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“Próximo año en España”, desde Berlín
La asamblea de Izquierda Unida en Berlín organiza un tour para recordar a los brigadistas y exiliados de la guerra civil española.
En pleno debate sobre el Valle de los Caídos, la exhumación del dictador Francisco Franco y la impunidad de la exaltación del franquismo, un grupo de españoles y españolas emigradas se encuentran en el Memorial de los Socialistas en Berlín. A poco más de media hora en bicicleta, desde la Plaza Rosa Luxemburgo (cerca de Alexander Platz), y tras los más de ocho kilómetros recorridos, veo por fin entre la leve niebla, el sudor y viento frío una bandera republicana española. El grupo de Izquierda Unida de la capital alemana saluda a unas veinte personas en la entrada del cementerio Friedrichsfelde, donde reposan los cuerpos de muchos brigadistas y antifascistas y donde también está el memorial, entre otros y otras, a Rosa Luxemburgo. Jaime Martínez Porro, coordinador de IU Berlín, nos da la bienvenida e introduce y presenta a quienes nos guiarán por la historia poco recordada en España. Tras los minutos de cortesía, Luis Sanz, ya dentro del Memorial, explica qué es y qué significa este espacio para la lucha contra el fascismo. Una plaza rodeada por un mural en semicírculo muestra el nombre de miles de alemanes antifascistas y víctimas del nazismo y el fascismo español. En el centro, los nombres más conocidos, como el de Rosa Luxemburgo o Ernst Thälmann, circundan el medio del memorial donde se puede leer «Die Toten Mahnen Uns» (Los muertos nos recuerdan). Y es que, a diferencia de España, donde aún se puede exaltar el fascismo, Alemania (en este caso la Antigua República Democrática Alemana) recordaba, aún hoy, a quienes lucharon contra el fascismo español en la guerra civil.
El joven guía nos habla de los brigadistas Artur Becker y Hans Beimler, que murieron en España defendiendo la II República española. Se calcula que fueron en torno a 4.000 los brigadistas alemanes, muchos de ellos y ellas nombrados en el memorial, de los cuales más de 800 murieron en España, según las explicaciones. También resaltaba que, seguramente, la cifra es superior pero, en su momento, no hubo una gran documentación de todos y todas las caídas. Frente al gran mural encontramos muchos de sus nombres y bajo este, un ramo de flores con los colores republicanos (rojo, amarillo y morado). Nos detenemos en un nombre, el escritor y brigadista E. Weinert, y Sanz nos muestra imágenes, carteles y un libro dedicado a ese terrible momento histórico. La guerra en España fue el primer escenario de lucha contra el fascismo en Europa que, tras la Segunda Guerra Mundial, luego fue abandonada por las potencias. Y de ahí, casi ochenta años de olvido de los miles y miles de brigadistas y españoles y españolas que se dejaron su vida luchando por la democracia, la igualdad y la justicia social. María Martínez, coportavoz de IU Exterior, nos lee el poema A Hans Beimler, defensor de Madrid, de Alberti, dedicado a los brigadistas, entre la emoción de las personas asistentes.
Justo al lado de este emocionante memorial, en el cementerio Friedrichsfelde, nos guía Margarita Bremer. Ella es hija de exiliados catalanes, quienes estuvieron años en campos de refugiados al sur de Francia y donde ella y sus hermanos nacieron. “Mi padre era comunista y mi madre anarquista. Se conocieron en el campo”, recuerda Margarita, en un castellano con acento alemán. La historia de la huida de sus padres y las condiciones en las que tuvieron que vivir en los campos de refugiados nos recuerda, de forma muy clara en el imaginario grupal, a la de los actuales refugiados que llegan a Europa. “Fueron hasta 500.000 los refugiados españoles y españolas”, resalta Bremer mientras rememora la importancia de los españoles en la liberación de París, ocupada por los nazis. “Hasta hace poco no hubo un reconocimiento de los españoles que formaron parte de esa resistencia”, recuerda la emocionada mujer que explica los detalles más emocionantes y duros de la vida de sus padres. La RDA los acogió en los años cincuenta, donde ella y sus hermanos crecieron y se formaron y donde sus padres tuvieron trabajo, sanidad y vivienda asegurada, tras ser expulsados de Francia mediante la operación Bolero-Papikra en plena Guerra Fría. “Las mujeres aún temían ir a Alemania por lo que había significado el régimen nazi y esto aún perduraba en la memoria”, explica Margarita, y añade la anécdota en la que su padre y sus compañeros “cantaron La Internacional en la frontera con la RDA para que los reconocieran como refugiados políticos después de ser expulsados”. Junto a su familia, también iban las hermanas Pepita y Elisa Úriz, quienes murieron en la Alemania oriental. El grupo hizo una parada frente al bloque donde vivieron las hermanas y los guías resaltaron la importancia y la lucha de las organizaciones para que la ciudad de Berlín reconozca todo el trabajo realizado por las dos mujeres en pro de los derechos de la mujer y la niñez en la UNESCO.
Finalmente, tras atravesar la inmensa avenida de Karl Marx y hacer una parada en el bloque donde vivieron las hermanas Úriz, llegamos al Volskpark, justamente en el Spanienkämpfer, el monumento dedicado a los brigadistas internacionales de la guerra española. Con la estética soviética característica, un luchador sale de una trinchera con una espada y el puño en alto a la derecha, en el centro, una placa y la izquierda, un mural que cuenta en relieve de piedra la guerra civil española. En la placa se lee “Gedenkstätte der Deutschen Interbrigadisten. Spanien, 1936-1939” (Memorial de los brigadistas alemanes. España, 1936-1939). Los jóvenes de Izquierda Unida Berlín rinden homenaje con un ramo de flores con los colores de la bandera republicana. En el centro de la plaza del memorial, Harald Wistock, de la KFSR (siglas en alemán de Luchadores y Amigos de la República Española), explica en alemán el significado de este monumento. Tras la polémica de la figura que cuestionan ciertos aspectos estéticos y simbólicos del brigadista del monumento, Wistock nos enseña la guerra civil en España moldeada en el muro frontal, donde se observan los actores de la guerra, el ejército y los poderes que dieron soporte al fascismo y las bombas contra la población, así como la defensa de Madrid. En la esquina superior derecha se observa la huida por los Pirineos. En la parte trasera, podemos ver el exilio que deja atrás esas montañas. En un punto de cerca, puede verse a La Pasionaria.
Este recorrido por las frías calles berlinesas nos emocionó a más de uno y una. Con los y las guías, conocimos historias duras y pusimos algunos nombres a los y las brigadistas y al exilio español. Salvando las diferencias, pudimos sentir algo en nuestro interior, cuando somos ahora, en otras circunstancias, otra generación de españoles y españolas emigradas quienes desde estas mismas calles berlinesas recordamos nuestra historia y rendimos homenaje a quienes dieron su juventud y su vida por la democracia y la libertad. Entre varios momentos emocionantes, nos sentimos tan identificados con Margarita y con todos y todas ellas cuando recuerda que cada Nochevieja, los y las exiliadas brindaban desde la fría Alemania diciendo: “El próximo año en España”.
La causa contra Franco
En el clásico cine Babylon, en la Plaza Rosa Luxemburgo, se estrenó el pasado 16 de octubre y se proyectó en el Café Madame el 6 de marzo en un Cine-Fórum en castellano, La causa contra Franco o Franco on trial. Un documental germano-español de Lucía Palacios y Dietmar Post. La película explica las razones de la querella argentina contra los crímenes del franquismo y sobre la memoria histórica. Es un documental completo, duro y muy claro sobre el proceso aceptado por la jueza argentina María Servini, quien investiga los crímenes de este régimen. En el actual debate de lo que significó la dictadura y los rastros que aún perduran en la España de hoy, este documental es fundamental para entender lo que somos como país. Se hace también un buen recorrido histórico para saber lo que sucedió en España, así reconocieron varios asistentes latinoamericanos y latinoamericanas al debate del café Madame.
El documental no solo retrata las muertes durante la guerra civil sino también la represión posterior e incluso retrata y recuerda a los últimos fusilados, incluso cuando el régimen aún agonizaba. La película pone de manifiesto que lo que sucedió fue un genocidio. No estaría nada mal que documentos audiovisuales así fueran parte de materia para debatir y analizar en las escuelas, universidades, centros públicos, culturales, cívicos y de memoria. En él, juristas, víctimas y familiares de víctimas dan voz a las querellas y al final a la historia de un país que ha dado la espalda a quienes sufrieron tales atroces crímenes y lucharon por la libertad. El documental llega en un momento muy importante cuando este debate está en la esfera pública. Quizás empieza a abrirse otra grieta en el Régimen del 78, que ha silenciado estas voces para no cuestionar la “modélica Transición”. Los directores reflejan lo difícil que está siendo hacer justicia en la España democrática. Todo un cuestionamiento audiovisual y bien argumentado de lo que pensábamos que era una base modélica de nuestra democracia.
Jorge A. Trujillo es socio cooperativista de ‘La Marea’.
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Exigen que los mantos de la Virgen de Falange y la División Azul sean retirados a perpetuidad.
Las asociaciones memorialistas, partidos políticos como Puyalon e Izquierda Unida, sindicatos y otros colectivos exigen que sea retirado cualquier símbolo franquista y recuerdan al Cabildo y el Arzobispado que la Ley de Memoria Democrática ya ha entrado en vigor, por lo que podrían acabar en los tribunales.
Son una docena de asociaciones memorialistas las firmantes de la nota de prensa, a la que se pueden adherir más firmando en este enlace: ARICO, AFAAEM, ARMHA, Asociación Charata Uncastillo, Amical Mauthausen y otros campos, Batallón Cinco Villas, Amehito Torrellas, Asociación Bebés Robados de Aragón, Amehita, Asociación Pozos de Caude, Círculo Republicano Manolín Abad y Justa Memoria de Novallas. A ellas se han unido una docena de partidos, sindicatos y colectivos: Ateneo Republicano de Zaragoza; Asamblea Aragonesa para la Democracia y la Soberanía RASMIA; Puyalon de Cuchas; IU Aragón; Fundaciòn 14 de Abril; MHUEL, Movimiento Hacia Un Estado Laico; SOA, Sindicato Obrero Aragonés; Mujeres Feministas Actur-Goya; La Asociación Vecinal Puente de Santiago Actur; Asociación Fosa a Fosa (Teruel); CUT, Colectivo Unitario Trabajadores; y CATA, Colectivo Aragones de Trabajo Aragonés.
http://arainfo.org/exigen-retirada-perpetuidad-mantos-fascistas-virgen-del-pilar/
España, 2018: así se exalta a Franco en el nombre de Dios. (fuente: Público).
La iglesia San Francisco de Borja, en el centro de Madrid, acogió el martes por la noche una misa en honor y gloria del dictador. “La obra de Franco es insuperable”, señaló el sacerdote, que se deshizo en elogios al general golpista durante la ceremonia.
Acaba de finalizar la misa en honor a Franco en la iglesia San Francisco de Borja en la calle Serrano de Madrid. Es martes, 20 de noviembre de 2018, aunque por lo que acabamos de escuchar en el interior de la misa y el espectáculo que se vive fuera, en la puerta de la iglesia, bien se puede pensar que estamos en los años del nacionalcatolicismo. Los asistentes a la misa continúan concentrados en la puerta. La Policía Nacional vigila. Y comienzan los gritos. “Franco, Franco, Franco”. También el Cara el Sol. Los brazos en alto. Gritos de “España ni roja ni rota”. Más salves a Franco. Y también, por qué no, insultos a los periodistas.
El espectáculo vivido fuera, sin embargo, se queda corto con lo sucedido dentro. En la misa. En el altar. Bajo la Cruz de Cristo. La puerta de la Iglesia San Francisco de Borja debe ser algo muy parecido a un túnel del tiempo. El sacerdote, al menos, así lo debió sentir. Su discurso estuvo a la altura de los mejores tiempos del nacionalcatolicismo. Un digno heredero de aquellos obispos que no hace tanto levantaban el brazo al paso del dictador.
Se refirió al dictador como “caudillo”, también como “uno de los mejores hijos de Cristo” y para rematar “como hijo excelso de la Iglesia”. Alabó el alma del dictador, su dedicación cristiana y también su obra, a la que calificó de “insuperable”. Y comenzó a citar: “las carreteras”, la “seguridad social”, los “pantanos”, “los pueblos”, la “clase media” y hasta “los bosques”. El discurso no distaba en nada del que la Fundación Francisco Franco suele pasear por los lugares que le invitan. Pero ahora se lanzaba sobre el púlpito. En el nombre de Dios.
el sacerdote leyó una cita del jesuita Roberto Rayuela para referirse a la Guerra Civil como una “cruzada de liberación” y alabar cómo el general golpista acudía “al Señor” ante “todas las situaciones más graves”.
El cura continuó llamando a los fieles a “defender lo que debemos defender” con “la sonrisa imperturbable del Caudillo”
Los elogios continuaron por esta vía. Su “dedicación a Dios”. Su asistencia a misa. Sus “ratos de lectura doctrinal”. Y el “ejercicio de las buenas virtudes”. No pareció importarle al párroco que entre tanta lectura, el general olvidara cumplir un mandamiento muy sencillo. El quinto. Ese que dice “no matarás” y que Franco violó hasta en su lecho de muerte, en septiembre de 1975, cuando mandó fusilar a cinco personas, a pesar de la presión internacional y también de Pablo VI.
La ceremonia se completó con el himno de España sonando desde el órgano y con unos versos de Manuel Machado que recibieron la única ovación que se escuchó en el interior del templo. Con esas, el sacerdote pidió a los feligreses que se dieran la paz y los feligreses se la dieron. Una paz que, paradójicamente, Franco no concedió a los españoles. Ni siquiera una vez ganada la guerra. La lista es casi interminable: miles de asesinados y desaparecidos, bebés robados, trabajo esclavo… Pero esa historia no la contó el sacerdote.
P.D. El documental «La causa contra Franco» más que bueno, debería ser de obligación verlo.
Se agradecen los actos que organizáis en Alemania, Jorge, aquí en España también se organizan actos mayormente de la iglesia y del fascismo que campan sin complejo alguno y como pez en el agua apoyados por la generación que fué adoctrinada en el francofascismo y por la desinformación y manipulación ejercida con la posterior generación.
Así, avabo de conocer que el capellán de la Virgen del Pilar le coloca durante dos horas el manto de la Falange a la virgen.
La revolución empezó en Catalunya y ójala que siga en Alemania.
Muy buen artículo, a seguir así.