Internacional

Hong Kong apuesta a caballo perdedor

"Lo que parecen ignorar los manifestantes es que Trump podría venderles por un simple acuerdo comercial", reflexiona la periodista en su análisis semanal.

Manifestación por las calles de Hong Kong. REUTERS / AMMAR AWAD

En estos tiempos de intereses partidistas y cortoplacismo político, elegir alianzas internacionales resulta una aventura incierta, como nos recuerda la traición de Trump a los kurdos de Siria. En Hong Kong, donde una vasta parte de la sociedad toma las calles desde junio para exigir más democracia, solo la desesperación explica que apuesten por suplicar la protección norteamericana como demuestran las últimas manifestaciones, en las que una marea de barras y estrellas han tapizado las calles de la región administrativa especial en lo que constituye una bofetada visual para China. 

En cierta forma, la estrategia tuvo éxito. El Congreso norteamericano ha aprobado el proyecto de Ley de Derechos Humanos y Democracia de Hong Kong, que de ser ratificado por el Senado implicará sanciones para quienes amenacen el estatuto especial de la excolonia, así como la supervisión anual por parte de Estados Unidos de que la autonomía hongkonesa es respetada por China, justificando así el estatuto comercial especial que mantiene la isla con EEUU. Y facilitará la concesión de visados a aquellos activistas que lo deseen, aunque hayan sido arrestados.

Además fue aprobado el proyecto de ley de Protección de Hong Kong, que prohibiría la venta de material militar y antidisturbios a la policía hongkonesa. Pero no se pueden ignorar los riesgos que implica esa apuesta. La Administración Trump, que se mueve a golpe de ego, entrañas y contradicciones con forma de tweets, no garantiza que las obligaciones suscritas sean respetadas, porque desde que llegó al poder solo ha destruido la credibilidad y reputación de Estados Unidos más allá de sus fronteras, facilitando el paso de China y Rusia como nuevos sheriffs mundiales con una pasmosa indiferencia.

Las escenas de banderas norteamericanas ondeando en la excolonia británica y el apoyo de Washington solo vienen a confirmar la teoría de la conspiración desarrollada por Pekín sobre la mano negra imperialista que movería, a su juicio, los hilos del movimiento democrático hongkonés, millones de personas que se resisten a aceptar un destino escrito: ser absorbidos por la China comunista en 2047, cuando terminen los 50 años de prórroga consensuados entre Pekín y Londres cuando esta devolvió su excolonia, en 1997, a la madre china con la promesa de un país, dos sistemas. 

El régimen comunista ha denunciado una “arrogante y peligrosa” intromisión en sus asuntos internos que esconde, a juicio del portavoz del Ministerio de Exteriores, Geng Shuang, “siniestras intenciones de destruir la prosperidad y la estabilidad de Hong Kong y contener el desarrollo de China”. “El Congreso norteamericano ignora los hechos y convierte el negro en blanco, describiendo graves delitos como incendios intencionales, daños a negocios y agresiones violentas como cuestiones de derechos humanos y democracia, evidenciando su doble rasero», afirmó.

Hace unos días, el presidente chino Xi Jinping ya advirtió de que “cualquier intento de dividir China en cualquier parte del país terminará en cuerpos aplastados y huesos rotos, y cualquier fuerza externa que respalde semejantes intentos será considerada una ilusa”. Una amenaza que no debería caer en saco roto dado que la última insurrección democrática que vivió China terminó con la Plaza de Tiananmen cubierta de sangre, aunque los activistas de Hong Kong lo saben. Lo que parecen ignorar es que la Administración de Trump no es tan ilusa: podría venderles por un simple acuerdo comercial. 

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Comentarios
  1. En Hong Kong los ingleses jamas permitieron la democracia y los ciudadanos de hong kong eran ciudadanos de segunda británicos de hong kong que no podian votar y no eran cuestionados para nada , solamente los british podían votar y por eso todos los que podían cambiaban de nacionalidad, eso seguramente no lo saben los pobres chicos que creen que China les trata peor que Inglaterra, la ramera que con un mes de lo robado en hong kong hacia vivir la city 365 días.
    Los re escribidores de la historia nos van a hacer llorar con las chorradas escritas sobre la colonización inglesa de hong kong que fue la zona del meollo del opio y así se introdujo y controlo el mar de china, donde las triadas vivían felices y los pobres chinos que se refugiaron viniendo de china continental vivían en el puerto en barcos de fortuna y no podían vivir en tierra firme porque no eran bien considerados y les hacían la vida imposible, si tenían el derecho de mandar a sus hijos a la escuela pero no mucho tiempo porque la vida era cara.
    Los ciudadanos de hong kong eran menospreciados en londres y el racismo era supremo, qué les pregunten a los abuelos esos chicos qué clase de vida tuvieron que llevar los que eran pobres cuando los colonizadores les robaban la posibilidad de vivir dignamente y sin ser esclavos de todo!!!

  2. Algo sospechoso hay en todo esto y quien no conoce la historia no sabe que Hong Kong nunca fue una democracia,era una colonia inglesa donde los habitantes eran súbditos sin ningún derecho propio de los ingleses,con un gobernador y junta militar que mantenían el orden sin ninguna cortapisa.Es verdad que facilitado por una corriente comercial sin ningún tipo de competencia que facilitaba tener unas buenas condiciones de sus habitantes.
    Esto va cambiando a peores condiciones dado que hay otros polos de desarrollo y exportación de ciudades chinas a su alrededor que les hace la competencia,con lo cual esas condiciones favorables van desapareciendo y es origen del malestar y protestas,sin ninguna duda apoyadas por potencias a quien realmente los derechos humanos sirven como justificación para su intervención.

  3. A China de comunista sólo le queda el nombre, igual que al PSOE de socialista.
    Y si el comunismo en China se convirtió en una dictadura, no es menos letal, sino más, la dictadura del capital. Se ha hecho con el mundo, expoliando los recursos del Planeta nos lo ha dejado destruído, agonizante, sembrado de guerras, muerte, emigración, tragedias, miseria, precariedad, nos ha despojado de valores, sensatez, nos ha idiotizado, robotizado, y lo realmente peligroso es que se sabe vender por democracia.

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