “Su compromiso con las causas más justas parece olvidado por otros personajes del gremio. Desde el maltrato a la mujer hasta el acoso escolar. La canción Better Man me pone la piel de gallina”.
- Eduardo Galeano.
- David Broncano.
- Residente.
- Shangay Lili: “Era una persona valiente y comprometido en la defensa de la igualdad y la libertad. Su coherencia le supuso muchas dificultades y menosprecios, pero también mucho cariño y respeto”.
Por último, cabe recoger otras respuestas que, si bien no mencionan a nadie en concreto, sí muestran su preocupación por no haber dado con un referente o cuestionan el concepto de nuevas masculinidades.
Algunos ejemplos:
- Lady Distopía explica que no entiende “muy bien eso de que el día de la mujer trabajadora pensemos en los tíos. Y, sobre hombres feministas, no creo que existan. Si acaso, aliados, Pero referentes, ya ni te cuento”.
- Otra respuesta anónima: “Me hace mucha ilusión que nos hagáis preguntas de este tipo, pero la verdad es que es muy difícil responder, sobre todo con tan poco tiempo para pensar. Normalmente, voy etiquetando a los hombres de mi vida como machistas, pero no me atrevo a etiquetarlos como feministas porque una cosa es lo que dicen y otra lo que callan”.
- Y otra: “No es fácil responder porque cuando se piensa en un hombre que pueda ser referente, enseguida nos viene a la cabeza que estamos en un sistema patriarcal del que es muy difícil abstraerse y, claro, no hay nadie que cumpla con los criterios”.