Economía social | OTRAS NOTICIAS
Park Slope Food: Hay vida fuera del Mercadona
Solo sus miembros pueden comprar y los precios son, de media, entre un 20% y un 40% más baratos. "Nos esforzamos por reducir el impacto de nuestros estilos de vida", aseguran.
El Park Slope Food abrió sus puertas en Brooklyn (Nueva York) en 1973. Tiene una superficie de 1.000 metros cuadrados, unos 16.000 socios y socias y reinvierte los beneficios en la actividad o apoyando la creación de nuevos supermercados en otras ciudades. Solo sus miembros pueden comprar y los precios son, de media, entre un 20% y un 40% más baratos que los aplicados por las cadenas de distribución. «Compartimos responsabilidades y beneficios por igual. Nos esforzamos por ser empleadores y vecinos responsables y éticos. Somos un agente de compras para nuestros miembros y no un agente de ventas para ninguna industria. Somos parte y apoyamos el movimiento cooperativo», explican.
Lo que hay en las estanterías de este supermercado son productos mínimamente procesados ??y saludables. «Buscamos evitar aquellos que dependen de la explotación de otros. Apoyamos la agricultura sostenible no tóxica. Nos esforzamos por reducir el impacto de nuestros estilos de vida en el mundo que compartimos con otras especies y generaciones futuras. Preferimos comprar a productores locales amigables con el planeta. Reciclamos. Tratamos de predicar con el ejemplo, educándonos a nosotros mismos y a los demás sobre la salud y la nutrición, la cooperación y el medio ambiente». El modelo del Park Sloope Food fue puesto en marcha por primera vez en Europa, hace apenas tres años, con La Louve, en París. «Es este tipo de supermercado el que puede cambiar profundamente la relación de nuestra sociedad con el consumo», afirmó uno de sus impulsores, Tom Boothe, en la promoción del documental Food Coop, que narra precisamente la historia del Park Slope.
En España, este tipo de iniciativas cada vez son más frecuentes y, lo que es mejor, demuestran que el modelo funciona. El ejemplo más veterano es Landare, una asociación de consumidores y consumidoras de productos ecológicos de la comarca de Pamplona que dispone ya de dos locales. La filosofía de su actividad es transformar el mundo con la cesta de la compra y con algo tan cotidiano como desayunar, comer y cenar. «Apostamos por productos de cercanía y por un trato directo con productores y productoras, que permita establecer relaciones de intercambio justas y mutuamente beneficiosas», resumen.
Labore, en Bilbao, es un proyecto de soberanía alimentaria que se presenta también como una alternativa a las grandes superficies y el negocio en torno a la alimentación que está generando el capitalismo. «Tenemos muchas razones para desconfiar de la calidad alimentaria de lo que nos venden. Cuando hablamos de alimentación de calidad, hablamos de productos ecológicos, o producciones de confianza contrastada. Siempre asegurando conocer la procedencia y la producción de lo que consumimos; basándonos en la confianza que nos da la garantía participativa», sostienen. Entre sus aspiraciones, destaca la recuperación del rol social del campesinado: «Entendemos que defendiendo la dignidad de la gente que trabaja la tierra y el impulso por un modelo de producción agroecológica, los habitantes de la ciudad recuperaremos nuestra relación con la tierra».
El Encinar nació en Granada a finales del año 1993. La compra de productos se hacía mediante pedidos con una semana de antelación. En Vigo funciona Árbore; en Valencia, Som Alimentació; en Alicante, Biotremol; y en Madrid, el proyecto Mares también está trabajando en ideas para promover y consolidar propuestas económicas que incluyan toda la cadena alimentaria.
En Valladolid está Ecogermen el el Barrio Girón, una cooperativa que prioriza el consumo de proximidad, ético y ecológico.
Conozco Landare, un espacioso establecimiento en el Barrio de la Rotxapea en Iruña. Nada más entrar, el olor de tantos y variados alimentos de calidad me despierta el apetito.
Lo de Mercadona es el reflejo de la inmadurez de este país. Mientras la gente entra allí a chorro, a seguir enriqueciendo al segundo tiburón del país, del opus dei además (una secta más que oscura), un mal patriota (importa y manufactura en gran medida fuera del país), un mal nacido además, pués Cáritas de Lorca le pedía los excedentes para los damnificados por el terremoto y no sólo no se los daba sino que echaba lejía en el contenedor; mientras ves a la gente entrar a chorro en Mercadona, la mayoría de los pequeños comercios de la ciudad han tenido que cerrar.
En Zaragoza se está constituyendo la cooperativa Coópolis. La previsión es abrir tras los Pilares en el barrio del Arrabal. Y para contactar disponemos del e-mail cerrandocirculos@ protonmail.com
Estuendo articulo!! y en Valencia o alrededores hay algo parecido?
En Zaragoza la cooperativa Coópolis participa en el Mercado Social, el proximo sábado 22.
Es la ocasión para conocer de primera mano y sentir que somos parte de una i.iciativa global porco-crear entornos donde las personas se conectan social y economicamente…de manera diferente.
Info Cerrandocirculos@protonmail.com
Y en Granada «El encinar». Son estupendos!
en Salamanca funciana La Sandía, con más de 20 años. Está en la calle Pérez Oliva
Y en Sevilla La Ortiga con mas de 20 años