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Cuba: una oportunidad irrevocable
"Los cambios que se avecinan en la isla representan una oportunidad también en materia de lucha contra el cambio climático", reflexiona Pierre Lebret.
Pierre Lebret // La mayor de las Antillas se prepara para una nueva constitución. ¿Una oportunidad? Sí, una oportunidad que le pertenece al pueblo cubano. Una ocasión para reconocer lo que funciona y cambiar lo que no. En todo el país se están distribuyendo ejemplares del proyecto constitucional entre la población para su debido debate y reflexión entre el 13 de agosto y el 15 de noviembre del presente año.
A poco más de los primeros cien días de su gestión, Miguel Díaz Canel, el nuevo presidente del Consejo de Estado de Cuba y del Consejo de Ministros ha expresado su voluntad de establecer una nueva Carta Magna y enlazar las reformas necesarias para el desarrollo nacional con el carácter socialista del modelo cubano. Sin duda, Cuba debe proteger su modelo educacional, mantener su liderazgo en materia de salud y preservar su identidad cultural, pues hay conquistas en las cuales no se debe retroceder. La pregunta que todos se hacen respecto de este nuevo proyecto constitucional es hacia qué dirección se orientará el país caribeño. Lo cierto, es que no existen recetas hechas ni atajos en el camino. Algunos expresan su temor de que Cuba pierda autenticidad. Lo doblemente cierto, es que cada país puede emprender los cambios que estime pertinentes para su desarrollo, en función de las demandas de su sociedad y de sus propias particularidades.
El desafío será la búsqueda de un desarrollo más inclusivo y sostenible, responder a las aspiraciones de un pueblo que aún sufre las consecuencias del bloqueo estadounidense.
Pero claramente, instaurar una nueva constitución es la gran oportunidad para implementar cambios. Por ejemplo, profundizar el trabajo liderado por Mariela Castro en el Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), reconocer a las parejas del mismo sexo e instalar una verdadera agenda contra la discriminación de género.
En el ámbito económico, al reconocer en este proyecto constitucional la propiedad privada y el rol del mercado en la economía, el país está intentando considerar las variables necesarias para un mayor dinamismo que permita aumentar sus capacidades productivas, el desarrollo de nuevas infraestructuras y mejores perspectivas laborales. Raúl Castro había logrado promover el emprendimiento privado autorizando el desarrollo de los cuentapropistas. Hoy, según cifras oficiales, estos representaran el 13% de la fuerza laboral del país.
En cuanto a la promoción de la inversión extranjera, existe un claro interés por parte de algunos países y grupos económicos en hacer negocios en Cuba. Sin embargo, las autoridades saben que esta inversión no puede estar asociada con la visión del capitalismo exacerbado, el cual puede atentar contra las identidades culturales, además de alterar y destruir los ecosistemas. Inversiones estratégicas para el desarrollo sostenible, es de hecho lo que han entendido las autoridades francesas al reforzar su cooperación con Cuba desde el año 2015, emprendiendo proyectos en áreas estratégicas como la agricultura o el desarrollo de infraestructuras ferroviarias.
Los cambios que se avecinan en la isla representan una oportunidad también en materia de lucha contra el cambio climático. Sabemos que la región del Caribe, y Cuba en particular, está sufriendo las consecuencias directas de este fenómeno. Solo falta recordar las épocas de sequías, o los huracanes Matthew e Irma. El cambio climático más allá de cualquier retórica, está ligado –como lo demuestra la evidencia científica- al comportamiento humano, por ello solo actuando sobre nosotros mismos podremos atenuar esta frenética carrera hacia el desastre. Cuba tiene una ventaja en la materia: su sistema educacional, que puede permitir emprender más rápidamente acciones a favor de una transición ecológica.
Todos los países necesitan encadenar acciones con las de futuras generaciones, requieren hacer de los procesos de desarrollo, un diálogo permanente, una conversación sobre la sostenibilidad. En la historia de la humanidad, ocurrieron múltiples revoluciones, y ahora es necesario iniciar una nueva, una que debe ser central en nuestras vidas y permitir abrir nuestras miradas sobre lo que nos rodea, sobre nuestro entorno, requerimos una revolución en nuestra relación con la tierra. No podemos seguir postergando una revolución que detenga la locura depredatoria y asegure mínimamente las condiciones ambientales en que vivirán los hombres y mujeres del futuro. Como decía José Martí: “quien vive para todos continúa viviendo en todos, dulce premio”.
Para que su revolución no caiga en una fatídica ilusión, Cuba sigue su camino, se atreve y enfrenta un momento histórico: su oportunidad irrevocable.
Pierre Lebret es cientista político y experto en cooperación internacional para el desarrollo. Ha trabajado en la Comisión Económica América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas, fue funcionario del gobierno de la ex presidenta de Chile Michelle Bachelet, y co-autor de la exposición fotográfica y literaria “La Habana Intangible” realizada en Chile y Cuba.
Este periodista es un adorador del castrismo.
Una carta magna, dominada y hecha a la medida de un unico partido politico.
Es muy cierto que debe llegar a existir una DEMOCRACIA sin tapujos, ni obligaciones dirigidas a un solo partido. Es necesario permitir la libre expresión con el mejor y mayor de los respetos, y además de que se asegure que no se tomen represalias ante las opiniones en contra de las que emita ese gobierno.
Permitir que todos los de origen cubano residentes en el extranjero puedan hacer sus alegaciones, ya que en VIOLACIÓN, de la actual constitución, no les es permitido visitar su propio país, si no disponen de un pasaporte cubano (muy caro).
Son muchas las correcciones a realizar, antes de hacer creer, que permitirán cambios a favor de las relaciones sociales y económicas, internas y externas
Que ingenuo este periodista a no ser que sea un admirador de Cuba etc, hace menos de un mes dijo Diaz Canel que no piensen los cubanos en convertirse en millonarios que los principios de la revolucion no se comercian muchos inversionistas cuando el gobierno los quiere fuera de Cuba les crea una causa politica y va preso a cumplir los años que ellos quieran,se le confisca el negocio pasando a manos del estado esa una de las razones por las que los inteligentes no invierten en Cuba.
CUBA JAMAS CAMBIARA MIENTRAS NO HAIGA UNA VERDADERA DEMOCRACIA Y NO QUEDE RASTRO DE LOS CASTRO TODO SEGUIRA IGUAL RAUL (MUEVE SUS TITERES)EXTRANJERO QUE.INVIERTA EN CUBA CUANDO CUBA LO QUIERA SACAR DEL JUEGO Y APROPIARSE DE SU NEGOCIO LE CREAN CAUSA POLITICA VA A LA CARCEL Y NO TIENE DERECHO A NADA ABSOLUTAMENTE.