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Julio Suárez: “El testimonio de Lolo Rico no interesa porque abofetea al sistema”
En 2015 dirigió 'Lolo Rico, la mirada no inventada', un documental centrado en la figura de la recientemente fallecida Lolo Rico, directora del mítico programa de TVE La bola de cristal.
Julio Suárez es miembro de la Guerrilla Comunicacional, un colectivo de las tierras de Girona que utiliza las obras audiovisuales como herramienta para la transformación social. En 2015 dirigió Lolo Rico, la mirada no inventada, un documental centrado en la figura de la recientemente fallecida Lolo Rico, directora del mítico programa de TVE La bola de cristal. Julio fue “uno de esos pipiolos” que no faltaban a la cita de los sábados por la mañana con un programa que era toda una inyección de cultura para los niños y los adolescentes. Lolo Rico, la mirada no inventada, ha pasado desde su estreno por diversos festivales en toda España. En 2016 recibió el Premio Oriana al mejor documental y actualmente está disponible en la plataforma Filmin.
¿Qué vio en Lolo Rico para sentir la necesidad de realizar este documental?
En La Guerrilla Comunicacional tenemos un programa que es La entrevista del mes, en el cual entrevistamos personajes que, por el hecho de que a menudo tratan temas incómodos, no tienen cabida en grandes medios de comunicación. Yo fui uno de aquellos niños que crecieron con La bola de cristal, así que pensé en Lolo Rico y me puse en contacto con ella. En aquella primera entrevista para el programa descubrí una gran mujer que se ha pasado toda su vida luchando por su libertad. Ese fue el factor más determinante. Pero, además, la vida de Lolo Rico me pareció fascinante por otras muchas razones: tuvo que salir adelante con sus siete hijos en la difícil época del franquismo, sin el apoyo de su familia ni el de su marido; al mismo tiempo, participaba en las reuniones clandestinas del Partido Comunista. Con este cúmulo de circunstancias, pensé que había un interesante material con el que sacar un documental que sirviera para poner sobre la mesa temas como la libertad y la situación de las mujeres. Estoy convencido que para las generaciones del futuro quedará su testimonio, que nos dice que lo primero que hay que hacer es luchar por la libertad de uno mismo y, a partir de ahí, desarrollar lo demás.
¿Se podría decir que el precio que pagó Lolo Rico por ser libre ha sido el de la soledad y el aislamiento mediático?
Si observas un poco nuestro sociedad, en seguida te das cuenta de que aquellos personajes que realmente han conseguido ser libres se encuentran ofuscados, apartados, no interesa su opinión, no interesa su testimonio. ¿Por qué? Porque son testimonios valientes que abofetean el sistema y no interesa darles publicidad ya que su ejemplo, su espíritu crítico, puede influir en otras personas.
¿Como acogió Lolo la propuesta?
Después de hacerle aquella primera entrevista, estuvimos un buen rato recordando los tiempos en que ella trabajaba en TVE. Entonces reparamos en el hecho de que nunca se había hecho un documental sobre Lolo o su obra, pese a que ella había recibido dos propuestas, una por parte de TVE y otra por parte de un importante canal de televisión del Estado. Pero Lolo rechazó las dos. Se siente bastante enojada con los medios de comunicación en general porque considera que manipulan la información. Entonces le remarqué el hecho de que La Guerrilla Comunicacional somos un colectivo pequeño y lo que hacemos con nuestros trabajos audiovisuales es justamente dar voz a gente que no tiene cabida en los grandes medios de comunicación. De manera que le propuse hacer un documental centrado en su figura y, sobre todo, en su aportación a la sociedad. No me interesan los documentales biográficos, no me interesa la vida de las personas, sino más bien sus aportaciones para cambiar la sociedad, para intentar que las cosas sean un poco mejor. Y no se lo pensó dos veces: nos dijo que sí, que seríamos nosotros los que haríamos el documental.
Hablamos de una mujer que muestra una gran sensibilidad con el público infantil. Considera que a los niños hay que enseñarlos a ser adultos.
Su gran especialidad era trabajar para los niños. Ese fue el potencial que más desarrolló a lo largo de su carrera profesional. Y eso se debe, principalmente, al hecho de que durante la dictadura, cuando ella comenzó a escribir, tal como estaba montado el sistema, hacerlo sobre cosas para adultos desde un punto de vista de una mujer que no podía trabajar fuera de casa estaba mal visto. Así que optó por escribir cosas para niños y se fue especializando. Fue entonces cuando se dio cuenta de la tendencia por parte de la sociedad de tratar a los niños como si fueran tontos, o seres sin conocimiento, incapaces de entender. Ella siempre tuvo claro que a los niños se les tiene que enseñar como a adultos, y no mantenerlos en la infancia porque considera que eso es una aberración. Desde sus primeros trabajos dirigidos al público infantil, Lolo siempre ha tratado a los niños como seres pensantes.
Lolo también remarca la importancia de ser personas cultas.
Efectivamente. El conocimiento te lleva a la libertad individual, te da herramientas para poder tener criterio, hacer tu propio análisis de las cosas y decidir libremente de acuerdo con unos valores y unos principios determinados. En estos momentos estamos trabajando precisamente en un documental (Leo a la vida) que trata el tema del analfabetismo político. En nuestra sociedad (mal llamada) del primer mundo no tenemos apenas analfabetos, pero sí tenemos, en cambio, muchos analfabetos políticos, personas que quizás saben leer y escribir y que sin embargo no saben leer la vida, no saben leer los mensajes que reciben, analizarlos y, a partir de aquí, tomar decisiones. Esto resulta evidente cuando vemos cómo están las cosas: los gobiernos que tenemos, los partidos a los cuales vota la gente cuando hay elecciones…
La bola de cristal fue un espacio de auténtica libertad en el campo de la televisión pública en España, una especie de oasis…
La bola de cristal fue una casualidad, un cúmulo de circunstancias que hicieron posible el programa. Eran tiempos de transición, todo comenzaba. Salíamos de una dictadura y en ese momento no había control dentro de TVE. Entonces ofrecieron a Lolo Rico la posibilidad de crear un programa dirigido al público infantil los sábados por la mañana. Y ahí estaba el secreto: los sábados por la mañana casi nadie veía la televisión, de manera que en aquel momento era un hueco que no importaba a casi nadie. Pero lo cierto es que había un público: los niños. Entonces Lolo creó un programa para niños, pero hecho como si fuera dirigido a adultos. Por eso La bola de cristal caló no solamente en los niños sino también en los adolescentes. La falta de control sobre el programa permitió que se generara un movimiento cultural considerable: se enseñaba a los niños obras como El Capital, de Marx, tranquilamente, sin que nadie dijera nada. En definitiva, era un programa lleno de mensajes de una gran riqueza. De hecho, en los inicios tenía una audiencia de unos cien mil espectadores y tres años más tarde eran ya más de cinco millones. Era un programa en el cual los seguidores veían cosas que no veían en ningún otro programa y donde los niños no se sentían tratados como tontos sino todo lo contrario.
(…)
Hasta que el gobierno, liderado en aquel momento por Felipe González, se dio cuenta de lo que estaba pasando (no solo en aquel programa sino también en el Telediario) y colocó allí a una persona clave en el mundo de la televisión, Pilar Miró, con una misión muy clara: controlar que en los teleldiarios y otros programas no se dijeran ciertas cosas. No es que Pilar Miró fuera una mala persona ni nada de eso, de hecho había hecho cosas interesantes en el mundo del cine, pero lo cierto es que su misión al frente de RTVE era evitar cosas como, por ejemplo, que se hablara mal de personajes como podían ser Ronald Reagan o Margaret Tatcher, líderes neoliberales de la época. En aquel momento comenzó verdaderamente la manipulación y la censura en la televisión pública de este país. Y esto ha continuado creciendo hasta nuestros días. De hecho aún existe una censura que ni somos capaces de imaginar.
¿Se puede recuperar la televisión pública como medio independiente y libre de presiones?
No. En la actualidad, los grandes medios sirven para hacer política y para defender los intereses de quienes mueven los hilos, las grandes corporaciones que representan las dinámicas del capitalismo global. Los medios de comunicación, si bien en un principio fueron concebidos con la misión de informar y de ser una herramienta al servicio de la ciudadanía para denunciar aquello que no funciona, han pasado a ser una arma para difundir la ideología capitalista.
El documental se pudo financiar gracias al apoyo y las aportaciones de más de 400 mecenas. La bola de cristal debió de aportarles muchas cosas como para que ahora hayan respondido así…
Sabíamos que el proyecto tendría un buen seguimiento, pero lo cierto es que no esperábamos tanto. Iniciamos el Verkami pidiendo 12.000 € y conseguimos cerca de 16.000. Calculábamos contar con el apoyo de unas 100 personas y finalmente fueron más de 440 los mecenas. Incluso hubo gente que se enteró de la campaña cuando ya había finalizado y, aún así, preguntaban si aún estaban a tiempo de participar. Gracias a esto, nos hemos dado cuenta de que La bola de Cristal dejó un sello imborrable en mucha gente. No solo era un programa didáctico sino que además también era visionario: había un sketch en el cual la Bruja Avería se presentaba como candidata a unas elecciones y en una rueda de prensa decía cosas como: “en mi mandato subirá la inflación y el paro, tendremos más parados que en toda Europa, y además les quitaremos la ropa, y también la sopa (…) provocaré una gran ruina y yo comeré golosinas. ¡Viva la política!”. Eran los años 1980 y los guiones del programa ya describían la realidad de lo que se vive actualmente, cosa que demuestra que los creadores veían más allá y que de alguna manera podían intuir por donde podrían ir los tiros de la política.
La Guerrilla Comunicacional ha tenido ciertos problemas con TVE a raíz de la necesidad de conseguir imágenes de archivo…
Necesitábamos imágenes de archivo para poder documentar los testimonios que aparecen en el documental. Entonces fuimos a TVE a solicitarlas y nos dijeron que había dos opciones: hacer una coproducción con ellos o hacer el documental libremente y, una vez acabado, TVE cedía gratuitamente las imágenes a cambio de dos emisiones en alguno de sus canales. Decidimos escoger la segunda opción a fin de evitar los inconvenientes propios de las coproducciones, así que, una vez finalizado el documental, nos presentamos allí con él para que lo vieran y comprobaran que habíamos utilizado unos diez minutos de imágenes de archivo de TVE. Nos dijeron que se pondrían en contacto con nosotros. Entretanto, pasaron nueve largos meses hasta que, cansados de esperar y de recibir excusas variadas, un día fuimos a Madrid para saber qué estaba pasando. Entonces, desde el departamento comercial nos dijeron que el programa no tenía cabida en su programación, a pesar de que es un documental cuyo formato se ajusta mucho al Imprescindibles, de La 2. Dijeron, literalmente, que parecía un documental hecho para cuatro amiguetes. Así que, después de echarse atrás en el preacuerdo que habíamos negociado, la única solución que nos quedaba era pagar por las imágenes que habíamos utilizado, cuyas tarifas eran de 2.400€ per minuto o fracción utilizada. Como ya el Verkami había finalizado y teníamos el presupuesto justo para la promoción y poca cosa más, finalmente tuvimos que pagar las imágenes con dinero de nuestro bolsillo. Tuvimos que renegociar las tarifas puesto que no teníamos suficiente para pagarlo. Así es que acabamos pagando unos 5.000€, una tarifa mínima que limita la exposición del documental ya que, por exigencia de TVE, no lo podemos llevar a cines comerciales, ni venderlo a ninguna otra televisión, ni proyectarlo fuera de España. Esto lo interpretamos como una censura. No nos dieron ninguna opción ni tuvimos margen para negociar posibles modificaciones en el documental. Sencillamente, creemos que en TVE no interesa para nada el testimonio de Lolo Rico.
* Esta entrevista fue publicada originalmente en 2017.
Gracias Julio, en tiempos en los que se cotizan los ídolos de «oro alemán» tales cuales Preyslers y Marios, Messis y Cristianos, Letizias y princesas del pueblo, el botox y las marcas, tiempos de riquezas obscenas y individuos/as insensibles e insolidarios, me gratifican personas como tú:
«No me interesan los documentales biográficos, no me interesa la vida de las personas, sino más bien sus aportaciones para cambiar la sociedad, para intentar que las cosas sean un poco mejor.
¡Oye, que entrevista más interesante y que mujer más inteligente, tú no lo eres menos Julio, se nos ha ido!.