Política
Empresas ligadas a lobbies se hacen con más de la mitad de los contratos de la Sanidad madrileña
Un 60,35% del gasto de la Sanidad madrileña en 2017 se adjudicó a empresas asociadas a lobbies, denuncia en un informe Audita Sanidad.
En 2017, un 54,3% de los contratos, 921, fueron otorgados por la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid a empresas que pertenecen a algún tipo de grupo de presión. O lo que es lo mismo: un 60,3% del importe de la contratación pública que salió ese año a licitación, 387 millones de euros -6 de cada 10 euros-, acabaron destinados a empresas vinculadas a lobbies. Este es el principal dato que se desprende del informe Influencia de los lobbies en la Sanidad madrileña, presentado esta mañana por Auditoría Ciudadana de la Deuda en Sanidad en la librería madrileña de Traficantes de Sueños.
Esta cifra asciende hasta el 65,61% si se tiene en cuenta los más de 50 millones de euros que correspoden a dieciséis adjudicaciones de las que se desconoce “la cuantía concreta” destinada a cada empresa, recoge el documento.
En total, ese año se adjudicaron 1695 contratos mediante concurso público, con una cantidad que ascendió a 642.069.712,86 euros. Los ámbitos a los que se destinó ese dinero fueron suministros, gestión de servicios, constructoras de infraestructuras sanitarias y think tanks.
De los restantes 254.580.523,90 euros que quedan fuera del radar de los lobbies, un 43% lo aglutinan tres compañías: la empresa de limpieza Garbialdi S.A., la Fundación Instituto San José de los Hermanos de San Juan de Dios y la Clínica SEAR. En cuanto al 17% sobrante, apunta el informe, ha sido adjudicado a la pequeña y mediana empresa.
Un nombre destaca por encima del resto. Se trata de la Fundación IDIS, “el lobby más importante, no solo en la Comunidad de Madrid, sino en todo el Estado”, resalta Vicente Losada, portavoz de Audita Sanidad. IDIS se coloca a la cabeza con cerca de 300 millones de euros logrados mediante contratos adjudicados. En segundo lugar, está la Asociación España de Salud, catalogada por los autores del informe como un importante actor que influye en los medios de comunicación. La lista la continúan FARMAINDUSTRIA, con 188 millones de euros, y SEDISA, con 152 millones; ambas a su vez integrantes de la Fundación IDIS.
Para luchar contra estas prácticas, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) creó en marzo de 2016 un Registro de Grupos de Interés, pero de de carácter voluntario y público. Por ello, desde Audita Sanidad reclaman un registro de actividades de los lobbies con toda la información relevante y “relativa a los intentos de influencia y presión”, sostienen.
Audita Sanidad presentó hace unos meses otro informe en el que revelaban que la Comunidad de Madrid asignó a través de la Consejería de Sanidad 570.031 contratos menores, es decir, a dedo: un 99% del total. Este hecho les llevó el pasado 19 de junio a presentar una denuncia ante la Fiscalía Anticorrupción por presuntos delitos de prevaricación, malversación, tráfico de influencias y fraude.
Hay muchas empresas de lobbies disfrazados y pasan desapercibidos. Vean el video o cualquier otro donde esta empresa internacional de literatura religiosa como usan de tapadera para hacer negocios de venta y compra de locales, inmuebles terrenos etc. Y al mismo tiempo destrozan familias enteras.
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Más de lo mismo.
Nada que extrañar si los adoctrinan ya desde niños en el colegio en las finanzas neoliberales.
La educación como inversión financiera se antepone al derecho de la educación; la escuela, el instituto, la universidad como empresa sustituye a la comunidad democrática y solidaria, y el profesario -nuevo término que fusiona los roles de docente y empresarial- sustituye al maestro. Término que ha caído en desuso.
La obsesión enfermiza por la evaluación, uno de los paradigmas más emblemáticos del neoliberalismo, se está imponiendo en las pruebas nacionales e internacionales, como el Informe PISA. Lo verdaderamente importante son los resultados, los rankings para competir y clasificar, que presionan a los centros educativos, y estos se someten, seleccionando a los mejores alumnos y expulsando a los peores. El mercado ha entrado sin concesiones en la escuela, por lo cual esta funciona como un supermercado en el que eligen -los que pueden- las mejores ofertas. Esta situación es catastrófica para una educación democrática impregnada por los valores de solidaridad, por lo que Emilio Lledó dice “La escuela debe crear seres humanos y no ansiosos por competir, por ganarse la vida, que es la forma más fácil de perderla”. En esta educación valores como la solidaridad, la justicia social, la empatía, el reconocimiento del otro, la inclusión no solo no cuentan es que estorban, porque de lo que se trata es destacar sobre los demás, sin reparar en los medios. Lo importante es el individualismo, el egoísmo, la insolidaridad. Es puro darwinismo social. “Espabílate, búscate la vida y no te duermas, porque nadie te va ayudar”. Es el neoliberalismo con sus secuelas descarnadas.
Jurjo Torrés en su libroPolíticas educativas y construcción de personalidades neoliberales y neocoloniales (2017), incluye cuatro dimensiones de este individuo neoliberal, que se manifiestan de diferentes maneras en el currículo explícito y en el oculto. El Homo economicus, que considera el dinero como móvil fundamental de su comportamiento vital. El Homo consumens, obsesionado por el afán consumista, que le lleva a pagar un alto costo para satisfacer necesidades artificiales y totalmente prescindibles. El Homo debitor, que se ve precipitado en la necesidad de la deuda como muestra de distinción social y que posibilita la privatización de nuevos espacios de negocio, como los de los servicios públicos del Estado de bienestar.
Y el Homo numericus, dimensión en que todo se cuantifica y se mide, para prever comportamientos, para emitir diagnósticos y, sobre todo para hacer evaluaciones. Las notas de cada uno son lo importante para competir con el alumno de enfrente, que es ya un enemigo.
(Cándido Marquesán. Adoctrinamiento de la ideología neoliberal en nuestra escuela)
CAPITALISMO Y RELIGION, cómplices y enemigos acérrimos de la legítima democracia.
Del bien público, del libre pensamiento.
EUROPA LAICA ANIMA Y EXIGE AL GOBIERNO A QUE PROCEDA A LA DENUNCIA Y DEROGACIÓN DE LOS ACUERDOS CON LA SANTA SEDE DE 1979, ÚNICA FORMA REAL DE SUPRIMIR LA INJERENCIA VATICANA EN LA ACCIÓN POLÍTICA Y LEGISLATIVA ASÍ COMO LOS PRIVILEGIOS QUE LA IGLESIA CATÓLICA SIGUE DISFRUTANDO.
Las declaraciones del Nuncio Vaticano en España en las que justifica a Franco y la guerra civil, criticando abiertamente la decisión del Parlamento y del gobierno español sobre la exhumación de la momia de Franco, no deben extrañar a nadie ya que la Iglesia católica siempre ha considerado la guerra civil como una Cruzada y al franquismo un régimen legítimo; de hecho, el Vaticano fue uno de los primeros Estados del mundo en reconocer en 1938 el régimen de Franco, desoyendo las recomendaciones posteriores de la ONU de no reconocimiento.
La actuación del Gobierno ante esta inaceptable intromisión no puede quedar en solo formalizar una queja diplomática ante el Vaticano, actuación de mínimo decoro democrático completamente justificado, ni tampoco en sacar de la chistera, como si de una especie de “amenaza” con la boca pequeña se tratara, la necesaria revisión de algunos de los múltiples privilegios que el Estado sigue otorgando a la Iglesia católica. Menos aun, porque sería ya de vergüenza, que aceptada o no tal queja, retirara de la agenda política tal necesidad de revisión.
Porque esa falta de voluntad política ya la conocemos de sus anteriores incumplimientos de tipo partidario, electoral y en sede parlamentaria en relación con olvidarse de la denuncia y derogación de los Acuerdos con la Santa Sede de 1979, que esa sí que es la verdadera injerencia vaticana, que permite seguir manteniendo un Estado pseudoconfesional con cantidad de privilegios a favor de la Iglesia católica en la financiación del clero con el erario público, con exenciones fiscales de todo tipo o el adoctrinamiento religioso en las escuelas, entre otros temas concordatarios, a los que se suman, además, otras tantas situaciones de privilegio como en la enseñanza concertada, la usurpación de bienes inmatriculados que son del dominio público, el trato confesional especial en el código civil y en el penal, en la simbología institucional católica, etc.
Europa Laica viene reclamando de siempre la denuncia de estos Acuerdos que son prolongación del Concordato nacional-católico de 1953. Pero, tristemente, en la última campaña electoral ni incluso los partidos de la izquierda llevaron este asunto en sus promesas electorales, desdiciéndose de comicios anteriores. De la derecha política ya ni hablamos: sigue vinculando la nación con lo católico y por ello algunos representantes han saludado, hasta con júbilo, estas provocadoras declaraciones.
Europa Laica, hace un firme llamamiento a los partidos políticos que dicen querer conformar un gobierno progresista para que incluyan de una vez, como elemento esencial del programa de acción de gobierno, la denuncia de los Acuerdos con la Santa Sede de 1979, advirtiendo, por otra parte, que por su contenido y carácter claramente arcaico y antidemocrático, no ha lugar ni tiene sentido una revisión sino sencillamente derogados. En una sociedad moderna y democrática que se precie no es admisible actualizar una nueva componenda de privilegios o seguir reconociendo la injerencia del Vaticano en nuestra legislación interna.
Breve reflexión sobre algunas partes de la enfermedad de la sanidad pública:
https://www.youtube.com/watch?v=8GvY4ijcUkQ