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“Creo en el espacio de Unidas Podemos y en la coalición pese a las contradicciones”

Carlos Sánchez Mato participa en un evento de vivienda en Berlín y llama a construir un espacio de unidad amable y útil para la gente.

Acto de vivienda en Berlín. Foto: Jaime Martínez

Berlín es una ciudad movilizada contra la especulación de la vivienda y los precios abusivos. Con los precios ya por la nubes, la dificultad de encontrar un piso o habitación es muy grande. Aún así, la ciudad ya lidera políticas interesantes en pro de detener esta sangría de precios de un derecho básico.

En este contexto, en la Karl-Liebknecht-Haus, la histórica sede de die Linke en la Plaza de Rosa Luxemburgo, se organizó una charla informativa en castellano, promovida por Izquierda Unida Berlín con el apoyo de GUE/NGL, a cargo de Ingrid Hoffmann (Deutsche Wohnen & Co. Enteignen) sobre el movimiento en defensa de los y las inquilinas: cómo organizarse, en qué punto está el #Mietendeckel y cómo va el referéndum de expropiación.

Acuden varios españoles y españolas a comentar sus casos de abusos en sus alquileres y escuchar las experiencias de las movilizaciones. Cuando escuchamos que Hoffmann es un “nombre de lucha”, percibimos la intensidad de las peleas contra los grandes monstruos especuladores de Alemania. La activista no dice su nombre real por miedo a represalias por parte de las grandes inmobiliarias, porque ella también es una inquilina más. Todo el discurso de la defensora por la vivienda va enfocado a formar parte del movimiento para crear una red de solidaridad y lucha contra el abuso de precios.

En el público, tras escuchar las claves, consejos y resumen de las luchas de estos colectivos por una vivienda digna, se encuentra una modesta cara conocida de Madrid. Con traje negro y zapatillas más informales y siempre sosteniendo una gran sonrisa, el ex concejal Carlos Sánchez Mato (IU Madrid). La siguiente mesa del acto la forma Katalin Gennburg (Eurodiputada de die Linke) y el mismo Sánchez Mato. Los presenta la integrante de Izquierda Unida Berlín, Norma Lorenzo. Centran el debate en la experiencia alemana y española, a la cual el público responde con gran interés, porque la vivienda es el gran tema que une no sólo a ciudades como Madrid o Berlín, sino a buena parte de las ciudades europeas e incluso a nivel mundial. 

Sánchez Mato resalta que “el problema de la vivienda es generalizado y une a Madrid, Berlín, Barcelona o cualquier otra capital europea y casi en todo el mundo”. La imposibilidad de la vida con los costos de la vivienda supera ya los límites. “Los gobiernos tienen herramientas pero debe haber una sociedad movilizada con manifestaciones y movilizaciones, que van creciendo”, recuerda el líder madrileño. Sánchez Mato es de los que defienden que las legislaciones permiten la intervención y control de los precios, pero “falta voluntad política”. Añade que “existen normas tanto en Alemania como en España para que la gente pueda tener vivienda digna y derecho a ella”. El candidato de Madrid, en pie, pide “audacia política y exigencia de los derechos de la gente”. Finalmente, logramos conversar con él sobre la actualidad política española.

¿Cómo valoras, ya con la distancia, tu salida del gobierno de la ciudad de Madrid?

Entiendo que te refieres a la salida tras las últimas elecciones municipales, cuando perdimos la ciudad. Fue un varapalo no sólo para ciudad sino para la izquierda transformadora de Madrid. Hay una autocrítica que debemos realizar porque cuando un gobierno no es capaz de animar a la gente y aumentar el apoyo es que se han hecho cosas de manera insuficiente. En mi caso lo atribuyó a la claudicación del ayuntamiento liderado por Manuela Carmena ante las presiones de Montoro y el gobierno del Partido Popular. Cuando los madrileños nos votaron en 2015, con apoyos puntuales del Partido Socialista, nos dieron un mandato para la expansión presupuestaria, reequilibrio territorial, incremento presupuestario y más políticas públicas. Ésto lo hicimos de manera muy notable al principio del mandato pero en el momento que renunciamos al final, cuando Carmena aceptó los recortes que la derecha imponía de 350 millones de euros, generó una desafección que se expresó en las urnas con una abstención de veinte puntos superior en los barrios de la periferia de Madrid. 

Los problemas internos en el gobierno de Madrid, con “Ahora Madrid”, ¿fue un preanuncio de lo que luego desembocó en la división de la izquierda y el surgimiento de “Más Madrid” y posteriormente “Más País”?

Al principio la heterogeneidad de la candidatura que había en “Ahora Madrid” era lógica. En mi caso y en el de Izquierda Unida, no lo vivíamos como negativo. Somos heterogéneos y diversos. Normalizar la discrepancia porque el hecho de tener diferencias no oculta que hay más cosas que nos une de la que nos separa. Normalizar esto supone establecer los mecanismos para resolver las diferencias. Los adultos no entendemos como la “nueva política” pueda ir unida a decisiones verticales. Es decir, que la alcaldesa mande y los demás obedezcan sin debate previo es de vieja política. Lo malo no es que haya heterogeneidad sino que no se normalice la discrepancia y el debate para llegar a acuerdos. 

¿Unidas Podemos es el espacio donde se acepta la pluralidad y a la vez apostar por la unidad? ¿Hay futuro en este espacio?

Tenemos mucho que mejorar también. Y hay futuro por eso soy un clarísimo defensor de la unidad popular y en este caso de Unidas Podemos. Pero tenemos mucho que mejorar y se agradece el impulso llevado a cabo por los compañeros de Podemos que dieron aire fresco pero hay que mantenerlo con el tiempo. Eso no sólo tiene que ver con hacer primarias sino con el debate colectivo y tomar decisiones colectivas que se tienen que hacer mejor. Esto es un reto que tenemos de enorme magnitud los militantes y simpatizantes tanto de IU como los de Podemos, pero también los del PSOE sobre todo si vamos a un gobierno de coalición. Un gobierno que estará plagado de contradicciones por parte de todas las formaciones políticas. Porque somos diferentes organizaciones y por tanto tenemos que renunciar a ciertas cosas, cosa que no debe ser un drama siempre y cuando se normalicen las formas de concretar y los acuerdos de un programa de gobierno que sea mejor que darle la alternativa a la derecha y la ultraderecha. 

Por supuesto que se debe mejorar a nivel interno en cuestión democrática y gestionar las discrepancias y diferencias. Sin embargo, hay una cuestión de tablas y años, IU y los partidos que la forman tienen muchos años de experiencia y de construcción, Podemos sólo tiene cinco. 

Por eso creo que es perfectamente posible y compatible de las nuevas formaciones con las que ya tenemos unos años. Hay determinados elementos que cada uno puede aportar para que el ingrediente del plato final sea muy apetecible para la gente. Y ésto no es sólo a nivel electoral ya que tenemos mucho que trabajar no sólo a nivel interno sino en la movilización para que no sólo seamos maquinarias electorales. La ecuación política y la praxis de la misma deben verse por parte de la gente. Ahí está el trabajo que tenemos que hacer Unidas Podemos y las confluencias para ser una herramienta amable para la gente pero también útil a la clase trabajadora que es a la que nos debemos.

¿Cuál es el futuro de las candidaturas municipalistas? por ejemplo, en la que estuviste en Madrid en pie.

Lo que tenemos clarísimo es que en las próximas municipales del 2023, toda la izquierda transformadora de la ciudad de Madrid y en todos los municipios (más de 8.000 en el Estado español), tenemos que buscar los elementos de unidad. Así podríamos arrebatar muchas ciudades y municipios a la derecha. Ha sido bastante evidente que la fragmentación no aporta nunca nada a la izquierda transformadora, más bien nos deja es sin posibilidades de gobierno. Eso debe tener unos mínimos de democracia que ahora mismo serían considerados de “democracia radical”. Para que estas instituciones más cercanas a la ciudadanía sean capaces de ser útiles para la gente. Esa es la apuesta de Izquierda Unida y el hecho de que personas determinadas rompieran con esa confluencia, duramente trabajada y estando en el gobierno, fue algo muy negativo. Esto debe servirnos de aprendizaje pero nunca cepo que nos impida caminar hacia el futuro y unir a los actores que de verdad quieran transformar la ciudad para la mayoría social en base a unos mínimos. 

¿Y habrá gobierno de coalición? tendiendo en cuenta todas las limitaciones, contradicciones, el límite marcado por Europa en los presupuestos, etc. ¿Se podrán hacer cosas para la gente?

Desde Izquierda Unida apostamos por el gobierno de coalición. Yo pienso que es positivo participar en un gobierno de coalición que tiene tantos problemas como compartir espacio de gobierno con el Partido Socialista que ha dejado de lado el interés general por hacer políticas económicas de derechas. Pero las bases de PSOE comparten muchas cosas con las bases de IU y de Podemos. Yo creo que sería difícil encontrar entre las bases socialistas a militantes, simpatizantes o votantes que estén a favor de legislar para beneficiar fiscalmente a los más ricos de este país. Igualmente, con el tema de la vivienda cuando habría que aplicar la legislación vigente, como el art. 128 de la Constitución española, donde dice que toda la riqueza, incluida la vivienda, está sometida al interés general, por encima de los derechos de propiedad. No quiere decir que éstos desaparezcan sino que se subordinan. Es claro que no se puede conseguir todo el programa electoral de Unidas Podemos y no estamos engañando con ésto, habrán muchos obstáculos en el gobierno o por la UE pero hay posibilidades de actuar, incluso con ese lastre. Nuestro objetivo sería poder ayudar a la gente y a los más precarios y no tener como único objetivo el rebajar la deuda. Pero hay un enorme margen fiscal para actuar. No nos pueden decir que debemos mantener la fiscalidad fiscal y a la vez eliminar el impuesto al patrimonio o el impuesto de sucesiones y donaciones. En ambos casos para personas cuyo patrimonio es superior a los 2 millones de euros, que no son los que nos encontramos diariamente en los barrios. Hay que hacer políticas sociales y públicas explotando el margen fiscal. En ningún sitio desde Europa nos van a poder impedir hacer reformas fiscales progresivas y que además también aparecen en la constitución, en el art. 31 lo deja muy claro.

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Comentarios
  1. TODO CAMBIO EMPIEZA POR UN CAMBIO DE CONCIENCIA Y MIENTRAS LA IGLESIA ADOCTRINE LAS CONCIENCIAS ESE CAMBIO NO SE VA A PRODUCIR.
    La iglesia se enfada:
    Temen los clérigos, lo que es motivo de enfado y demagogia por su parte, eso que llaman “la dictadura del relativismo ético”, que según ellos impregna la supuesta “dictadura laicista” que domina en esta España nuestra y que ven venir con el posible gobierno de una izquierda que, insisto, tendrá muy difícil, ya no poner en peligro la enseñanza concertada, sino aun minimizarla.
    No parece, a tenor del concepto de “libertad” que tienen los tonsurados, que lo que esté en juego sea la ” libertad de enseñanza” y menos “el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa”, que sí tienen; sino que el dinero público se empleé en financiar la educación religiosa y la educación privada. La respuesta exagerada, crispada y falaz de la jerarquía católica y de su brazo político el PP y cia, ante las palabras de la ministra Celaá demuestra lo mucho que les importa controlar la educación de las élites…
    https://laicismo.org/la-iglesia-se-enfada/?utm_source=mailpoet&utm_medium=email&utm_campaign=boletin-diario-de-laicismo-org-30-dic-2019_801

  2. Alberto Garzón era un chaval que convencía y prometía, ahora parece invisibilizado, también en mi opinión, encuentro que IU ha perdido parte de su carisma. Podemos la ha hecho más light. (Mucha gente llama a Podemos los «aficionados» a la política); pero para las masas son, lo que escuchan en los medios del capital, la izquierda «radical», y a no tardar, y en relación con los derechos de Catalunya, les llamaran también golpistas y terroristas.
    Ojala que me equivoque, pero creo que Unidas-Podemos cometen un error en querer formar parte del gobierno. La crisis para los trabajadores no creo que mejore, y menos si el trabajador no despierta y lucha, por otra parte la derecha, el caciquismo, la iglesia y los capos del capital les van a poner zancadilla tras zancadilla además de intentar dividirlos por todos los medios inimaginables y cómo el pueblo está manipulado y aborregado les echará la culpa a ellos.
    Lo ideal es que se hubieran «comido el marrón» las derechas, (las derechas más a la derecha del PSOE), que son el brazo político del capital y las que nos han llevado de retroceso en retroceso a esta situación.
    No te flageles mucho con la autocrítica Carlos Sánchez Mato, la autocrítica creo que le corresponde al rebaño; pero eso es como pedir peras al olmo. El capital nos gana batalla tras batalla mediante sus omnipresentes medios de comunicación alienadores y manipuladores.

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