Medio ambiente | Medio ambiente 2 | OTRAS NOTICIAS

“La mejor medida para disminuir el impacto del turismo es no hacer turismo”

Charlamos con el colectivo Contra el diluvio, cuyo principal objetivo es luchar contra el cambio climático y sus consecuencias. "No hay una forma sostenible de viajar al otro lado del mundo para dos semanas, así que la forma principal de turismo debe desaparecer cuanto antes", concluye.

Cartel contra los pisos turísticos en Barcelona. REUTERS

Puedes comprar #LaMarea62 en kioscos y en nuestra tienda online. Puedes suscribirte aquí.

¿Podremos viajar sin cambiar los modos de vida de la población autóctona, las economías locales… sin dañar el planeta? ¿O tendremos que asumir sencillamente que no podremos viajar? Charlamos con el colectivo Contra el diluvio, cuyo principal objetivo es luchar contra el cambio climático y sus consecuencias.

¿Hacia dónde va el turismo? ¿Cómo se puede hacer un turismo responsable en una sociedad capitalista?

El turismo, como cualquier actividad lucrativa dentro del capitalismo, tiende a la expansión absoluta dentro de unos límites que va empujando cada vez más, arrasando con todo lo que se interponga entre él y sus beneficios. Lo vemos hoy en la gentrificación de los barrios, el aumento del precio de los alquileres y la expulsión de vecinas hacia la periferia. Tiene también un efecto menos visible a corto plazo pero igualmente dañino como emisor de gases de efecto invernadero (un estudio de este año lo responsabiliza del 8% de las emisiones a nivel global).

https://kiosco.lamarea.com/categoria-producto/suscripciones/

¿Es entonces imposible un turismo responsable?

Hay pocas esperanzas de poder hacer un turismo sostenible y respetuoso con los destinos turísticos y el planeta dentro del capitalismo. Por supuesto, ninguna tendencia es imparable, y los movimientos sociales que están surgiendo sin cesar, que se resisten a que se los lleven por delante sin plantar cara, demuestran que todavía hay esperanza; movimientos antigentrificación, por el derecho a la ciudad, en defensa de los inquilinos frente a caseros y turismo, y ecologistas son la prueba de que hay más opción que la resignación.

¿Qué se puede hacer desde la perspectiva individual?

A nivel individual, un turismo de cercanía parece mejor opción que volar hasta Tailandia, y ciertas prácticas en el lugar de destino pueden disminuir levemente nuestro impacto como turistas, pero es un sector que se presta poco a la sostenibilidad (casi imposible no contribuir a la gentrificación, la burbuja del alquiler, etc. cuando decidimos viajar), así que la mejor medida para disminuir el impacto del turismo es no hacer turismo.

¿Pero creen que dejaremos de coger aviones pensando en el daño medioambiental? Es decir, ¿veremos políticas gubernamentales que restrinjan viajes como hemos visto, por ejemplo, con las restricciones de tráfico en el centro de Madrid por los picos de alta contaminación?

Esperemos que sí. El avión es particularmente dañino para el medioambiente debido no solo a la cantidad de GEI que emite sino a la altura en la que lo hace. Además, suele ser el medio menos necesario: las distancias medias pueden recorrerse habitualmente en medios menos contaminantes, y la gran mayoría de la población no suele tener motivos de peso para recorrer grandes distancias de forma habitual.

Pero muchas personas que antes no viajaban porque no podían hacerlo económicamente, ahora sí…

El aumento de las emisiones relacionadas con la aviación en los últimos años y la popularización de los viajes low-cost (que en realidad cuestan lo mismo pero se externaliza al resto de la sociedad su coste real) parecen en el imaginario colectivo a veces un fenómeno imparable, pero nada más lejos de la realidad. No hace ni 25 años, coger dos aviones en tres días para echar el fin de semana en Londres era impensable para casi todo el mundo, y nadie se moría por eso. Disminuir y cambiar radicalmente la forma en la que viajamos es un ataque directo a todo lo que nos dicen que es deseable (lo vimos en algunas reacciones a una infografía que sacamos hace poco sobre qué hacer individualmente contra el cambio climático), pero es inevitable si queremos seguir teniendo un mundo que poder conocer.

De todas formas, los gobiernos no aplicarán medidas restrictivas si no hay un empuje fuerte desde abajo para hacerlo. Los intereses económicos del turismo pesan mucho, así que hará falta empujar entre todas. Además, la forma que tomen esas restricciones también dependerá del enfoque que intentemos imponer: la solución más evidente dentro del marco del capitalismo es el aumento del precio de los combustibles, que es una medida regresiva (afectará principalmente a las personas con menos dinero y no supondrá un problema para quienes sí lo tienen, que habitualmente son quienes más deben reducir sus emisiones).

¿Ven entonces posible dejar de viajar algún día en el sentido tradicional que conocemos por turismo?

Sí, preferiblemente hoy. Es indispensable que forcemos a gobiernos y Estados a disminuir los daños derivados de actividades como el turismo, pero no podemos esperar a eso para hacer algo: no hay una forma sostenible de viajar al otro lado del mundo para dos semanas, así que la forma principal de turismo debe desaparecer cuanto antes. Sin embargo, eso no tiene que significar una vida reducida al trabajo y a casa. Reorganizar la producción y ponerla al servicio de las personas (y no del capital) es una reivindicación fundamental de la lucha contra el cambio climático y, en esa lucha, debemos apostar por una sociedad postcapitalista en la que el trabajo esté mucho más repartido y se eliminen todas aquellas ramas de la producción insostenibles o innecesarias para satisfacer las necesidades de todas. En una sociedad con menos trabajo y más repartido dispondremos de más tiempo libre y de más vacaciones, y este excedente de tiempo respecto al del que disponemos actualmente, junto con restricciones a las formas más nocivas de transporte (como el avión) podría dar lugar a una nueva forma sostenible de conocer el mundo, más parecida a viajar que a hacer turismo.

Si te gusta este artículo, apóyanos con una donación.

¿Sabes lo que cuesta este artículo?

Publicar esta pieza ha requerido la participación de varias personas. Un artículo es siempre un trabajo de equipo en el que participan periodistas, responsables de edición de texto e imágenes, programación, redes sociales… Según la complejidad del tema, sobre todo si es un reportaje de investigación, el coste será más o menos elevado. La principal fuente de financiación de lamarea.com son las suscripciones. Si crees en el periodismo independiente, colabora.

Comentarios
  1. Pues nada, los jóvenes de 20 años nos quedamos en nuestra casita y solo vemos los cuatro pueblos que nos rodean, lo dice como si cada fin de semana fuésemos a una punta del mundo. Y ya unimos gentrificacion con contaminación bajo el manto del capitalismo porque en realidad quiero hacer una crítica a todo que no aporte absolutamente nada, a ver si con la polarización de grupo consigo unos cuantos borregos que compartan mi noticia de mierda.
    Y escribo esto desde el Festival Rototom donde conozco a gente de todo el mundo y de todas las culturas, y hasta nos emborrachamos y todo ¿Donde quedó aquello de que el racismo se cura viajando?

  2. Es enternecedor el esperítu decimonónico de clases sociales que exhala la entrevista.
    El resumen es que solo los ricos pueden moralmente viajar. Los pobretones domingueros y de low cost, queda feo y manchan el paisaje. Ya se sabe que para los ecologistas los pobres siempre les estamos manchando el paisaje.
    Me imagino que solo los líderes de la vanguardia del pueblo, los elegidos por la historia tendrán derecho moral a viajar.

  3. Los sistemas actuales de combate de incendios no están preparados para enfrentar un nuevo problema con raíz en las alteraciones climáticas.

    Científicos de las universidades de Wyoming (Estados Unidos) y Granada (España) predicen que el aumento de la temperatura en las últimas décadas debido al cambio climático provocará más y más incendios naturales en los Estados Unidos, en Europa y otras regiones del mundo. Estos fuegos serán más incontrolables, más peligrosos y más dañinos.

    En este país ni escarmentamos ni los prevenimos.
    En algunas comunidades más que en otras los montes muestran una dejadez extrema,
    troncos secos, ramas, hay más seco que verde.
    Ni la sociedad ni la administración están interesadas en la limpieza y la conservación de los montes.
    En esta tarea es tan primordial como positiva se daría empleo además a muchas personas y si no hay presupuesto para algo tan imprescindible se detrae de los presupuestos destinados a causas secundarias e incluso negativas a las cuales están yendo irreflexivamente nuestros impuestos.

  4. Hay varias maneras de conocer otros lugares..EL VIAJANTE QUE VENDE PRODUCTOS..EL VIAJERO QUE QUIERE APRENDER..EL COOPERANTE QUE LLEVA AYUDAS..Y EL TURISTA QUE ES EL ANIMAL MAS ESTÚPIDO,FATUO Y PRESUNTUOSO DE TODOS..ESO SI EN TRES DIAS VISITO DIEZ CIUDADES Y CINCO MUSEOS..

  5. Odio el lowcost. ¿Es que todo lo tenemos que hacer compulsivamente? Turistear se puede hacer por internet, si te gusta ver las cosas en 3D cómprate unas gafas de realidad virtual, no hace falta coger un avión 10 horas para pasear por Manhattan 2

  6. Una entrevista muy interesante. Le pregunto a la parte entrevistada: ¿cuáles son esas externalidades asociadas a los viajes low-cost, que se trasladan a la sociedad?

  7. Toda la razón y muy pocas esperanzas. Ese todos que cita el entrevistado son los todos que turistean, cogen aviones, y consumen descerebradamente móvil en mano, y están encantados de hacerse el selfie en la zona turística y subirlo a instagramos. Esos todos consumen fast food porque es más barata, y beben bebidas azucaradas y agua embotellada de ingerir y tirar el plástico en cualquier sitio. esos todos consumen comida transportada y preparada por sus otros vecinos esclavos mientras tragan también basura por tv el sábado noche Esos todos somos casi todos, atrapados en un sistema que vacía conciencias y hace de lo superficial -estuve en Nueva York, mira qué fotos- y low cost una aspiración desinspirada.Viajar al pueblo o la comarca de la casa de los tíos o los abuelos es de pobres. Viajar en autobus en vez de en tu flamante utilitario es de pobres. Nos tienen tan engañados que cuando las consecuencias del derroche del «primer mundo» sean más palpables la ostia nos pillará quejándonos de que no funciona el aire acondicionado.

  8. Socialismo o barbarie.

    El estres, la competitividad de la sociedad capitalista, el mal rollo en los trabajos te empuja a huir lejos, las ofertas de las agencias de viajes del sistema capitalista te los ponen asequibles.
    Con otro sistema de valores más armónico que hiciera que uno se sintiera bien con uno mismo y su entorno casi que no habría tanta necesidad de viajar compulsivamente.

  9. Tambien los incendios, y toco madera…
    LUCHAMOS CONTRA EL FUEGO.
    LOS BOMBEROS FORESTALES PIDEN AL GOBIERNO QUE RECONOZCA SU CATEGORIA PROFESIONAL
    Tan sólo pedimos que se reconozca nuestra profesión con el excepcional nivel de peligrosidad, toxicidad y penalidad que tiene.
    El año pasado ardieron en España más de 147.000 hectáreas. Fue el segundo peor año de incendios en la última década. En su extinción participamos miles de bomberos forestales que no estamos reconocidos como tal. A algunos nos contratan como peones de caza, otros como peones agrícolas…pero no como bomberos forestales.

    No tener ese reconocimiento implica que tampoco se nos reconocen las enfermedades propias de nuestra actividad. Tampoco los reconocimientos reductores para poder jubilarnos por ser una profesión de alto riesgo. Ni siquiera se da una formación acorde a la actividad real que realizamos, lo cual va en perjuicio de la sociedad. Os sorprendería saber que en el cómputo de horas que dedicamos a nuestra profesión son más las horas de disponibilidad -con menor remuneración- que las horas que trabajamos. ¿Quién puede conciliar así? Siendo servicios de emergencias – no reconocidos legalmente como tal – tenemos que estar disponibles durante todo el verano sin un personal suficiente que permita descansar aunque sean unos días.

    Cada verano nos jugamos la vida por nuestros montes, para proteger nuestra flora y fauna, estando al pie del cañón. Trabajamos para defender nuestro patrimonio rural y por eso merecemos hacerlo en condiciones dignas y con derechos.

    En marzo de este año el Gobierno vetó una tramitación de ley del Estatuto del bombero forestal porque supondría un aumento de los presupuestos.
    https://www.change.org/p/luchamos-contra-el-fuego-reconozcan-la-categoría-profesional-de-los-bomberos-forestales/sign?j=395789&sfmc_sub=146946593&l=150_HTML&

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.