Medio ambiente 2
El capitalismo contra el planeta
Un histórico informe de la ONU identifica que el crecimiento del sistema económico amenaza con la extinción de una de cada ocho especies y de la propia civilización humana.
La naturaleza se muere, y es por culpa del actual sistema económico global. Si no cambiamos de rumbo de manera urgente, los humanos nos convertiremos en víctimas además de culpables. Esos son los mensajes central de un histórico informe de la Plataforma Intergubernamental en Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (IPBES en sus siglas en inglés), un organismo dependiente de las Naciones Unidas que equivale al IPCC (el Panel Internacional de Expertos sobre Cambio Climático) en materia de biodiversidad.
El informe, publicado este lunes, cifra en un millón el número de especies animales y vegetales en peligro de extinción (alrededor de una octava parte del total). El ritmo de extinciones del último medio siglo no tiene precedentes desde que el ser humano está en el planeta, superando en decenas o centenares de veces los valores medios de los últimos 10 millones de años. Además, sigue acelerándose. Andreu Escrivà, doctor en biodiversidad por la Universidad de Valencia, alerta sobre ello: “Lo que me parece importante del informe, más allá de las cifras, es que tenemos un porcentaje muy elevado de especies que están en peligro crítico de desaparecer”. Asimismo, destaca que el estudio ponga énfasis en «lo necesaria que es la biodivesidad para el mantenimiento de todos los procesos que hacen posible la vida».
Según el texto, las pruebas aportadas por los miles de estudios científicos en los que se basa el informe son “aplastantes”. Uno de los principales factores de la pérdida de biodiversidad es el cambio climático, pero no el único, como recalca Escrivà. Otros son las transformaciones en el uso de la tierra y el mar, la explotación directa de organismos, la contaminación y las especies invasoras. El calentamiento global, que cada vez acelera más la tasa de extinción, podría convertirse en la primera causa de extinción de especies si no se corrige el rumbo actual, según afirmó Robert Watson, el presidente de la IPBES y anterior dirigente del IPCC. “Por lo tanto, es crucial que nos enfrentemos al cambio climático y la pérdida de biodiversidad de manera conjunta”, concluyó.
El informe de evaluación reconoce, por primera vez, que los cambios necesarios van a encontrarse con la oposición de intereses privados, y que estos intereses deben ser vencidos por el bien común. Asimismo, el documento avisa: la pérdida de biodiversidad no es solo una cuestión de extrema gravedad medioambiental, sino también económica, social, de desarrollo, de seguridad y moral. En ese sentido se manifiesta Escrivá, quien asegura que “para recuperar la vida lo que necesitamos es recuperar espacios”, un hecho que “por fin se está empezando a entender”, ya que “la vida necesita espacios conectados”.
En declaraciones al medio digital británico Unearthed, Robert Watson, ha calificado la pérdida de biodiversidad y la degradación de la naturaleza como “una amenaza tan importante para la humanidad como el cambio climático”.
“Para entender mejor y, lo que es más importante, para enfrentarnos a las principales causas del daño que está recibiendo la biodiversidad […], tenemos que entender la historia y la interconexión global de factores de cambio complejos relacionados con la demografía y la economía, así como con los valores sociales en los que se basan”, afirmó en el documento el profesor Eduardo Brondizio, uno de los codirectores de la evaluación.
Algunos datos del informe:
- La principal amenaza para la biodiversidad la constituye el cambio en el uso de la tierra y el mar, según el informe. Alrededor del 75% de toda la superficie terrestre del planeta, y el 66% de la superficie oceánica están “severamente alteradas” por las actividades humanas.
- Se extraen alrededor de 60.000 millones de toneladas de recursos del planeta al año. Es más del doble de lo que se extraía en 1980.
- Más del 85% de los humedales (claves para la lucha contra el cambio climático) que había a principios del siglo XVIII se han perdido.
- El 9% de todas las especies terrestres no podrán sobrevivir a medio plazo sin acciones urgentes para restaurar sus hábitats.
- A nivel global hay un 70% más de especies invasoras que en 1970.
- El 47% de los mamíferos no voladores y el 23% de las aves amenazadas ya han visto sus distribuciones amenazadas por el cambio climático.
- Cosechamos un 300% más de alimentos que en 1970, pero una cuarta parte de los suelos ya son significativamente menos productivos que entonces. El 11% de la población mundial sufre desnutrición.
- La mitad de la expansión agrícola ha ocurrido a costa de los bosques.
- Los ecosistemas terrestres y marinos capturan cada año 5,6 millones de toneladas de CO2 (alrededor de un 60% de las emisiones atribuibles a los combustibles fósiles).
- Cada año, los combustibles fósiles reciben 365.000 millones de dólares (unos 326.000 millones de euros) en subvenciones, lo que resulta en unos costes globales de 5 billones de dólares (4,47 billones de euros).
- La tercera parte de toda la pesca mundial es ilegal, no se declara o no está regulada.
- Entre 100 y 300 millones de personas en las costas de todo el mundo están en peligro por la pérdida de los ecosistemas litorales.
Soy un convencido que cuando la educacion contempla nada mas que la capacitacion en disciplinas con la finalidad de obtencion de reditos economicos incrementado la codicia ,el egoismo, el consumismo, la moda y la frivolidad del poder nunca podremos hacer un mundo mejor . Hoy mas que nunca hay que educar en la mesura , en lo austero , en lo humilde, en lo sobrio, en lo solidario, en la empatia con lo humano y con todas las otras especies. No hay tiempo , no se pueden seguir postergando metas estamos con temperaturas extremas incompatibles con la vida , destruimos bosques , envenenamos el aire, el agua, el suelo, empecemos a cambiar hoy. que el ambientalismo no sea sinonimo de idealismo.
China que junto con India, México, Turquía, y Estados Unidos encabezan los países con mayor contaminación del aire en el mundo, ha realizado grandes esfuerzos en los últimos años para disminuir la polución.
Al celebrarse este miércoles 5 de junio la edición 45 del Día del Medio Ambiente en China, con la temática sobre la contaminación del aire, destacan los esfuerzos del gigante asiático para reducir los niveles de las emisiones de bióxido de Carbono CO2 de su industria. La superpotencia posee la mitad de los vehículos eléctricos del mundo y el 99 por ciento de los autobuses eléctricos. Los niveles de calidad del aire en las ciudades chinas han registrado una caída del 12 por ciento en las concentraciones promedio de PM2.5 desde 2017.
El Día del Medio Ambiente tiene el objetivo de «ampliar las bases de una opinión pública bien informada y de una conducta de los individuos, de las empresas y de las colectividades inspirada en el sentido de su responsabilidad en cuanto a la conservación y la mejora del medio».
Se estima que la contaminación del aire contribuye a 7 millones de muertes prematuras cada año y es considerado por las Naciones Unidas como el mayor riesgo para la salud ambiental.
Al contrario, en Estados Unidos que bajo el gobierno del presidente Donald Trump, abandonó el acuerdo de París sobre Cambio Climático, las emisiones de dióxido de carbono crecieron un sorprendente 3.4 por ciento a lo largo 2018, alcanzando el mayor nivel en ocho años. El segundo país más contaminante del mundo se aleja drásticamente de los objetivos del acuerdo de París según los cuales debería reducir drásticamente la emisión de gases contaminantes antes de 2025.
México, cuya capital ha alcanzado niveles muy altos de contaminación en décadas pasadas, ha instrumentado varios programas para reducir los niveles de emanación de gases contaminantes, como el dióxido de carbono. Hace un lustro, México se comprometió unilateralmente a marcar el punto máximo de sus emisiones de gases de efecto invernadero para 2026 en un detallado plan de cambio climático que es el primero en su tipo entre las naciones en desarrollo. El país latinoamericano ha formado parte de un grupo pequeño pero creciente de países en desarrollo que han instado a otras naciones emergentes a asumir más responsabilidad para luchar contra el cambio climático.
En 2012, México fue el primer país en desarrollo en promulgar una ley nacional sobre el clima. La norma establecía que el país redujera las emisiones en 30 por ciento por debajo del crecimiento habitual para 2030, y 50 por ciento a mediados de siglo, pero esos objetivos estaban condicionados a la asistencia internacional.
India lanzó un plan de acción integral para controlar la contaminación del aire en Agra, una de las ciudades con mayor polución del país y donde se localiza el Taj Mahal, reconocido en 1983 como Patrimonio de la Humanidad.
En víspera del Día Mundial del Medio Ambiente, autoridades indias dieron a conocer que el Plan de Acción abarca el control de emisiones de vehículos y otras como la biomasa, los residuos de cultivos y la quema de residuos sólidos municipales.
Además, las emisiones industriales, las producidas por actividades de construcción y demolición, así como el monitoreo de la calidad del aire, entre otros. Los funcionarios principales presentes en el lanzamiento destacaron la importancia del plan de acción para establecer una hoja de ruta definitiva que permita a otras ciudades de India mitigar la contaminación del aire, apuntó.
El calentamiento global es un fenómeno que está en pleno desarrollo y eventualmente colocaría toda forma de vida en nuestra hermosa Tierra en desiderátum de extinción. La especie humana no está preparada para contrarrestar estos eventos climatológicos amenazantes que bajo ninguna circunstancias deben ser subestimados, pues se trata de un alerta que han hecho miles de científicos de todo el mundo. El capitalismo salvaje se hace la vista gorda ante esta amenaza y mientras menos se hable de ella es mucho mejor. La biosfera es finita, y el capitalismo no mide su coste, para este sistema depredador los bienes de fortuna están por encima de toda forma de vida. Igualmente la biosfera no tiene capacidad de reposición. No es posible que la humanidad aún no se haya unido para contener la vorágine del capitalismo salvaje que al parecer se ha hecho incontenible. Sobre el calentamiento global el presidente de EEUU, Donald Trump, dijo que eso era un “invento chino”, a pesar que la nación estadounidense con un población que oscila en el 5% en relación al resto del mundo, es la mayor generadora del dióxido de carbono. El alerta está sobre la mesa.
69 de las 100 entidades más ricas del planeta son empresas y no gobiernos. España se sitúa en el número 11 de la lista, justo por debajo de los grandes almacenes Walmart y por encima de la Red Eléctrica de China. Según datos aportados por Global Justice, menos del 10% de compañías mundiales ingresan más del 80% de los beneficios mundiales.
En este mundo, los derechos y libertades quedan a merced de los mercados de valores. La mercantilización de cada aspecto de la realidad se ha ido fraguando lenta y silenciosamente creando una atmósfera que lo cubre todo.
(Greenpeace-podcast Ruido Blanco)
Yo, como Enrique, también suscribo totalmente el comentario de MANUEL LOPEZ LOBO (y el de Estefanía y Romeo).
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Plataforma Biofuture: ni limpia, ni ecológica
Veinte países se han aliado con la industria para formar la llamada Plataforma Biofuture. Su meta es sustituir el petróleo con materias primas renovables para producir biocombustibles, bioplásticos y biomateriales. Pero los efectos de la bioindustria sobre los ecosistemas y la producción de alimentos son fatales.
Para prevenir los peores efectos del cambio climático, los gobiernos deben poner fin de inmediato a nuestro consumo excesivo de energía y materias primas, proteger ecosistemas como los bosques primarios, que son los mejores almacenes de carbono y planificar la transición a las energías renovables. Este sector representa el 10% del consumo mundial de energía, cifra en aumento.
Más de la mitad de la energía renovable proviene de la quema de madera y otros tipos de biomasa. Los gobiernos y organizaciones internacionales quieren impulsar aún más uso de biomasa y crear una «nueva bioeconomía». Con este fin, la Plataforma Biofuture, no sólo pretende promover la combustión de biomasa, la llamada «bioenergía moderna», sino también la producción de plásticos a partir de materias primas agrícolas.
Para ello, se necesitan enormes cantidades de madera, cultivos energéticos y materias primas agrícolas. Cubrir globalmente nuestro consumo excesivo y creciente de energía y recursos con renovables no es una solución respetuosa con el medio ambiente y el clima. Significa quemar los bosques de la tierra y cultivar árboles y plantas como palmas aceiteras en grandes monocultivos para usarlas como materia prima.
– Los bosques y árboles almacenan carbono a largo plazo, quemarlos produce tantas emisiones perjudiciales para el clima como el carbón.
– Las plantaciones industriales de árboles requieren enormes extensiones de tierra, amenazan los ecosistemas naturales, la biodiversidad, los suelos y los recursos hídricos y suponen graves conflictos por la tierra, además de condiciones de trabajo inhumanas.
– La bioeconomía absorbe también los recursos necesarios para tecnologías más respetuosas con el medio ambiente, como la energía eólica y la solar.
Más de 120 organizaciones ambientales de todo el mundo se oponen a la Plataforma Biofuture.
Firmar su carta dirigida a los gobiernos de Argentina, Brasil, Canadá, China, Dinamarca, Egipto, Estados Unidos de América, Filipinas, Finlandia, Francia, India, Indonesia, Italia, Marruecos, Mozambique, Países Bajos, Paraguay, Reino Unido, Suecia:
Rechacen la Plataforma Biofuture y exijan soluciones reales como menor consumo de materias primas, protección de los ecosistemas y agricultura sostenible.
https://www.salvalaselva.org/peticion/1152/plataforma-biofuture-ni-limpia-ni-ecologica
¡Bravo por Santiago Sáez y todos los comentarios, y por los autores del Informe de la ONU! Desgraciadamente tienen razón. Y se confirma que el Homo Sapiens (el «hombre sabio»), con su triunfante sistema económico, el capitalismo, se está suicidando y arrastrando con él a toda la vida en el planeta.
Lamentablemente, suscribo totalmente lo que comenta Manuel López Lobo y utilizo sus palabras para tuitear esta notícia.
El capitalismo y la vida son incompatibles. La condena a la desaparición del sistema capitalista es, consiguientemente, inevitable. La vida se abrira paso y surgirá un mundo nuevo con otros equilibrios. El sol puede proporcionar el sustento a la vida otros quinientos millones de años por lo menos. Pero esa transición a un mundo nuevo será tan dolorosa que probablemente, tras el colapso de la civilización, esta humanidad desaparezca.
Capitalismo y vida son incompatibles. Inevitablemente se impondrá la vida.
Al fin puedo leer algún periodista con los ojos bien abiertos. Gracias por compartir tu trabajo. Es sumamente necesario concientizar a los lectores, informar, distribuir noticias que nos deberían preocupar a todos, porque planeta Tierra hay uno solo, y es de todos. Más allá de que unos pocos se crean dueños de todo.
Muy informativo, siempre pones info de más.