Opinión
La caza popular del disidente
"¿Qué malestar, qué ira, qué clase de odio pueden llevar años macerando unas personas que ante el intento de unos activistas de paralizar el tráfico ferroviario en una estación de Londres se lanzan a su caza, lo arrastran por las piernas, lo patean cuando lo tienen acorralado en el suelo?" pregunta la autora.
Shocking moment angry commuters drag two #ExtinctionRebellion protestors off the top of a train in Canning Town and attack them. pic.twitter.com/EZAMa9tT2t
— Mahatir Pasha (@mahatir_pasha) October 17, 2019
Pasar de sentir ira a patear a una persona indefensa, pasar de ser individuo a ser parte de la turba enardecida, es el tránsito de estar entre los seres civilizados a ser un agresor, un potencial asesino, un peligro público. Un recorrido psicológico de tamaña trascendencia debería tomar días, meses, años de reflexión, de putrefacción interna del odio hasta nublar los sentidos, de pérdida del pudor ante la consideración pública que acarrea; tiempo, mucho tiempo, para asumir sus consecuencias sociales, vitales y penales. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones es resultado de una relámpago que incendia la espina dorsal, carboniza el raciocinio y devasta la razón en segundos.
Pero, ¿qué malestar, qué ira, qué clase de odio pueden llevar años macerando unas personas que ante el intento de unos activistas de paralizar el tráfico ferroviario en una estación de Londres se lanzan a su caza, lo arrastran por las piernas, lo patean cuando lo tienen acorralado en el suelo? ¿Qué puede llevar a hombres y mujeres, que en su mayoría van a trabajar, a aplaudir esa agresión contra dos hombres que buscan llamar la atención ante la emergencia climática? ¿Qué proceso de deshumanización, de aniquilamiento de unos estándares morales compartidos, de vaciamiento ético y filosófico han vivido para comportarse así? ¿Qué clases de vidas frustradas, qué clase de trabajos desempeñan, qué relaciones humanas mantienen para que en unos instantes decidan mostrarse tan viles, tan despiadados? ¿Qué tanto tenían que perder para que no dudasen en lanzarse contra el obstáculo que se interponía en llegar a tiempo a su destino? ¿Temían perder sus empleos por el retraso o ser penalizados económicamente?
Canning Town es uno de los barrios más empobrecidos de Londres y los viajeros soliviantados se disponían a viajar en tren eléctrico, el medio de transporte más limpio de la ciudad. Por todo ello, los líderes de Extinction Rebellion reconocieron ayer el error que supuso esta acción. Pero, aún así, ¿qué hace que unas personas, en cuestión de segundos, pasen a comportarse de manera tan abyecta?
Estas imágenes son el fiel retrato de lo que ha hecho el neoliberalismo con nuestras sociedades: “arrebatarnos un horizonte moral compartido, una causa y fin a nuestras vidas, vaciar a las democracias representativas de justicia social y dejarlas en una mera sucesión de ceremonias institucionales”, como explica en una entrevista del próximo número en papel de La Marea la periodista turca Ece Temelkuran. “El vacío de causa del neoliberalismo ha sido el que han llenado los populismos de extrema derecha y el neofascismo”, sentencia.
El neoliberalismo ha convertido a masas despojadas de expectativas de mejora de vida y de una ética compartida en hordas de paramilitares del sistema. Ya no hace falta que Boris Johnson mande a la Policía a detener a los activistas de Extinction Rebellion, que consiguieron tras dos semanas de protestas que el gobierno británico declarase en mayo de este año la crisis climática. Johnson y los populistas de extrema derecha han conseguido que el pueblo se sienta legitimado y llamado a tomarse la justicia por su mano y reprima al pueblo. La caza popular del disidente está servida.
NUESTRAS VIDAS NO PUEDEN ESTAR EN MANOS DE LOS MEDIOS DE PODER, ¡JAMÁS! Pero si nada racionalmente se mueve, ¡lo están y friamente lo estarán! ¡Qué irresponsabilidad de lo más desalmado!!
La ignorancia ya es el centro de todo, ¡claro!, y muchísimos LA MUEVEN.
La ignorancia es siempre EL NO SABER qué es importante
(para el conocimiento mismo de la vida y para que todo funcione bien o no manipulado).
En el mundo objetivamente existen miles de INTERESES CREADOS (todos MOVIDOS POR SINRAZONES); pues bien, cada interés creado dirige o dicta un asentar o UN INSTALAR o un establecer una importancia, y tal importancia queda ya como establecida.
Por eso, en honor a la verdad, el cien por cien de los humanos son sin duda irresponsablemente ignorantes, sin respeto alguno a la verdad o a hacer las cosas bien de una vez por todas. En fin…, esto es lo que hay, pero ¡ante todo eso no se puede humillar o tapar más! ¡La luz no se puede tapar más! Que no se mate más. JOSÉ REPISO MOYANO http://delsentidocritico.blogspot.com/ Así es
https://es.quora.com/profile/Jos%C3%A9-Repiso-Moyano-2
El venderse al mal se hace muy fácilmente; y tras venderse todos utilizan justificaciones pilluelas, muy elaboradas, barriendo hacia el centro del ego, sofisticadas e interesadas (en excusar a favor de un seudobién inventado) tal camino.
Porque todos, en el fondo están en guerra contra la ética o contra la razón porque prevalezca sus egos o alguna sinrazón, ¡por seguro!
Porque TODO IMPULSA a que sigas a un NEGACIONISMO DE ALGUNA REALIDAD. Sí, todas las infraestructuras sociales objetivamente eso impulsan ahora mismo.
Cualquier medio de comunicación aplica cientos de negacionismos de realidades al día.
Eso, en parte, es normal; porque la sociedad que vivió durante el esclavismo (por ejemplo), por defender millones de riquezas y de premios conseguidos por los más aventajados en algún poder, se vió obligada a aplicar millones de negacionismos de la realidad. En fin, es la realidad pura y dura.
Pero, a pesar de todo, eso siempre es INMORAL, antiético y perverso. Lo que ocurre es… ¡que se hace y se vuelve a hacer!
(El mal tiene un sigilo, ante todos, ya perfecto e invencible)
(Y gana ¡totalmente! en quienes creen que no)
Una persona en cuanto es alineada-cruel-interesada (servicial a una sinrazón), lo primero que hace es QUITARLE TODOS LOS RECURSOS A LA VERDAD y dárselos a lo contrario haciendo famoso a lo irrelevante, al confundidor de cualquier bien, al entretenimiento mediático o a todo lo que realmente quite espacios a la verdad o al que bien la da a únicamente razón.
Porque el ser humano es muy difícil que no se contagie de una sinrazón, de un fanatismo a algo que cree, a una costumbre o miles de prejuicios (negacionismos de la realidad) que tiene ya preestablecidos la sociedad.
Por eso, casi todos EN MASA, en alineación (en donde están casi todos los intelectuales o los que se consideran más sabios-serviciales), machacan y silencian y torturan psicológicamente a ése Galileo o a ése que no se deja fanatizar por nada o a ése atrevido disidente o demostrador de la verdad a razón hasta los últimos límites del sufrimiento, ¡por seguro! José Repiso Moyano Al disidente le queda aguantar y soñar «lo que pueda».
Tu lo has dicho, Patricia, el neoliberalismo/dictadura del capital, la más letal y genocida de todas las dictaduras; no sólo destruye físicamente, confunde y destruye valores, sensatez, sabiduría; ha transformado la cooperación entre los seres humanos en individualismo y salvaje competición.
Ha conseguido que lxs defensorxs de los derechos y las libertades de los pueblos sean vistxs por las masas como enemigxs de los pueblos.
Y todo ello gracias a los medios de comunicación casi todos al servicio del neoliberalismo/dictadura del capital.
Es muy astuta, sabe como someter a los seres humanos y a los pueblos.
Excelente artículo. No tiene desperdicio.