Sociedad
Las medidas frente a la violencia machista que buscan amplificar el lema feminista ‘no estás sola’
Algunas medidas que buscan no dejar desamparadas a las mujeres que están en una situación de violencia machista durante el confinamiento se han replicado en varios países y también a nivel estatal entre comunidades autónomas.
Esa gran conquista feminista de sacar de la esfera privada la violencia machista –a través de leyes y reconocimiento social– se tambalea en estos días de confinamiento. Las puertas de las casas más cerradas que nunca. En algunos casos es difícil saber qué ocurre tras ellas. Lo decía la magistrada Lucía Avilés a raíz del aumento de las consultas al 016, el teléfono de atención a mujeres víctimas de violencia de género: «En España, este cerrojo sanitario escenifica lo que la Ley Orgánica contra la Violencia de Género rompió, en el sentido de que se transitó de lo privado a lo público –abrió las puertas de las casas, al contrario de lo que ocurre ahora–».
A nivel global, la situación es similar. En 2013, la Organización Mundial de la Salud (OMS) calificó la violencia contra las mujeres como un problema de salud pública «de proporciones epidémicas». Ahora más que nunca, se refuerza un lema tantas veces escuchado: el «no estás sola». En esa línea van las medidas que muchos Gobiernos han reforzado estos días para ofrecer atención a mujeres que estén viviendo situaciones de violencia machista en las casas de las que ahora no pueden salir. Muchas de ellas se han replicado en varios países y también a nivel estatal entre comunidades autónomas.
Farmacias y supermercados como aliados
Para muchas mujeres que estén sufriendo maltrato, violencia física, psicológica o sexual, las salidas a hacer compras y recados pueden ser un momento para pedir ayuda. En Francia –donde aumentaron más de un 30% los casos de violencia de género en la primera semana de confinamiento, según datos del Ministerio de Interior– se sugirió que las mujeres alertaran en las farmacias, siguiendo el ejemplo de España. Si el maltratador está presente, Christophe Castaner, ministro del Interior, sugirió utilizar un código como «masque 19″ –mascarilla 19–. Esta fórmula ya se está utilizando en muchas comunidades autónomas españolas desde que el Instituto Canario de Igualdad, en colaboración con los Colegios Oficiales de Farmacéuticos de Canarias, la impulsara el pasado 17 de marzo.
La mecánica sugerida por el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos es que el personal de las farmacias alerte al 112 —en el caso de España— sobre la situación denunciada. A partir de ahí, las mujeres deben recibir e información con discreción y confidencialidad. En España, esta iniciativa compete a una red de más de 22.000 farmacias. Además de Francia, desde el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos añaden que Noruega también la está desarrollando y otros países como Italia, Bélgica, Chile o Argentina también se han interesado por llevar a cabo este tipo de campaña.
Francia, que en los últimos meses ha vivido un crecimiento de las protestas feministas canalizadas por el movimiento Nous Toutes, anunció que también habilitaría «puntos de escucha» en los supermercados, tal y como ha explicado la Secretaria de Estado de Igualdad del país, Marlène Schiappa en varios medios de comunicación. A pesar de que ahora los mensajes se dirigen sobre todo a las mujeres, a que sean ellas quienes pidan ayuda, desde el perfil de Twitter de Nous Toutes recuerdan aquello que las expertas han aconsejado en los últimos años respecto a las campañas contra la violencia machista. «El confinamiento no autoriza a minusvalorar, insultar, pegar o violar», dicen en sus redes sociales.
Para las mujeres que puedan hacer uso de su teléfono móvil, muchos países han habilitado un servicio extra para los días de confinamiento por mensajería. En el caso de España, se brinda apoyo psicológico inmediato vía WhatsApp a través de los teléfonos 682 91 61 36 y 682 50 85 07. La campaña italiana contra la violencia de género —en este país se habla de violencia doméstica—, recomienda pedir ayuda, sea en persona o por teléfono, cuando se esté fuera de casa, en el momento de ir a hacer la compra, pasear al perro o alguno de los supuestos bajo los que sí se puede salir a la calle bajo el estado de alarma.