Análisis
Un discurso con pilares y otro con retales
"El discurso ha sido de los que provocan murmullos en las bancadas de los más conservadores y gritos de emoción entre los más progresistas. Me reconozco en el salón de mi casa dando saltos conforme escuchaba, aplaudiendo, que por primera vez, se aceptaran tantos derechos", escribe la autora sobre el debate de investidura.
Lo de levantarse un sábado temprano lo llevo regu. Pero este sábado no quedaba otra porque había sesión de investidura y no quería perdérmerla. Apuntaba maneras. El primer aplauso para el candidato a presidente llegó pronto, en cuanto intentó desmontar el único argumento que sostiene la derecha: “No se va a romper España ni la constitución; se va a romper el bloqueo”.
Y se tiró en plancha.
El discurso ha sido de los que provocan murmullos en las bancadas de los más conservadores y gritos de emoción entre los más progresistas. Me reconozco en el salón de mi casa dando saltos conforme escuchaba, aplaudiendo, que por primera vez, se aceptaran tantos derechos. Pedro Sánchez se ha referido a la libertad, la justicia y el valor como los pilares sobre los que se debe construir la tela de araña que nos proteja. Que me gusta a mí un servicio público más que a un niño una piruleta y solo de pensar que el futuro gobierno pudiera prestarles atención, entro en erupción. En esta sesión de investidura, salieron lo primero. Educación, sanidad y justicia no podrán ser nunca prebendas de unos pocos, ni posibilidades para solo algunos. No sabe, futuro presidente, lo que se lo agradecemos los que no somos de la pata del Cid.
Agradecí saber que si durante los próximos años deseara acabar con mi vida para paliar el sufrimiento que pudiera padecer, la ley me permitirá hacerlo. Me obsesiona imaginarme años encamada esperando a quedarme sin aliento para dejar de sufrir. Vivimos en una sociedad que santifica a las mártires. Nos hemos acostumbrado a conseguir lo más mínimo después de pasar por un reguero de lágrimas. Que se note la de sangre se vierte para que la letra entre. Cuando el candidato ha especificado acerca de la libertad para las personas LGTBI, se ha abierto todo un abanico de derechos humanos que hay que proteger. Para empezar, implica la creación de una Ley Integral de la Transexualidad, lo que habrá provocado más de un colapso entre los que lo hayan escuchado. La paradoja de que feministas transexcluyentes y los partidos ultraderechistas compartan argumentos me hizo imaginar a Lidia Falcón escupiendo improperios en la cuenta de twitter del Partido feminista de España y a Espinosa de los Monteros sintiendo un terrible picor en su rabadilla. Cosas mías…
El plan de este gobierno es cuidar las pensiones y actualizarlas con el IPC, reduciendo la desigualdad de género en la cuantía de las mismas. Qué alegría cuando me enteré de que no hace falta que me case con quien convivo desde hace quince años. Me vendría fatal que uno de los dos muriera, pero al menos sé que entre los planes del gobierno de coalición está que el que quede consiga una pensión de viudedad. Ahora es un suplicio, ya se lo digo. Más contenta se puso mi suegra, de 97 años, cuando supo que existirá un día para la memoria de las víctimas del franquismo, el 31 de octubre. Lo que permitirá que su hijo se disfrace en la fiesta de Halloween de su tío Manuel, el que no saben en qué cuneta está enterrado. A humor negro no hay quien gane a esta familia.
En lo económico no tengo mucha idea de quién podría quedarse con la cartera. Ni tampoco con la de Trabajo. En febrero hará ocho años de aquella reforma laboral de Fátima Báñez que logró más trabajo pero también nos convirtió en esclavos. Esas dos carteras me interesan muchísimo porque el candidato ha prometido la derogación de esa reforma laboral. Puede que nuestros hijos consigan emanciparse después de años trabajando o que incluso se animen a hacernos abuelos. Con el modelo actual, ya lo sabemos, no nos sostenemos.
Me encantaría poder compararles todos estos argumentos con lo que hubiera dicho el primero en subir al estrado después del candidato, el representante de la oposición. Pero desgraciadamente me es imposible. Hacía años que no escuchábamos en una sesión de investidura el nombre de ETA, pero para eso está el presidente del Partido Popular. Para traerla nueve años después de su cese y casi dos de su absoluta disolución. Pablo Casado centró su discurso única y exclusivamente en estos temas. Ni derechos ni pensiones ni el feminismo ni las personas LGTBI. España una grande y única. Después de un discurso con pilares, escuchaba otro de retales. Cómo será de importante para Casado este concepto de unidad del país, con estrategias propias del Bricomanía, para que el representante de la oposición sentencie que harán todo lo posible para evitar que exista un gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos. Glub. Ante esto solo me queda una pregunta: ¿Lo harán con un golpe de Estado como en el 36? Fue la última vez que se consiguió que no gobernara lo que se había elegido democráticamente en las urnas.
Avisados estamos.
Lo malo es que hay cientos de miles de Pablos Casados en la caverna España, seres adoctrinados en el franquismo, seres con cerebro de cemento impermeables a cambio alguno y encima cientos de miles son humildes trabajadores.
El golpe de estado no sólo se hace con las armas. También se hace mediante la manipulación informativa en manos casi toda del poder económico, de los amos de Casado, mediante la iglesia y sus escuelas y centros de formación y sus universidades elitistas, y ya no digamos colegios y universidades del Opus Dei.
Hace años que estamos involucionando, que cada vez estamos más cerca de aquellos años de «extraordinaria placidez» para los genocidas, por cierto genocidas impunes.
Casado y cía. son seres que no quieren razonar, si quisieran razonar se les podría recordar
que el falangista y genocida de la invasión de Irak, Aznar, también impune, él que en la intimidad hablaba catalán, además de negociar con ETA, cómo debe ser, le llamaba Movimiento Vasco de Liberación Nacional.
Mal cambio puede haber en una sociedad cuando la DESIGUALDAD EMPIEZA YA DE PARTIDA, en la enseñanza:
LA ESCUELA CAE EN EL CIRCULO VICIOSO DE LA SELECCION CLASISTA. (Angel Munárriz)
Los informes académicos sobre la rampante segregación se multiplican y agravan sus alertas, centradas en el modelo aguirrista idealizado por PP, Cs y Vox
Los colegios concertados generalizan el levantamiento de barreras de entrada, entre las que destaca el cobro ilegal de cuotas
«La segregación se basa en una especie de acuerdo tácito que proporciona un cierre social a las clases altas», señala el sociólogo Rogero-García.
El fenómeno castiga los resultados de los alumnos de entornos difíciles, lo que perpetúa y agrava la desigualdad de partida.
Las alertas rojas por segregación se acumulan ante las autoridades educativas. Al mismo tiempo, PP, Cs y Vox han tomado como referencia para sus políticas educativas en las autonomías, allí donde forman mayoría, como en Andalucía, la Región de Murcia y la Comunidad de Madrid, el modelo impulsado por Esperanza Aguirre, basado en la «libertad de elección» y la primacía de la «demanda social», formulaciones con las que se alude más o menos elípticamente a la promoción de la concertada. Es decir, al incremento de la financiación de la educación privada con fondos públicos. El problema es que Madrid, pionera en la implantación de estas políticas, encabeza las estadísticas de segregación o, lo que es lo mismo, de agrupación homogénea de los alumnos por clases sociales, un fenómeno lesivo tanto para el sistema escolar como para la cohesión social en su conjunto. Junto a diversos informes que sitúan a España entre los países europeos con mayor segregación, se suceden otros que ponen de relieve los mecanismos de la enseñanza concertada para segregar de forma encubierta. No faltan datos para demostrar ni lo uno –las trampas de la concertada–, ni lo otro –la creciente segregación–
En España, dado el tradicional peso de la Iglesia en la educación, el boom demográfico y cultural de los años 70 y 80 pilló a la democracia sin suficiente red pública. La ley educativa de 1985 articuló el sistema de conciertos, que racionalizaba la miríada de subvenciones que recibían los colegios católicos desde el franquismo. El Estado, en teoría coyunturalmente, se valía de la red educativa de la Iglesia para atender la explosión de la demanda. Pero han pasado las décadas y la doble red no sólo se ha consolidado, sino que se ha ampliado a raíz de la descentralización de la competencia educativa y del fracaso en los tribunales de los intentos de acotarla. Hoy los datos son elocuentes. El gasto público en concertada rompe su techo año tras año, superando ya los 6.000 millones. Mientras tanto, el gasto público en la red pública sigue por debajo de los umbrales precrisis….
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