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Soy viajero, no como los pobres
"Son las vacaciones, donde la desigualdad, el clasismo y la distinción social aparecen de forma descarnada".
No veo el momento de pasear este mes por Dorothergasse y disfrutar de un vienés en el café que Leopold Hawelka abrió en la calle por la que paseaba Kafka cuando visitaba la capital austriaca. Disfrutar de la música clásica callejera y desgastar las botas por los empedrados imperiales. Viajar y enriquecerme culturalmente, no como esos lumpen de barrio que pierden sus vacaciones tirados en una playa masificada del Mediterráneo español comiendo en un buffet de saldillo para ahorrar y gastarse el dinero en cubatas de garrafón, y emborracharse después hasta volver a la playa a dormirla. Qué poca clase. Porque aquí también influye la clase, y creerse mejor por hacer lo primero es también clasismo. Estamos obsesionados por distinguirnos del resto, por ser mejores que los que tenemos al lado aunque seamos lo mismo. Y somos peores cuando nos creemos mejores por ver la galeria Uffizi sin acabar de comprender lo que vemos mientras juzgamos a quien disfruta tirado en una tumbona de Benalmádena.
Son las vacaciones, donde la desigualdad, el clasismo y la distinción socialaparecen de forma descarnada. Los pobres son turistas cuando pueden permitirse dejar el barrio una semana, la gente con estilo es viajera, aunque coja un vuelo barato para poder hacerse una foto frente a la torre Eiffel para colgar en Instagram. Turista o preferente. Albergue o casa rural. Hostal u hotel. Infinidad de estratos que te sitúan en el lugar que te corresponde. Las contradicciones comienzan a golpearte en la cara cuando viajas a una ciudad europea y ves una pintada que dice “Il turisti ci rubano il centro”, le haces una foto y no te das por aludido hasta que vuelves a casa y haces la misma pintada en castellano en el centro, pero esta vez de tu ciudad. Los alemanes nos echan de nuestras casas cuando visitan Madrid mientras echamos de sus casas a los polacos cuando viajamos a Cracovia. Buscas el mejor precio y te culpas por no tener más recursos.
Las circunstancias personales, culturales y económicas de cada uno son las que marcan la manera en la que se afronta la manera de viajar de cada clase, de cada individuo, todos creemos que la nuestra es la mejor manera de disfrutar y consideramos que los que no lo hacen como nosotros no saben pasarlo bien en su descanso. Porque a lo mejor lo que necesitan es un simple descanso. Dejar de sufrir unas jornadas extenuantes puede ser lo único que alguien necesite para sus vacaciones. En la piscina, en el pueblo, en la montaña o en su casa. Y eso cuando puedan permitírselas, si su trabajo precario les da derecho a ellas, porque siempre existen periferias de precariedad y alguien que no pueda soñar con lo que otro desprecia. No juzguemos a nadie por la manera de decidir sus vacaciones. Por no consumir el viaje más eficiente, contaminante o lesivo para el medio ambiente. No todos pueden elegir.
Un modelo como el nuestro destinado al turismo obliga a la mayoría a servir en el descanso de los que más tienen, al turismo que viene a nuestro país, y también a servirnos a nosotros cuando disfrutamos de nuestras vacaciones. Olvidamos que existen masas de trabajadoras y trabajadores temporales y precarios imprescindibles para que nosotros disfutemos de nuestros derechos. Poco podemos hacer para darles su merecido descanso, tratemos a los de nuestra clase con la consideración y tacto que merecen. Sin ellos no seremos turistas de borrachera, ni viajeros de salacot calado, tan solo snobs desclasados con ganas de distinguirse de los suyos. Buen viaje.
“Da gusto la capacidad de movilización del feminismo y los pensionistas, pero ¿dónde están los trabajadores y trabajadoras?”
Agustín Moreno, profesor de Historia jubilado, exdirigente de CCOO y referente del activismo por la educación pública
Aviso obligatorio por su gravedad, tanto para el snob que está paseando por Dorothergasse cómo para los lumpen del Mediterráneo, deberíamos empezar a preocuparnos todxs, lxs que estáis en vacaciones (siento molestaros) y lxs que no.
Provocaciones fascistas en Zaragoza cómo seguramente deben suceder en otros puntos de la España que no hizo bien la Transición, es decir, seguimos en manos de los golpistas del 36:
Nuevo ataque fascista en Zaragoza contra las sedes de ZeC, Podemos, PSOE, Puyalón, CGT y CNT.
“Esto empieza a ser algo preocupante, no es una cosa de unos locos. Estamos con un ambiente que cada vez está más crispado y la única forma de poner fin a esta crispación es cumplir con la Ley de Memoria Histórica”, apuntaba la portavoz de Zaragoza en Común, Maribel Martínez. Por su parte, Puyalón de Cuchas acusa a la Delegación del Gobierno en Aragón de «inacción ante los grupos fascistas que con las mentiras y la ideología del odio intentan envenenar a esta sociedad».
http://arainfo.org/nuevo-ataque-fascista-en-zaragoza-contra-las-sedes-de-zec-podemos-psoe-puyalon-y-cgt/
Por supuesto que lo primero es que se puedan disfrutar, ya bien sea por llevar todo el año trabajando o parado sin trabajar con una rutina aburrida y desconcertante de cara al futuro, lo importante es desconectar de todo para coger fuerzas y poder seguir la lucha diaria de cada uno…
Da igual si es en una playa maxificada, en un lugar original poco visitado o si es en tu ciudad haciendo cosas que normalmente nunca puedes hacer, el caso, es desconectar y disfrutar como mejor crea cada cual para afrontar el resto de año más aliviado y relajado…
http://elbarruso.simplesite.com/
Pues tú mismo estás haciendo clasificación. Algunos les gusta ir a playas abarrotadas porque así hacen amigos y no sienten ningún tipo de emoción por tomar un café en el mismo sitio que lo hacía Kafka. Otra cosa es que no tengas dinero ni para una cervecita en el bar de la esquina de tu casa. Yo lo de la CLASE es un invento, malo por cierto. En una de estas a lo mejor hacemos lo que nos gusta.