Medio ambiente 2
La Cumbre del Clima evidencia la desconexión entre gobiernos y sociedad civil
La COP 25 que ha albergado Madrid finaliza con sabor agridulce. Se salvaron los muebles, pero fracasó en los grandes objetivos marcado.
La 25ª Conferencia de las Partes, conocida como COP 25 o simplemente Cumbre del Clima, ha terminado con el récord de ser la más larga de la historia. No obstante, las más de 40 horas extras no sirvieron para que los casi 200 países lograran sacar adelante acuerdos con la ambición que la ciencia, a través de los múltiples informes emitidos, y la sociedad civil, con las muchas manifestaciones, exigen.
Finalmente, las Partes negociadoras solo consiguieron llegar a un acuerdo de mínimos que permitiese salvar la cita. Bajo el título ‘Chile-Madrid Time for Action‘, el documento final de la Cumbre se «anima» a los países a «aprovechar la oportunidad en 2020» para mostrar la máxima ambición ante «la urgencia de abordar el cambio climático». Asimismo, se resalta la «grave preocupación» por la «urgente necesidad» de solucionar la «brecha» que existe entre los actuales planes de recortes de emisiones y lo que realmente se necesita para mantener la temperatura por debajo del 1,5 ºC.
También se consiguió aprobar el Plan de Acción de Género, a pesar de ciertas dificultades. Este permitirá desarrollar medidas para dar respuesta al efecto desigual de la crisis climática tanto en mujeres como niñas, poniendo en valor su papel como agentes del cambio.
No obstante, el gran fracaso de la COP 25 ha sido no poder sacar adelante un acuerdo en el famoso Artículo 6 del Acuerdo de París, que regula los mercados de emisiones de carbono. Estos se consideran una herramienta crucial para contener el incremento de la temperatura global.
Hay mucha, pero que mucha, inconsciencia e incoherencia en la sociedad civil. De hecho la sociedad civil tiene tanta o más cota de responsabilidad en el cambio climático. Si los unos ofertan es porque los otros demandan.
BLACK FRIDAY CONSUMISMO = CRISIS CLIMÁTICA.
El Black Friday es ya un “día negro” para el planeta.
Y es que mantener la demanda actual necesita de ingentes materias primas, cuya extracción crece sin freno. Si en 1970 se extraían de la Tierra cerca de 22 millones de toneladas (metales, combustibles fósiles y otros recursos naturales como madera y cereales), esa cifra ya se había disparado hasta los 70 millones de toneladas en 2010. Por no hablar de las emisiones que supone. En el caso de la moda, uno de los sectores estrella de la compra en estas fechas, los datos más recientes muestran que, solo en la Unión Europea, la producción y distribución de ropa, calzado y textiles para el hogar utilizan aproximadamente 1,3 toneladas de materias primas y 104 metros cúbicos de agua por persona. En 2017 esta producción causó unos 650 kg de emisiones de CO2 por habitante. Cifras que demandan un consumo más sostenible y un mayor fomento de alternativas como la reducción, la reparación o el intercambio.
https://revista.greenpeace.es/gpm-32/consumo/