Sociedad
Cuando el prostíbulo también es tu lugar de confinamiento
La ONG Médicos del Mundo reclama la necesidad de apoyo psico-social urgente para estas mujeres y pide al Gobierno que puedan adherirse a políticas públicas de apoyo económico.
No suelen mencionarlas en los discursos institucionales, pero tanto las mujeres que trabajan como prostitutas como aquellas que son víctimas de trata sufren estos días una mayor vulnerabilidad. Su difícil situación socio-económica en muchos casos, según denuncia la ONG Médicos del Mundo, hace que se vean obligadas a continuar prostituyéndose –tienen que pagar las habitaciones o los pisos donde estar confinadas y algunas de ellas tienen familiares a su cargo–. Según la ONG, las que ejercen en la calle y en polígonos industriales han manifestado atender algunas peticiones estos días para poder subsistir en esta tesitura. Por ello, la organización pide al Gobierno que considere a las mujeres en situación de prostitución como población vulnerable para que puedan adherirse a políticas públicas de apoyo económico y acceder a los diferentes sistemas de los Servicios Sociales o el Instituto de la Mujer.
Aunque muchos clubes de carretera y pisos han cerrado sus puertas estos días, hay algunos que sí están siendo el lugar de confinamiento para muchas mujeres en esta situación. Según explica Médicos del Mundo en un comunicado, en estos casos son los encargados de los lugares quienes les suministran alimentos y otras necesidades. Sin embargo, las mujeres tienen miedo a que la situación se alargue y no puedan pagar el alquiler de las habitaciones. También temen ser expulsadas por los propietarios de aquellos lugares en los que están confinadas sin una alternativa. Médicos del Mundo señala que «demandan un alojamiento, comida y productos de aseo e higiene, así como material de prevención ante el Covid-19, ya que seguir las normas de confinamiento en esas circunstancias se hace especialmente complicado».
La situación es todavía más grave para las víctimas de trata, que tienen deudas con sus explotadores. «Si el confinamiento se alarga, la deuda aumentará», recuerdan desde Médicos del Mundo. Desde la ONG ponen énfasis en la preocupación que tienen estas mujeres por sus familias, como cubrir necesidades tan básicas como leche para sus hijos. La mayoría de ellas, dicen desde Médicos del Mundo, no tienen acceso al Sistema Público de Salud.
«La situación administrativa irregular de la mayoría de estas personas les deja fuera de recursos adoptados por el Gobierno como la prohibición a las compañías suministradoras de cortar el agua, la luz y el gas a los hogares que en esta crisis no puedan sufragar el recibo», explican desde Médicos del Mundo. Además, la organización reclama la necesidad de apoyo psico-social urgente, puesto que son mujeres alejadas de sus familias, sin redes sociales o familiares, confinadas en prostíbulos o pisos, una situación que añade más estrés y ansiedad a la ya de por sí difícil situación que se vive bajo el estado de alarma.
Aunque en estos días la ONG se ha visto obligada a interrumpir su actividad de atención directa por falta de garantía de seguridad sanitaria, da seguimiento telefónico a estas personas, apoyo psicosocial y pone a disposición de las mujeres información sobre el coronavirus en la aplicación móvil Iris, creada por la propia ONG.