Sociedad
Alcàsser en Netflix: ¿sin perspectiva feminista de qué sirve?
Entrevista a Nerea Barjola, autora de 'Microfísica sexista del poder', una investigación sobre la narrativa de terror sexual en torno a la desaparición forzada y el asesinato de tres chicas en Alcàsser.
Pesa la ausencia -y la falta de cita sobre su ausencia en los créditos- de Nerea Barjola (Santurtzi, 1980) en el documental emitido por Netflix que ha hecho que volvamos a hablar de Alcàsser. Doctora en Feminismos y Género por la UPV-EHU, lleva su firma ‘Microfísica sexista del poder’ (Virus, 2018), una investigación sobre la construcción de un relato generacional de terror sexual alrededor de la desaparición forzada y asesinato de Miriam García, Toñi Gómez y Desiré Hernández hace ya más de un cuarto de siglo. La suya es una voz necesaria de oír tras el estreno.
¿Crees que el documental vuelve a monetizar el terror sexual?
En primer lugar, lo vuelve a divulgar a gran escala, el objetivo fundamental es ese. Y por supuesto lo monetiza porque el patriarcado se sustenta sobre la base de explotación del cuerpo de las mujeres.
Primero física y mortalmente, pero después en el relato, simbólicamente, con todo el peso de la narrativa llevado por hombres: padre, criminólogo, policías, jueces, acusado, incluso los autores del documental. ¿Miriam, Toñi y Desiré son obligadas a desaparecer dos veces?
Todo eso forma parte de la construcción del relato sobre el peligro sexual que analizo en mi trabajo. Efectivamente, el conjunto social construyó una narrativa que enviaba avisos aleccionadores a toda una generación de mujeres y marcaba unas pautas de comportamiento muy claras. Emitir la radiofonía de Toñi es una prueba de ello. Las declaraciones de Juan Ignacio Blanco son barbaridades que hablan sobre quién es él y el sistema heteropatriarcal y machista del que forma parte activa y al que representa. Sin embargo, la desaparición forzada –en la terminología política que propongo- solo se produce una vez, las siguientes veces es para situar y resituar de nuevo el cuerpo de las adolescentes –y por extensión el de todas las mujeres- en lo público y como público: un cuerpo que va a ser igual de público para sus agresores como para el conjunto social.
¿La narrativa de Alcàsser es también la de dos fronteras, que en el fondo son la misma? La que se dice que las chicas cruzan y la que los medios y la sociedad intentan recomponer.
Prefiero colectivizar la idea y asignarle una única frontera, un único límite que es aquel que el conjunto social machista no va a permitir que sea traspasado. Cada vez que las mujeres transgredimos las normas impuestas, hay una reacción misógina violenta. Y el cuerpo social trata de restaurar la frontera traspasada.
El único protagonismo femenino es el de Nieves Herrero, a pesar de que su visión no aparece en el documental. Hay un momento en que inquiere a una de las amigas: “¿tú has pensado que podrías estar ahora con ellas ahora mismo si no hubieras estado enferma? ¿nunca habíais pensado tener una aventura? Dilo de verdad, sinceramente”. También “Las niñas no se habían ido, no era una aventura, las niñas estaban asesinadas. Pero será después de publicidad”. Y a continuación, una cortinilla animada y anuncio de Cinquecento con corazoncitos. En tu libro das cuenta de familias con sus hijas que van al juicio como una experiencia más atractiva que un concierto de su grupo favorito. Una mujer embarazada que también asistía aseguraba que iba a poner de nombre a su hija “Miriam Toñi y Desiré”. ¿Cómo contribuye esa espectacularización a la normalización del crimen machista?
Banaliza la violencia sexual y la convierte en puro ocio televisado, el serial Alcásser que llega hasta nuestros días y culmina con la última adaptación en Netflix. Es una forma de impedir repensar el crimen en términos políticos o feministas.
Parece como si los culpables concretos, reales o hipotéticos, fueran o desgraciados sin moral o poderosos de las élites. ¿El relato machista de Alcàsser fue fácil de articular porque en ningún momento parecía que ningún hombre medio, cualquier ciudadano de a pie, nadie “normal”, pudiera hacer “eso”?
Es una estrategia patriarcal configurar todos los relatos como excepcionales. La excepción permite articular discursos que difuminan el debate y esconden que detrás de estos asesinatos hay una ideología clara: el machismo. Si no podemos identificar el machismo -en este caso léase al agresor- de manera transversal y únicamente de forma excepcional no podemos defendernos porque el sujeto no está claro. Siempre hay una tendencia a separar a los agresores del conjunto social cotidiano y esto imposibilita contar con herramientas que nos permitan no solo defendernos sino legitimar nuestra palabra cuando somos agredidas.
¿Crees que el final del documental, con la puesta en valor de la lucha feminista -especialmente la más visible de los últimos meses- contrapone algo de justicia mediática o por el contrario lo ves algo forzado?
Totalmente forzado. No se pone en valor la lucha del movimiento feminista. La serie no tiene perspectiva feminista. En mi opinión es un final forzado por la propia dinámica de los acontecimientos, pero no es honesto. De ser así, no habrían divulgado –de nuevo- imágenes y comentarios que profundizan en la herida colectiva y en el terror sexual de toda una generación de mujeres.
«Las declaraciones de Juan Ignacio Blanco son barbaridades que hablan sobre quién es él y el sistema heteropatriarcal y machista del que forma parte activa y al que representa»
Comprando el discurso del poder y atacando a la gente que se dejó la piel y acabó como una colilla pisoteada.
Ni una palabra contra la instituciones. Ni una mención a la posibilidad real de que Alcasser no sea sólo un crimen machista sino de clase. Y esto es una cuestión imprescindible en esta historia. Alcasser fue un evento en el que el pueblo se enfrentó al discurso del poder.
«Prefiero colectivizar la idea y asignarle una única frontera, un único límite que es aquel que el conjunto social machista no va a permitir que sea traspasado. Cada vez que las mujeres transgredimos las normas impuestas, hay una reacción misógina violenta. Y el cuerpo social trata de restaurar la frontera traspasada»
Aquí sólo me queda decir una cosa: si el Estado te está subvencionando este discurso es porque le interesa y mucho. No estás entrando en la cuestión principal. La cuestión es poder vs no poder y no hombres vs mujeres.
La serie es un resumen de lo ocurrido pero un poco cobarde porque la pruebas que hay que no salen a la luz y todo lo que está tapado si hubiesen querido las hubiesen expuesto pero no como siempre creo que a ellas les gustaría que se supiese la verdad
Que bien ha venido el cajón desastre de la violencia machista o de género para que no se » rasque donde se debe rascar «…hala …y encima se apuntan el tanto…el docu en su inicio y desarrollo muy bien pero en cuanto a la conclusión …pues sinceramente a mi juicio convenientemente simplista….lo que yo no entiendo que ya huele esto y la gente se traga todo…ni siquiera se molestan en hacer un buen montaje …es que vaya tela …..
He visto el documental. Esta bien enfocado, relata los hechos y entrevista con objetividad. Lo estropea al final relacionando lo ocurrido con el patriarcado la LIVG y toda esas patrañas tan de moda hoy. Ninguna ley va a impedir que estas cosas ocurran, hay gente muy peligrosa. Educación, sentido común y prudencia como medidas de prevención, ahí es donde se debería incidir en vez de tanto discursito culpabilizando a quien no tiene culpa.
A ver si realmente miráis por las niñas y no censuráis ninguna información como se ha hecho hasta ahora en este caso o en otros similares.
Cuando se produjo ese crimen yo no vivía en este país y me enteré cuando todo el colapso mediático ya arreciaba durante las vacaciones de verano, me pareció sacado de una peli de terror y pensé en grupos paramilitares o de extrema…espero que todos los implicados lleguen a conocerse algún día porque me dio la sensación que uno pago y en la sombra quedaron otros pudientes que se fueron de rositas…no sé si las chicas llegaron o no a la discoteca(la poli dijo que no al preguntar a amigos y los del local) , si fueron drogadas , si las torturaron porque conocían a los agresores…sé que se dijo que hubo dos autopsias y que la primera altero todos muchos datos , que en la segunda se decía que fueron 6 personas como mínimo, la poli encontró solamente dos culpables , uno fue pillado y el otro sigue en paradero desconocido…
En otros países se hubiera investigado si posibles turistas estuviesen implicados , el caso Dutroux en Bélgica que tuvo eco mundial en 1996 por los crímenes horribles
Eran tiempos revueltos y en esa zona turística aunque era noviembre …????
Interesantísimo libro, complejo y profundo con postgusto: lo acabas y sigues días después asimilando lo leído