El último verano antes del ‘Brexit’

Este verano ha sido el último antes de que, si todo sigue lo previsto, el Reino Unido abandone la Unión Europea el 29 de marzo de 2019. Como es de esperar, éste sigue siendo el tema que monopoliza la atención mediática, aunque durante unos meses ha tenido que ceder el protagonismo mediático al otro gran tema del verano (con permiso del Mundial de fútbol): la mayor ola de calor desde 1976. En un país donde un verano normal consiste en dos o tres semanas de calor, el haber soportado temperaturas de 25-30 grados desde abril ha provocado todo tipo de problemas: restricciones de agua en algunas regiones, problemas en la agricultura y la ganadería por la sequía, parques y bosques insólitamente amarillentos, localidades evacuadas debido a grandes incendios forestales, quejas de los usuarios del transporte público por las altas temperaturas (ni las líneas de Metro antiguas ni los autobuses nuevos tienen aire acondicionado), un incremento en la mortalidad debido a las altas temperaturas, tejados y carreteras derretidos, trenes viajando a muy lenta velocidad provocando graves retrasos debido a la dilatación de las vías por el calor, y un largo etcétera.

En cuanto a la actualidad política, el verano ha estado marcado por la constatación del fracaso de las negociaciones del Brexit, que provocó en julio las dimisiones en cadena de David Davis (el encargado de las negociaciones) y Boris Johnson (el Ministro de Exteriores), justo poco después de una reunión del gobierno que pretendía fijar una posición común dentro del Ejecutivo. David Davis argumentó para justificar su dimisión que el Reino Unido estaba haciendo demasiadas concesiones y por tanto él ya no creía en ese Brexit, mientras que Boris Johnson justificaba su decisión en que los planes de Theresa May eran «un semi-Brexit»  y convertirían el Reino Unido «en una colonia de la Unión Europea». Estas dimisiones muestran la división en los tories entre partidarios y detractores del Brexit, y a su vez entre partidarios de un Brexit blando o uno duro, lo que ha llevado al gobierno de Theresa May a tener una pésima imagen en las encuestas, y hace aumentar las especulaciones sobre su sucesor, siendo uno de los principales candidatos el mediático Boris Johnson, que no ha desaprovechado el verano para iniciar una polémica al decir que las mujeres con burka parecen buzones de correos o ladronas de bancos.

Se ha estado hablando de la posibilidad, cada vez más real, de que la salida del Reino Unido de la Unión Europea se produzca sin ningún tipo de acuerdo, con lo que los flujos comerciales entre ambos se regirían por las normas de la Organización Mundial del Comercio. Las posibilidades de una salida sin acuerdo serían de un 50%, en opinión del ministro de Exteriores de Letonia o el ministro de Finanzas danés, o incluso de un 60% según el Secretario de Comercio Internacional britanico. Al fin y al cabo, ya hace tiempo que Theresa May defendió que una salida sin acuerdo es mejor que un mal acuerdo («no deal is better than a bad deal»). En previsión de este posible escenario el gobierno británico ha iniciado la publicación de decenas de informes técnicos en los que se detallan las consecuencias que tendría una salida no negociada. Así, estos informe hablan del impacto que tendría en asuntos tales como los servicios financieros, los permisos de conducción, los viajes con mascotas, el tratamiento de datos, la importación de medicinas, las becas Erasmus, el etiquetado de alimentos, los seguros de coches y una larga lista de temas. Estos informes se irán haciendo públicos a lo largo de los próximos meses con la intención de que ciudadanos y empresas estén preparados para este escenario. Así, por ejemplo, Highways England (la empresa estatal que opera las autopistas inglesas), ha confirmado que, en caso de un Brexit sin acuerdo, están en condiciones de poner baños portátiles a lo largo de 20 kilómetros que darían servicio a los miles de camiones retenidos durante días o semanas en la autopista M20, que llega al puerto de Dover, el mayor puerto del Canal de la Mancha

Sin embargo, en los últimos días, y tras la amenaza por parte británica de pagar la factura del Brexit con retraso, ha habido declaraciones de ambas partes en las que se da a entender que el acuerdo parece más cercano, lo que ha provocado una revalorización de la libra esterlina. En especial, destacan las declaraciones de Michel Barnier, el jefe de los negociadores de la Unión Europea, en las que dijo que la UE ofrecería al Reino Unido «un acuerdo como nunca antes se ha establecido con otro país». Oficialmente la fecha límite para alcanzar un acuerdo sigue siendo la cumbre de la EU del 18 de octubre, pero extraoficialmente ya se habla de extender las negociaciones hasta mediados de noviembre, en la siguiente cumbre. La fecha límite por calendario (que permitiría a ambas partes ratificar los acuerdos antes de Brexit) sería la cumbre del 13 de diciembre.

Visita de Trump al Reino Unido

Sin duda la noticia más mediática del verano ha sido la visita de cuatro días de Donald Trump al Reino Unido, que se produjo entre el 11 y el 15 de julio. Ha sido recibido por multitudinarias manifestaciones de protesta, incluyendo un llamativo globo de 6 metros de un bebé con la cara de Trump, aunque todas las reuniones en su agenda se llevaron a cabo fuera de la capital. La visita se completó con una cena de gala, una reunión con Theresa May, un té con la reina, y una estancia en su propio campo de golf en Escocia. No hubo ningún anuncio destacable, aparte de la constatación de que la «relación especial» de Estados Unidos y Reino Unido se mantiene plenamente vigente. Tras esta visita, Donald Trump puso rumbo a Helsinki, donde se reunió con Putin.

Acusaciones de antisemitismo en el Partido Laborista

Durante todo el verano la prensa ha lanzado acusaciones de antisemitismo sobre Jeremy Corbyn y el Partido Laborista en general. Para ello han rebuscado en su pasado y difundido ampliamente una serie de noticias de hace varios años. Primero salió a la luz un evento en 2010 al que Corbyn asistió y en el que un superviviente del Holocausto comparó Israel con los nazis. Después se difundió una foto en la que Corbyn aparece con un ramo de flores en Túnez en 2014: según la prensa era un homenaje a los terroristas palestinos de Septiembre Negro que asesinaron a 11 integrantes del equipo olímpico israelí en los JJOO de Munich 1972, ya que las tumbas de algunos de los integrantes del comando están en ese cementerio. Corbyn, sin embargo, argumenta que fue a Túnez invitado a una conferencia, a la que también fue un diputado conservador, y el homenaje en el que él participo fue a las víctimas del bombardeo de Túnez por parte de Israel en 1985, en el que 60 personas murieron al ser bombardeada la sede de la OLP, donde se supone que Arafat debía estar en ese momento. Tambien ha salido a la luz un video de 2013 en el que Corbyn criticaba a un grupo de sionistas británicos diciendo que «habiendo vivido en este país por mucho tiempo, probablemente todas sus vidas, no entienden la ironía inglesa», comentario que ha sido recibido por parte de algunos líderes religiosos judíos como antisemita, y que Corbyn defiende que ha sido sacado de contexto.

Gira de Theresa May por África

Theresa May ha realizado su primera visita como primera ministra a tierras africanas. En su viaje, acompañada de un séquito de 28 empresarios, ha visitado Sudáfrica, Nigeria y Kenia, con la intención de ampliar y fortalecer lazos comerciales con vistas a un futuro cercano fuera de la Unión Europea, y reafirmar el liderazgo del Reino Unido en la África anglófona. Para ello, May se ha fijado como objetivos el convertir al Reino Unido en el mayor inversor del G7 en África en 2022, y el seguir cumpliendo con el 0,7% de Ayuda al Desarrollo. Además, se ha llegado a un acuerdo por el  que los militares británicos entrenarán a los keniatas y nigerianos en su lucha contra los grupos islamistas radicales de Al-Shabaab y Boko Haram, respectivamente.

Blue-Momentum

Al igual que la organización política Momentum organizó en 2015 una afiliación masiva de ciudadanos de izquierdas al Partido Laborista que culminó con la elección de Jeremy Corbyn como su líder, ahora diversos grupos de Brexiters (partidarios del Brexit) han comenzado a afiliarse en gran número al Partido Conservador, empezando por aquellos distritos electorales cuyo líder está a favor de la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea. Muchos dirigentes conservadores piensan que los nuevos afiliados son antiguos votantes del UKIP (el partido que pedía el referéndum del Brexit, y que fue el más votado en las elecciones europeas de 2014) y que el objetivo último es echar a Theresa May y poner en su lugar a algún partidario de un Brexit duro, como por ejemplo Boris Johnson, ex-ministro de Exteriores.

Dimisión de Alex Salmond

El que fuera jefe del Gobierno escocés entre 2007 y 2014, jefe del Partido Nacionalista Escocés durante dos décadas, y artífice del referéndum de independencia escocés de 2014, ha sido acusado de acoso sexual y ha dimitido de todos sus cargos en el partido. Alex Salmond niega las acusaciones de que en 2013, siendo «primer ministro» escocés, acosara a dos empleadas en su residencia oficial y las intentara besar tras haber bebido, y ha iniciado una exitosa campaña de crowdfunding en la que ha recaudado en tiempo récord la cantidad de 100.000 libras para su defensa legal. Asimismo, ha declarado que en cuanto logre limpiar su nombre tiene intención de volver a la vida política.

Prohibición de venta de bebidas energéticas a menores de edad

El gobierno britanico ha anunciado que tramitará una ley para prohibir la venta de bebidas energéticas a menores de edad, dado su alto contenido en cafeína y azúcares, y podría imponer multas de hasta 2.500 libras para los comercios infractores. Esta iniciativa nace de la evidencia del vínculo entre el consumo de estas bebidas y varios problemas de salud, como por ejemplo la obesidad. Hace ya años que, por propia voluntad, las principales cadenas de supermercados no venden estas bebidas a menores de 16 años, en un país donde más de dos tercios de chicos de 10 a 17 años, y un cuarto de niños de 6 a 9 años consumen estas bebidas.

Encuestas

Las negociaciones del Brexit no están transcurriendo según lo previsto, y esto se esta reflejando en la opinión pública: si bien hace algo más de un año la sociedad británica apoyaba la manera en que se está gestionando el Brexit, ahora podemos ver en esta encuesta que un 76% de los ciudadanos desaprueba la gestión de las negociaciones para la salida de la UE, y un 60% piensa que el gobierno de Theresa May no conseguirá un buen acuerdo (y sólo un 22% que se alcanzará uno bueno).

Otra encuesta sitúa la aprobación de las negociaciones en un 10% y la desaprobación en un 78%, lo que ha afectado a la imagen de la Primera Ministra, ya que su índice de aprobación es de sólo un 24%, ya que incluso el 51% de los que votaron a favor del Brexit piensan que se alcanzará un mal acuerdo.

Así pues, con un gobierno débil y dividido, que depende del apoyo de los 10 diputados unionistas norirlandeses (que a toda costa quieren evitar una frontera dura entre Irlanda e Irlanda del Norte),  con una popularidad bajo mínimos, y con la incertidumbre del no saber qué ocurrirá con el Brexit o si finalmente siquiera se llevará a cabo o no, se disparan los rumores sobre un posible segundo referéndum o un adelanto electoral. A pesar de todo, los conservadores siguen liderando las encuestas con un 39%, por un 37% de los laboristas y un 10% de los liberal-demócratas. Corbyn sigue sin capitalizar el descontento, ya que al ser preguntados sobre quién sería mejor Primer Ministro, un 35% contesta que Theresa May y solo un 23% Jeremy Corbyn.