Un café con Rozalén: “Tengo la sensación de que el mundo de la cultura está siendo olvidado”

“Hoy me he levantado un poquillo tristona, para qué nos vamos a engañar. Pero supongo que será también el tiempo. Todos tenemos un poco de curva psicológica e incluso en el mismo día sube y baja. Pero es normal, llevamos ya un montón de días. Yo soy super alegre pero hoy me ha dado por lloriquear una miaja. Es la incertidumbre esta”. La cantautora María Rozalén inauguró el pasado jueves 8 de abril una nueva sección de La Marea con entrevistas y conversaciones con personas de diferentes ámbitos a través de Instagram.

La artista castellanomanchega ha admitido la dureza del confinamiento aunque ha destacado la “suerte” de vivir en el campo y poder salir al jardín. Durante la entrevista, aseguró que está aprovechando para componer y terminar canciones que estaban inacabadas: “Hacía tiempo que no escribía, porque ya vomité todo en el último disco. Y ahora estoy escribiendo mucho”. Considera que a nivel creativo, “los momentos regulares son muy buenos”: “Cuando uno toca un poco fondo, cuando está nublado, cuando es otoño o invierno, cuando uno siente tristeza… Hace ya unos años entendí que debía disfrutar de la tristeza y a veces hasta la echo de menos porque te conecta con cosas que inspiran y te hacen estar en lo realmente importante. Y este confinamiento nos está haciendo pensar mucho”.

También está aprovechando para cocinar, algo que le sienta muy bien “a la tripa y la cabecita” y que en su día a día no puede hacer: “Dedicarle tiempo a los sabores o a los olores para mí es como algo parecido a la meditación”, ha explicado. Y, a pesar de todo esto, todavía le sobra tiempo para colaborar con diferentes causas y proyectos, remarcando así su faceta comprometida, una de las grandes señas de identidad de la cantautora.

Por ello ha decidido participar junto a otros artistas como Marwan, Elvira Sastre, Ismael Serrano, Nach o el Kanka en una campaña junto al Banco de Alimentos de Madrid para recaudar fondos y así poder ayudar “a aquellas familias que durante estos días se están viendo sin ningún tipo de ingreso”. De la misma forma, ha señalado que esta situación transitoria se empequeñece al compararla con la circunstancia que viven millones de personas en el mundo: “Pienso en lo que debe significar que te venga una guerra, que no son dos meses, son años. O pienso en los campos de refugiados del Sáhara, que llevan 40 años de cuarentena. O la gente que tiene un accidente de tráfico y tienes que parar tu vida…. Ahora estamos muy conscientes y muy unidos porque a todos nos está pasando, pero el miedo que tengo es que se nos olvide pronto y creo que sería positivo que escribiésemos esto que nos está pasando”, ha reflexionado.

Rozalén ha señalado durante la charla que los artistas están siendo punta de lanza en estos momentos a la hora de animar y de “ser generosos y hacer mil iniciativas” para que la gente pueda pasar esta crisis de la mejor forma posible. «Sin embargo, tengo la sensación de que el mundo de la cultura está siendo olvidado. Y a lo mejor me he venido un poco abajo por eso, porque da la sensación de que no nos va a ayudar nadie. La gente cuando habla de la cultura piensa en personas con mucho dinero, que solo son cuatro cantantes o cuatro autores. Pero del mundo de la cultura vive mucha gente que está detrás de los escenarios y que a mí realmente es lo que me preocupa. Yo soy una afortunada porque si, por ejemplo, la gente escucha canciones por internet, a mí me llega un sueldo por derechos de autor. Pero si yo no giro… Solo en carretera somos 30 personas, que significa 30 familias que viven de eso”, ha explicado, remarcando que en la actualidad existe una gran incertidumbre de cara a los meses de verano, un periodo en el que muchos artistas suelen realizar conciertos.

Sin embargo, a pesar de la desazón, siente que la gente sí demuestra su aprecio al mundo cultural, esperando incluso que de esta situación podamos salir valorando más la labor de los y las artistas en sus múltiples disciplinas. Y, como suele ocurrir, también puede verse estos días lo peor del ser humano: “A veces cuando me meto en las redes pienso que hay gente a la que ni una pandemia la hace buena. Es impresionante las ganas de destruir y de joder que tienen algunos. Y creo que lo mejor que se puede hacer ante esas personas es ignorarlas. Cuando ignoras una cosa se apaga sola”.

Y, ¿qué es lo primero que hará la cantautora cuando esto pase? “Lo que más me apetece es salir a tomarme una birra. El poder ir a casa de mis padres. En el tema del trabajo, seguro que saldremos como podamos, nos reinventaremos y nos va a ir bien porque somos trabajadores, pero sí tengo ganas de abrazar. Yo, en los últimos años, tenía un poco de fobia social porque es verdad que estaba todo el rato en eventos donde mucha gente se me acercaba, con mucho cariño y todo, pero es verdad que necesitaba llegar a casa y estar solita, no sentirme observada. Y ahora lo estoy echando mucho de menos”, ha asegurado entre risas, explicando que entre sus planes se encuentra sacar un nuevo disco a final de año.

Cuestionario Proust

¿Qué debería hacer la sociedad desde ya para paliar la crisis climática?

Pues es complicado lo más inmediato, pero yo qué sé, hay gente que no recicla. Y voy a casas en las que está todo mezclado. Eso como mínimo.

¿Quién le gustaría ser en Twitter?

Uf. La cuenta del coronavirus es buenísima. Me gusta el humor negro así que o El Mundo Today o el coronavirus.

¿Cuál de sus contradicciones es irremediable?

Coger el teléfono. Usar un iPhone es contradictorio, pero es con lo que trabajo. O que eche un pintalabios. O vivir en una casa grande, pero vivo en el campo y es mucho más barato.

Alguien le dice que todos y todas tenemos las mismas oportunidades, ¿qué le contesta?

Podemos tener las mismas oportunidades pero no todos tenemos las mismas capacidades. Y hay gente a la que hay que ayudar un poco más para llegar a tener todos las mismas oportunidades realmente.

¿A quiénes creee que estamos dejando atrás en esta crisis?

Siempre a los más desfavorecidos. Y esto siempre va a ser así, da igual lo que pase. La gente que no tiene trabajo, los inmigrantes, las mujeres maltratadas… esos son los que van a sufrir más pase lo que pase.

¿Le da miedo que puedan aflorar los nacionalismos en un momento como el actual?

Si después de esto volvemos a determinados debates es para matarnos. Pero bueno, pasará. Si ya hay algunos que lo llaman “virus chino”. Si empezamos así, pues mal podemos acabar. Y eso ha atacado a todos y ha empezado por los países que nos creemos indomables.

¿Qué cree que puede salir positivo de una crisis como esta?

Hay otro debate que ya va a ser intocable que es la sanidad pública y de calidad.

¿Quién está haciendo algo nuevo en el mundo de la cultura?

Últimamente lo nombro mucho porque me flipa. Hay un chaval de Asturias, Rodrigo Cuevas, que me he enamorado mucho de él. Es un artistazo; es como una Sara Montiel, es cabaretero y a la vez hace mucho por el folk y por la música tradicional pero muy moderno. Me encanta porque a mí me gustaría hacer algo así. Ahora mismo me quedo con los proyectos que van a la raíz y lo intentan modernizar.