‘Purplewashing’ (y machismo) en las letras del Carnaval

«Cuánto tiempo hay que esperar / que en España haya justicia / que se pudra el asesino / que pague el maltratador / Maldito el que mata sin freno / porque sale muy barato». Así dice este tango de Bravo por la música, uno de las coros que ha participado en el Concurso Oficial del Carnaval de Cádiz, un mensaje –más allá de la consideración del endurecimiento de las penas– de condena absoluta contra la violencia machista. Sin embargo, la letra continúa de este modo: “Y malditas las mujeres que no sufren pero mienten / para quedarse a unos hijos / porque los miran / como si fueran / sus propietarias. Y que acusan falsamente / La custodia, para ellas / la custodia y para ellos / hundan al padre / hundan al padre sin compasión / Yo maldigo al hombre que hiere, / al asesino, al maltratador, / pero también a esas mujeres / que con mentiras hacen que un hombre / acabe su vida en una prisión».

Femicarnaval, una cuenta de Twitter que no ha dejado pasar ni una coma (machista) de lo que se ha cantado este año sobre las tablas del Falla, reflexionaba al respecto: «De querer quedar bien a cagarla por completo. Resulta que la violencia machista es un problema muy grave y las denuncias falsas [suponen] el 0,01 (datos de la Memoria de la Fiscalía General del Estado». Y seguían en el hilo: «En conclusión, que habéis equiparado asesinatos machistas con un problema anecdótico. Si lo que tenéis es un primo que no tiene la custodia, recomendad mediación, arreglad el convenio regulador y las medidas paternofiliales». Es uno de los ejemplos, según denuncia Femicarnaval, del uso del feminismo como un lavado de cara, el denominado purplewashing. Y hay muchos más.

Este pasodoble de la comparsa Los Mequetrefes anima a seguir en la lucha feminista: “Por eso coge tu pancarta / y grita bien fuerte / aquí es 8 de marzo de enero a diciembre / que si no tus heridas jamás curarás / Sigue con tu lucha por la igualdad / aunque el país se pare / y el mundo reviente / enfréntate valiente / y no te desalientes / que tú has florecido ante la adversidad”. Más adelante, en el minuto 12.00 cantan sobre la esposa que ha abierto una cuenta de Facebook para controlar al esposo.

“De nuevo purplewashing. ¿Usamos la lucha de las mujeres para puntuar? Nosotras seguimos con el feminismo. Lo que nos hace falta es que también lo trabajéis. Otra vez somos las controladoras, celosas y pesadas”, afirman en su perfil. “Todavía existen prejuicios al feminismo. Vamos dando pasos, vamos mejorando, pero a veces nos liamos”, añaden. Escuchen esta otra letra de la comparsa El jurado, que recuerda las críticas machistas por el paso a cuartos de comparsas de mujeres el año pasado.

Al mismo tiempo, parodian el lenguaje inclusivoy terminan un cuplé con un «Tú eres bueno cantando / pero más buena está tu hermana» [en referencia al dúo Kiko y Sara].

“Una gran incoherencia criticar el machismo y no detectárselo al parodiar acciones feministas (lenguaje inclusivo). Lo que viene siendo #purplewashing«, insisten desde Femicarnaval, que surgió porque, cuentan, se arañaban la cara escuchando letras con las que no se sentían representadas. «Hacer un repertorio requiere tiempo y un gran esfuerzo, empatizamos con eso, pero analizamos el contenido porque necesitamos que se empatice con nosotras: las suegras, las del olor a pescao, la de las cachas, la vecina del quinto, Carmeluchi y Paqui…», reflexionan.

¿Es el carnaval machista? «El carnaval es una creación cultural, como tal puede cambiar y adaptarse porque lo hacemos en sociedad. De hecho, el carnaval no es igual que hace 20 años, ni los papelillos son iguales. Pero sí, hay machismo, el mismo que en otros sectores de la cultura, el deporte, la empresa… El año pasado y el anterior también hubo letras similares, las tenemos publicadas. No es una edición más machista que las anteriores, el año que viene veremos con más perspectiva de tiempo». 

Desde su punto de vista, son particularmente graves las que van en contra de la libertad sexual o que fomentan la cultura de la violación: «Lo hacen con mensajes humorísticos que, analizándolos, son lo que son. Las coplas a las denuncias falsas son cada vez más anecdóticas, puede que haya más información, o más presión por tener críticas. De todas formas, el machismo emplea la técnica de la confusión aportando o inventando datos no oficiales, desprestigiando al movimiento y generando la duda sobre el feminismo y sus objetivos».

Uno de los casos más graves, según su análisis, es esta letra de la chirigota El sábado me lo trago enterito y el domingo me lo repito. «El tatuador le tocó una teta, quiso pegarle. Del dolor del tatuaje se desmayó y se despertó desnuda con él encima. Le gustó y en vez de denunciarlo le pidió otra cita. Esto… es violación. ¿En serio un chiste sobre que nos desnuden mientras estamos inconscientes? ¿En serio creéis que si nos violan, disfrutamos y os volvemos a llamar?», denuncian desde Femicarnaval.

Otra de las cuestiones que destacan es que, a pesar de la buena intención de algunas letras referidas a la igualdad y a la violencia machista, terminan cayendo en errores y estereotipos. Es decir, «no siempre son letras feministas», aclaran. Un pasodoble de la comparsa Los venditos, dirigido a la víctima, afirma lo siguiente: 

Y esta es la respuesta de Femicádiz: «Aunque nos aconsejen que nos quitemos la venda de los ojos ante relaciones de maltrato, son los agresores los que tienen la tarea de no agredir”. Sobre la condena a la violación de una joven, de la comparsa Por ellos, en la que se dice que la sentencia debe ser que le devuelvan la pureza y el honor, Femicarnaval se hace esta pregunta: «¿Estamos en la edad media? La chica que sufre la agresión sexual es la víctima, no ha realizado acto deshonroso ninguno como para que encima tengamos que juzgarla por ya no ser ‘pura’. La pureza para el agua. Lo que queremos son derechos, libertad, feminismo».

Una consideración similar realizan sobre un tango del coro El Batallitas contra la violencia de género: «No somos mejores (santas) si aguantamos o peores si no lo hacemos. No somos más valientes si no aguantamos o cobardes por aguantar. No somos más o menos dignas si sufrimos un caso de violencia de género. ¿Por qué? Porque somos las víctimas y no se juzga a la víctima», concluyen.

Bajo el hasta #pormeuncuartodeestereotipos, en Femicarnaval recogen composiciones como esta de la chirigota Las momias de güete pa gua en la mutua: “Dicen que a Alexa (servicio de Amazon) solo le falta poder hacer un buen… informe, que la mujer está liada con el butanero y temen que les guste el tacto rectal». De la chirigota Las niñas de Mari Carmen, sostienen: “Presentan a las chicas del Telecupón. La primera pasó un calvario pero consiguió el puesto y no saben cómo. Nos recomiendan mirarle las rodillas Lo explicamos: insinúan que tuvo que hacer una felación”. Y de la chirigota Los viejos vengadores señalan: “Cuentan en el popurrí que tienen una vecina que se ha tirado a todo el bloque. Al del cuarto, el del tercero, al del segundo…  preguntan cuándo les toca a ellos”.

Pero también ha habido letras feministas. «Hay algunas que nos hacen pensar que no está el tema tan malamente (trá, trá)», responden a lo Rosalía. Este pasodoble de la comparsa Los carnívales, por ejemplo: «Pasodoblón a las que crían, cuidan, compran, limpian… –escribe Femicarnaval–. El canibalismo de hogar nos trata como criadas sin derechos. ‘Esclavas de una sociedad que el hombre hizo para el hombre. Este #8M vamos a la HUELGAFEMINISTA y hacemos Huelgadecuidados».