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El regulador español y el francés tumban el gasoducto que pretendía conectar España y Francia
El proyecto fue paralizado por el gobierno francés en 2011, pero el 15 de marzo de 2018 el ejecutivo de Mariano Rajoy hacía pública su reactivación a través del BOE.
Finalmente, todo parece indicar que el proyecto conocido como STEP/MidCat, por el que se pretendía conectar mediante un gasoducto las redes de distribución de gas natural de España y Francia, no se hará realidad. La decisión, esperada por las organizaciones ecologistas para mañana, ha sido tomada en la tarde de hoy por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y el regulador francés de la energía (CRE). Ambas han acordado que el proyecto, en su configuración y capacidades actuales, no satisface las necesidades de mercado y no es lo suficientemente maduro como para ser objeto de una decisión favorable.
El sistema de gasoductos, incluido en 2013 por la Comisión Europea en su lista de Proyectos de Interés Común (PIC), tenía un coste estimado de 3.000 millones de euros en total. Solo la interconexión estaba presupuestada en unos 400 millones de euros. La partida habría sido sufragada en su mayoría con dinero público español, francés y europeo. Detrás del proyecto se encontraban la transportista de gas española Enagás y su equivalente francesa Teréga (antigua TIGF). El gasoducto, que siempre se ha enfrentado a dudas en cuanto a su viabilidad, recibió un duro varapalo el pasado abril tras la publicación de un informe que La Marea hizo público. En el documento, encargado por la Comisión Europea a la consultora finlandesa Pöyry, se ponía en duda tanto la rentabilidad como la utilidad del proyecto. En concreto, se aseguraba que solo podría ser sostenible económicamente si se diesen tres circunstancias al mismo tiempo: una bajada del suministro de gas desde Argelia, baja demanda a nivel europeo y un incremento de precios del gas natural licuado.
Aunque las intenciones de hacer realizar la infraestructura se remonta a varios años antes, fue en 2011 cuando comenzaron las obras en la parte española.
El gasoducto fue paralizado por el gobierno francés en 2011, pero el 15 de marzo de 2018 el gobierno de Mariano Rajoy hacía pública su reactivación a través del BOE. En él se calificaba como “una infraestructura estratégica por incrementar la capacidad de interconexión de gas natural con Francia y por contribuir a la integración del mercado de este combustible fósil, avanzando hacia un mercado único europeo”.
Samuel Martín-Sosa, de Ecologistas en Acción, califica la decisión como una “recompensa” para todas las organizaciones que “hemos luchado porque impere el sentido común”. Para Martín-Sosa, “el gas es una energía sucia que no tiene cabida en una sociedad que necesita abandonar de forma urgente los combustibles fósiles”. Y concluye que el rechazo al gasoducto supone “una señal clara para aquellos que insisten en presentar al gas como un combustible limpio y de transición”. Por su parte, Josep Nualart, investigador del Observatori del Deute en la Globalització (ODG), afirma que “el hecho de que esta vez la CNMC se haya posicionado en contra” da “una perspectiva de que la institución en sí puede que esté cambiando en la manera de percibir cómo se debe configurar el sistema gasista y eléctrico español”. Asimismo, Nualart señala que, si bien la posibilidad es “mínima”, el proyecto aún podría salir adelante si se consiguiera por otra vía la financiación necesaria, aunque aventura que sería extraño que la CNMC cambiara de postura.
Tanto Catalunya en Comú como EQUO celebran el rechazo del MidCat y han anunciado que solicitarán a la Comisión Europea que elimine el MidCat de su lista de Proyectos de Interés Común. Florent Marcellesi, eurodiputado de EQUO en el grupo Verdes/ALE y vicepresidente de la Red Parlamentaria Europea para el Fomento de las Renovables (EUFORES), califica la noticia como una «clara victoria por un modelo energético limpio, justo y democrático». Para Ernest Urtasun, eurodiputado de Catalunya en Comú, «los proyectos que se deben apoyar con recursos comunitarios son aquellos que garanticen el cumplimiento de los Acuerdos de París, haciendo nuestras sociedades menos dependientes de los combustibles fósiles como es el Gas Natural”. Ambas formaciones ya enviaron una carta el pasado mes de noviembre al Gobierno de España y a la Comisión Europea pidiendo la paralización del proyecto.
Los muy respetables sres. ecolojetas que han tumbado este proyecto de gasoducto supongo que no tendrán objeción alguna a explicarle a la ciudadanía que esta decisión es una puntilla mas a la posibilidad de controlar los precios del gas natural y por ende de la electricidad en España. Mientras ellos tienen sueños húmedos con un futuro verde, los españolitos de a pie nos desangramos para pagar el aumento de precio de la luz y el gas. Gracias por mi parte señores ecolojetas, los españoles que queden sin arruinar les agredecerán el ver futuro esperanzador que han dibujado para ustedes y sus financiadores.
La producción de carne, soja, aceite de palma y cacao es responsable del 70% de toda la deforestación. La UE importa gran cantidad de estos productos y se ha comprometido a detener la deforestación para 2020 ¡Solo faltan 20 meses, debe actuar ya!
https://www.salvalaselva.org/peticion/1137/queda-poco-tiempo-la-ue-debe-detener-la-deforestacion
La Unión Europea está enredada en el negocio del marfil mucho más de lo que se quiere reconocer. Toneladas de marfil se importan, comercian y exportan. Europa sirve de comodín a los cazadores ilegales de elefantes. Por favor, exige una prohibición total del comercio de marfil.
https://www.salvalaselva.org/peticion/1076/detener-ya-el-comercio-de-marfil
321 personas defensoras de derechos humanos fueron asesinadas el último año según los datos recopilados por la organización Front Line Defenders en su último informe.
Ecologistas en Acción destaca que más de las tres cuartas partes de estos asesinatos, el 77 %, fueron a activistas que luchaban por los derechos de la tierra, el medioambiente o los pueblos indígenas.
Entre las personas asesinadas que defendían el medioambiente, destacan, en su mayoría, las vinculadas a la denuncia de industrias extractivistas.