Cultura

Recomendaciones culturales de ‘La Marea’ más allá del 8-M

Recopilamos algunas propuestas recomendadas a lo largo del año en nuestra revista en papel para reflexionar no solo este 8-M.

Una manifestación feminista. EDUARDO ROBAINA

En La Marea no esperamos a que lleguen los días previos al 8 de marzo para hablar de mujeres que hacen cosas. Sabemos que hay mujeres por todas partes, todos los días del año. Así lo reflejamos en las recomendaciones culturales que hacemos en cada número de nuestra revista en papel. Con motivo de este Día Internacional de las Mujeres recopilamos algunas propuestas que nos ayuden a reflexionar sobre feminismo o cuyo mensaje nos apetece difundir este 8-M. Han sido publicadas en los últimos meses y sugeridas por la redacción, colaboradores y colaboradoras de La Marea. A estas hemos sumado también otras nuevas.

Para leer

Panfleto: Erótica y feminismo (Penguin Random House, 2018), de María Moreno. Para muchas, María Moreno es maestra de crónica: observa la realidad, piensa sobre ella, le da cinco o seis vueltas de campana y, durante alguna de ella, escribe. Este libro recoge los ensayos sobre feminismo que publicó entre 1988 y 2018 en la prensa argentina: «Era como si gozara de un regalo infinito: la posibilidad de dejar aquí y allá, escondidas en ciertos diarios y revistas, las hojas de unos cuadernos de aprendizaje dedicados a unas lectoras futuras». Y ahora, aquí estamos, sus lectoras. [RECOMIENDA: ISABEL CADENAS]

Corazón que ríe, corazón que llora (Impedimenta, 2019), de Maryse Condé y traducción de Martha Asunción Alonso. En 2018, el Nobel alternativo de Literatura recayó en Maryse Condé, reina escondida de las letras antillanas. Esta es la primera de sus obras que se traduce al castellano, fruto del empeño de la poeta Martha Asunción Alonso. Se trata de una novela autobiográfica, construida en torno a los recuerdos de una niña que, en la isla de Guadalupe, iba descubriendo poco a poco en su cuerpo y en sus días lo que significa el colonialismo, la negritud o el ser mujer. Un libro dulce y divertido, hondo y honesto, para abrir la puerta al particular mundo de una escritora que no deberíamos habernos perdido tanto tiempo. [RECOMIENDA: LAURA CASIELLES]

Naturaleza es nombre de mujer (Volcano Libros, 2020), de Abi Andrews y traducción de Paula Zumalacárregui Martínez. Los viajes y su gran componente de género. Ser una chica de 19 años que se va de casa para viajar y no un rudo explorador masculino. Las contradicciones de esta época –al principio de la novela, la protagonista habla de su aversión a los aviones, que es en parte un sentimiento de culpa por la huella de carbono–. En estos temas se centra la escritora británica en su primera novela, en la que mezcla ficción y escritura científica. Y nos da cuenta, todo el tiempo, de las grandes diferencias entre ser un Chris McCandless –Hacía rutas salvajes– o una mujer: «(…) sobre todo, porque resultaría sencillamente desconcertante que una mujer quisiera apartarse hoy en día de la sociedad y adentrarse en la naturaleza salvaje». [RECOMIENDA: ALBA MARECA]

Esto lo cambia todo (Paidós, 2015), de Naomi Klein y traducción de Albino Santos Mosquera. Dicen que, cada diez años, Naomi Klein escribe un libro sobre el tema que está en el centro de la política, aunque no lo sepamos del todo aún. Hace ya cuatro que firmó este, en el que se ocupa de la crisis climática. En la estela de sus obras anteriores, deja sobre todo clara una cosa: que el problema de fondo es el capitalismo. Una investigación minuciosa para explicar que la única opción es cambiar el modelo de sociedad en la que vivimos. [RECOMIENDA: ALFREDO ALMENDRO]

El coloquio de las perras (Capitán Swing, 2019), de Luna Miguel. «Yo leía a los escritores, pero los escritores no me leían a mí», cuenta que decía, ya anciana, la poeta y narradora mexicana Elena Garro. De la conciencia de que lo mismo que a ella les pasó a muchas nace este libro en el que Luna Miguel recupera los nombres, historias y silencios de una docena de autoras latinoamericanas de las que sabemos mucho menos que de sus contemporáneos. Y dialoga con ellas, en cartas que entre líneas cuentan que no todo está arreglado, buscando cómo lograr «enterrar al escritor macho», y así dejar hueco para que otras como ellas sí que puedan ser leídas. [RECOMIENDA: LAURA CASIELLES]

Listas, guapas, limpias (Caballo de Troya, 2019), de Anna Pacheco. ¿Desde dónde crecemos? En esta novela, la generación que se crió en los 90 puede encontrar reflejados los imaginarios de su infancia y adolescencia (esa música, esa tele, esa ropa, ese lenguaje). Pero cualquier otra generación podrá también reconocerse en unos dolores y contradicciones que atraviesan todos los tiempos: los de hacerse adulto y dejar atrás lo que era familiar en un proceso de desclasamiento y toma de conciencia sobre el que Anna Pacheco aporta una mirada lúcida y llena de humor, con orgullo pero sin nostalgia. [RECOMIENDA: LAURA CASIELLES]

El género y nuestros cerebros (Galaxia Guttenberg, 2020), de Gina Rippon y traducción de María Luisa Rodríguez Tapia. Éste es un libro sobre prejuicios y estereotipos. Más bien, sobre cómo esos modelos que usa nuestro cerebro para orientarnos con rapidez ante la avalancha de estímulos del exterior a menudo se basan en informaciones erróneas. No sólo porque el sistema predictivo del cerebro, que analiza y clasifica a todo el que se nos acerca —¿pertenece a mi grupo, qué puedo esperar de él/ella por su aspecto o su género?— tiene que corregir con frecuencia sus expectativas. También porque la sociedad acepta sin cuestionarlas explicaciones científicas o seudocientíficas si corroboran las ideas hegemónicas. ¿Es distinto el cerebro de las mujeres del de los hombres? ¿Son las mujeres de Venus y los hombres de Marte? ¿Leen ellas peor los mapas pero están más dotadas para el lenguaje? ¿Tienen las mujeres más conexiones entre ambos hemisferios y por eso pueden concentrarse peor en tareas intelectuales pero unen mejor la parte afectiva con la cognitiva?Todas esas ideas que muchos y muchas hemos creído en algún momento o que aún aceptamos porque lo han demostrado las imágenes de actividad cerebral que se pusieron de moda hace ya algunas décadas, se basan a menudo no sólo en estudios incompletos o dudosos, sino también en ensayos desacreditados en el mundo científico pero que siguen siendo citados y divulgados. A lo largo de este libro extraordinariamente ameno, Rippon desmantela los numerosos prejuicios apuntalados por una ciencia practicada principalmente por hombres, pero también por mujeres que usan sus ensayos no para descubrir sino para corroborar lo que ya creían. Y de paso nos muestra lo que de verdad sabemos del cerebro y, quizá la parte más fascinante, de su plasticidad: de cómo el cerebro cambia, se adapta a los estímulos, se desarrolla o retrae dependiendo del afecto que recibe su portador, de las actividades que realiza, de las expectativas. Así, aunque las diferencias entre los cerebros de hombres y mujeres no sean tan distintos al nacer, pueden acabar siéndolo debido a la presión ambiental: si desde niña te bombardean con papeles a los que tienes que ajustarte, dirigiéndote hacia ciertas actividades y no otras, insistiendo en tu papel de cuidadora y guardiana de las relaciones, es probable que tu cerebro capte el mensaje y se transforme para hacer mejor aquello que ejercita y peor aquello de lo que se le disuade. A mí este libro me ha permitido liberarme de varios prejuicios y descubrir las increíbles habilidades del cerebro humano y cómo esas habilidades se ven limitadas por el entorno. Sobre todo si llevas en el cráneo un cerebro de mujer…, pero ¿existe el cerebro de mujer? [RECOMIENDA: JOSÉ OVEJERO]

Para escuchar

Eclíptica, de María Rodés. Un disco que nos ofrece justo lo que necesitamos en estos momentos de crispación: serenidad, quietud, ternura, asombro y deleite ante la belleza. Con su voz cristalina y su música rabiosamente contemporánea, nos susurra: «Después de la guerra alguien tiene que limpiar para que puedan pasar todos esos cuerpos que no despertarán. Y reconstruir la desilusión, tantos sueños rotos que no culminarán…». [RECOMIENDA: PATRICIA SIMÓN]

#Alegría, de Teresa Salgueiro. Nos faltan muchas cosas, pero nos falta eso, la alegría, como nos recuerda la compositora portuguesa, exvocalista de Madredeus. Una versión musicalizada del poema de José Saramago sencilla, grande, necesaria. «Já ouço gritos ao longe / Já diz a voz do amor / A alegria do corpo / O esquecimento da dor». [RECOMIENDA: OLIVIA CARBALLAR]

Movidas, de Cariño. Hace unos meses, María, una de las integrantes de este grupo –que se dio a conocer, sobre todo, con una versión de Llorando en la limo de C. Tangana– denunciaba en su cuenta de Twitter los cuestionamientos que tenían que aguantar como mujeres trabajando en la música. Entre otras, lindezas como «son monas y ya está». En su página de Facebook definen su música como «pop de barrio para la bajona» pero lo cierto es que Bisexual, una canción en la que dan la vuelta a la heteronormatividad, bien se puede bailar y cantar en el momento álgido de cualquier fiesta. [RECOMIENDA: ALBA MARECA]

Para ver

Dietland (2018, serie disponible en Amazon Prime), dirigida por Marti Noxon. Detrás del éxito de una de las revistas que regula la idea de belleza de cientos de mujeres está Plum, una redactora obsesionada por el hecho de estar gorda. Escondida en su casa, escribe las cartas que firma la directora de la publicación, como en el comienzo de tantas comedias románticas de autosuperación. Pero esta serie llena de humor negro y subtexto feminista no sigue, en absoluto, por el camino esperado. Plum se va a tomar la justicia por su mano. [RECOMIENDA: LAURA CASIELLES]

Señoras del (h)AMPA (serie de Mediaset, 2019). Es una llamada sostenida a la sororidad y una oda a la red y al colectivo. Al apoyo mutuo. Es, de nuevo, algo que no se hace con timidez: «Hay un lugar en el infierno para las mujeres que no ayudan a otras mujeres», dice una de sus protagonistas. Y sí, hablamos de un producto mainstream y básicamente transversal, pero hay un componente de clase sin el cual la trama sería otra muy diferente. Por encima de todo, Maite, Lourdes, Virginia y Amparo son unas currantas, parte de esas mujeres que llevan injustamente sobre sus hombros el peso de la responsabilidad material y afectiva de quienes las rodean. [RECOMIENDA: IGNACIO PATO]

Gentleman Jack (serie de HBO, 2019). Anne Lister fue terrateniente, escritora, viajera. Y, dicen, «la primera lesbiana moderna». Nacida en 1791 en Inglaterra, llevó una vida nada adecuada a los roles de género que se le suponían, desempeñando labores «de hombres» y manteniendo relaciones con mujeres de manera visible. Todo quedó recogido en sus extensos y detallados diarios, que han servido de base para esta miniserie. Una historia de amor y lujo, pero fuera de los convencionalismos. [RECOMIENDA: LAURA CASIELLES]

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Comentarios
  1. la nota completa del libro ya con el movil salieron faltas:
    Notre corps, nous-mêmes(nuestro cuerpo , nosotras) escrito por mujeres para mujeres, la nueva version de Marie Hermann y la antigua de 1977 de Anne Raulin que se baso en el colectivo de Boston:Ours bodies our selfs
    vivan ls mujeres
    solidaridad con las mujeres del mundo entero!!!

  2. Muy interesante
    En Francia ha Salifou la actualizacion d’El libro:notre corps nous mêmes (nuestro cuerpo nosotras)
    Libro que salio en 1977 y que lei bien que mal en 1978 con mi frances déficiente y en una version hispana déficiente
    Supuso para mi una bomba ,conocer mi proprio cuerpo,mi sexualidad y todo lo relativo todo fue escrito con las voces de mujeres y explica sin ser un libro medico con fotos y con todas las dudas que nosotras teniamos en la epocay que las nuevas generacioned tienen hoy en el libro de este 2020
    Fue ASI como conoci la contraception y que comprendi que no Era normal la discriminacion que sufriamos en este pais

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