Entrevistas | Medio ambiente 2

El joven violinista que se manifiesta en solitario por el planeta: “Es realmente terrorífico protestar en Rusia”

Makichyan Arshak, a punto de cumplir 25 años, nació en Yarevan, Armenia, pero sus reivindicaciones se producen cada semana en la Plaza Pushkin, en Moscú, donde estudia violín en el conservatorio.

El joven Makichyan Arshak en una de sus muchas concentraciones en solitario.

Saben perfectamente que son el futuro, pero también que este solo será posible si se actúa. Jóvenes de todo el mundo han comenzado 2019 con el espíritu combativo que inició la activista sueca Greta Thunberg el año pasado, y que han seguido, entre otros ejemplos, Alexandria Villaseñor en Nueva York y Vanessa Nakate en Uganda. Hasta ahora, las caras visibles, siempre solitarias, han sido mujeres. “¿Puede que se deba a que las chicas son más inteligentes?”, se plantea Makichyan Arshak. Este joven, a punto de cumplir 25 años, nació en Yarevan, Armenia, pero sus reivindicaciones se producen cada semana en la Plaza Pushkin, en Moscú, donde estudia violín en el conservatorio.

Cada viernes, desde el 15 de marzo, se manifiesta él solo, como consecuencia, afirma, de las estrictas leyes rusas que únicamente permiten hacerlo de este modo sin necesidad de notificarlo al Gobierno. No obstante, en la próxima gran huelga del 24 de mayo intentará organizarse junto al sindicato de estudiantes. En La Marea charlamos con él sobre este y otros temas de importancia climática.

¿Qué le hizo abrir los ojos frente al cambio climático?

El calentamiento global ha sido siempre para mí algo teórico e irreal. Abrí los ojos por primera vez cuando leí un artículo sobre Greta Thunberg en Greenpeace internacional y, posteriormente, cuando vi la película documental Una verdad incómoda. Eso y muchos otros artículos, en su mayoría en inglés, hicieron que despertara definitivamente.

Desde que empezó siempre se ha manifestado en la Plaza Pushkin. ¿Por qué aquí y no en otro lugar?

Antes de mi primera manifestación me parecía algo irreal el hecho de que yo protestara en Rusia. Estaba asustado por la reacción de mis padres y por si acababa siendo golpeado por la policía. En mi primera manifestación por el medio ambiente pensé: «Debo hacerlo o nada tendrá sentido». Iba a ir manifestarme yo solo, pero me encontré por casualidad (no había información en ningún sitio) una protesta aprobada en el parque Sokolniki. Después, empecé a ir todas las semanas yo solo (es la única forma de protesta en Rusia que no necesita aprobación por parte del Gobierno) en la Plaza Pushkin porque había mucha gente pasando. Era un sitio simbólico para mí, ya que amo ese lugar. Pensé que sería una pena que en una ciudad tan grande nadie tomara parte de esta causa tan bonita.

Me di cuenta lo difícil que es el cambio de hábitos incluso en tu propia familia. Cosas como dejar de usar plásticos de un solo uso, volar menos y comer menos carne, dejar de comprar cosas innecesarias…. Estaba enfadado con ellos [mi familia] porque no cambiaban –o si lo hacían era muy lentamente– o no terminaban de entenderlo.

Protesta solo cada viernes desde hace dos meses, ¿cuánto más piensa aguantar?

Este año me graduaré del conservatorio y no sé qué haré después. Iba a continuar mis estudios en Berlín, pero ahora dudo, porque alguien debe protestar en Moscú todas las semanas. Si me voy a Berlín, puedo obtener mejor educación y reivindicarme desde allí, pero si nadie lo hace en Rusia entonces mi educación no valdrá para nada, porque el mundo entero no tendrá futuro. Así que pienso esperar y después decidir. Espero que alguien se una a mí en Moscú después del 24 de mayo, pero no estoy seguro, porque es muy complicado vivir aquí y realmente terrorífico protestar. Si me quedo, pondré en riesgo todo lo que tengo hasta ahora (mi familia, mi carrera y demás). Perdón por preocuparme. Es fácil decirlo, pero no es fácil hacerlo. Ya veremos.

Una queja repetida es la poca pedagogía en los colegios en torno al cambio climático. ¿Cómo ha sido en su caso?

Hasta donde me llega la memoria, los profesores nos contaban muchas cosas, pero era muy teórico y no nos decían cómo (y por qué) podemos cambiar algo. Y si ellos decían algo sobre el calentamiento global, no lo recuerdo. ¿Quizás sobre asuntos de vida o muerte deberíamos gastar más de 45 minutos?

¿Cuáles cree que tienen que ser las primeras medidas que debe tomar el gobierno de Moscú para combatir el calentamiento global?

Primero, debe prohibirse el uso de plástico desechable; potenciar el reciclaje (y crear una infraestructura para ello); y construir carriles para el uso de la bicicleta. Y, sobre todo, que la gente sepa lo que es el calentamiento global. He comprendido que la mayoría de las personas en Rusia no saben nada acerca de este y otros problemas ecológicos, porque los medios de comunicación rusos guardan silencio sobre ello.

Sobre esto último, dice que es importante que la gente sepa qué es el calentamiento global. Más allá de la estricta definición, ¿qué es el cambio climático para usted?

Para mí es duda, terror y esperanza. Porque si ganamos, cambiaremos y será mejor.

Me imagino que será difícil luchar diariamente por nuestro planeta teniendo como presidente a alguien con tantas dudas sobre las consecuencias reales del calentamiento global.

Es difícil luchar, porque en Rusia hay muchos trolls de Internet (a los que el gobierno supuestamente les paga, aunque no oficialmente, por supuesto). Ante esto, no puedes hacer nada más que manifestarte individualmente. He creado un canal de Telegram, donde voy escribiendo sobre mis actividades, además de usar el resto de redes sociales para compartir mis pensamientos sobre este gran reto ecológico.

¿Cómo informan los medios del país sobre el calentamiento global?

Los medios rusos están completamente en silencio. Nos hablan de guerras, pero no de nuestro futuro. No hay noticias sobre Greta Thunberg en nuestra televisión, ni siquiera sobre los últimos eventos en Reino Unido.

¿Ha recibido presiones para que deje de manifestarse?

Sí, por supuesto. Cada vez que salgo a manifestarme tengo miedo de acabar siendo golpeado o arrestado. En una de mis últimas protestas, varios policías me preguntaron de manera provocativa cuánto me habían pagado por estar ahí. Después, me pidieron el pasaporte y le hicieron una foto para mandársela a sus superiores. No sé qué harán la próxima vez. Desde mandar a alguien para que me peguen hasta falsificar pruebas para arrestarme por cualquier otra cosa.

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