Política
Ejercicio de imaginación
Olivia Carballar recuerda el 29 de abril: "Era difícil imaginar que, con los resultados de la noche electoral, nos obligaran a ir de nuevo a las urnas"
La mañana siguiente a la noche de las elecciones del 28A pude ver en los rostros de personas que habían votado opciones de derecha una mirada seria, tristona. Por primera vez, tras dos legislaturas de gobierno del PP, la última interrumpida por la moción de censura con la que Pedro Sánchez llegó a la Moncloa y Rajoy se fue su casa, podía formarse un gobierno de izquierdas.
La mañana siguiente a la noche electoral pude ver en los rostros de personas que habían votado opciones de izquierda una mirada cantarina, alegre, y, más que alegre, en algunos casos era una mirada que había pasado del temor al alivio. La extrema derecha había logrado entrar en el Congreso, pero no al nivel de sus expectativas –o de las expectativas creadas tras su irrupción en Andalucía–.
Pero sí había algo, la mañana siguiente a la noche electoral, en lo que coincidían las personas con las que me encontré: ni las que votaron opciones de derecha ni las votaron opciones de izquierda imaginaban el escenario en el que, casi tres meses después, nos encontramos.
Lo que viene
Habrá que ver qué ficha mueve ahora Pedro Sánchez –no olvidemos, el hombre del «no es no» que ha pedido la abstención a la derecha– tras la última jugada de Pablo Iglesias –no olvidemos, el hombre que ya votó no a otra investidura fallida de Sánchez–. Porque podíamos imaginar que ganara la derecha, que gobernara incluso con la ultraderecha. Podíamos imaginar que ganara el PSOE, que gobernara incluso con Ciudadanos o con Unidas Podemos. Podíamos imaginar que los números no dieran y que hubiera que repetir nuevas elecciones. Pero era difícil imaginar que, con los resultados de la noche electoral, nos obligaran a ir de nuevo a las urnas. Y eso, lo que la inmensa mayoría no imaginó –como suele ocurrir últimamente en esta realidad usurpadora de El Mundo Today–, es lo que está a punto de pasar. O no.
p$o€: 40 años de impostura desde la Transición/traición. A estas alturas es una ingenuidad hablar de él como si fuera «de izquierdas». 40 años de políticas y alianzas reales con la derecha, les avalan.
La cara de Sánchez cuando la gente en la calle Ferraz decía «con Rivera no» era bien expresiva.
Podría formarse a lo sumo un gobierno socialdemócrata que siempre es infinitamente mejor que un gobierno de derechas que en España la derecha sigue siendo muy cafre y además cuenta con su eterna aliada la iglesia (1); pero de izquierdas y ni siquiera progresista nada de nada. No nos engañemos.
(1) El Arzobispo Oviedo, Jesús Sanz Montes, desoye el requerimiento que recibió varios meses atrás, para que en cumplimiento de la ley, retirara la placa franquista de la iglesia de Poo de Llanes. La Asociación Foro Veneranda Manzano denuncia no obedezca la Ley de Memoria Histórica que le obliga.