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¿Qué es el orgullo cooperativista?
La Marea, medio editado por la sociedad cooperativa MÁSPúblico, cree firmemente en el movimiento cooperativo como la manera de promover una soberanía colectiva y distribuida sobre la economía
- “Generamos un tejido productivo más justo y sostenible y consumimos mejor”, Brenda Chávez, miembro de la junta directiva de REAS.
El Teatro del Barrio de Madrid acogió el pasado lunes un debate promovido por La Marea con agentes de la Economía Social y Solidaria. Al encuentro para hablar de #OrgulloCooperativista acudieron profesionales y activistas de sectores como la hostelería (El Fogón Verde), la financiación ética (Coop57), los suministros eléctricos (Som Energía, La Corriente), los medios de comunicación (La Marea, Alternativas Económicas, El Salto) y la cultura (el propio teatro). A estas entidades se suma REAS, red de redes de la economía social y solidaria a nivel estatal.
La Marea, medio editado por la sociedad cooperativa MÁSPúblico, cree firmemente en el movimiento cooperativo como la manera de promover una soberanía colectiva y distribuida sobre la economía. Es un valor compartido con compañeros de otros medios de comunicación, como Juan Pedro Velázquez de la revista Alternativas Económicas, quien confirma que “se trabaja con más libertad y con muchísimo más compañerismo y poniendo las relaciones personales antes de los intereses económicos”.
Algo similar a lo que opina Eduardo Cimadevila, cooperativista trabajador del restaurante ecológico y vegetariano El Fogón Verde, para quien “el orgullo cooperativista es llevar al entorno laboral nuestros principios, nuestros valores, nuestra ética, nuestra ideología política y demostrar que sí se puede funcionar de esta manera”.
Tras los ataques mediáticos que ha sufrido el sector en las últimas semanas, particularmente en Madrid y en Barcelona, el movimiento cooperativo ha defendido la construcción de alternativas de consumo, servicios y empleo. Para Brenda Chávez, de REAS, “a las cooperativas se las ha tomado como arma arrojadiza después de todo el culebrón de Cifuentes y está sirviendo como una forma de guerra política, que realmente no tiene que ver con el objeto social que desempeñan estas entidades, sino con un fuego político un tanto siniestro”, a lo que Velázquez añade que “se está empezando a atacar a las cooperativas porque resultan un poco molestas al sistema. Hacer las cosas de manera distinta y poner el interés de la gente por delante el interés de las grandes empresas tiene sus riesgos”.