Opinión | Política

Rajoy se despide

“En democracia, un presidente se va cuando lo dicen los electores o la Cámara. Y por eso estoy yo aquí”, dijo el presidente del Gobierno.

Mariano Rajoy dice "adiós" al salir del Congreso. DANI GAGO / DISO

Toda la bancada popular, en pie, aplaude la última intervención del presidente del Gobierno. Mariano Rajoy se sienta. Sus diputados y diputadas siguen aplaudiendo en pie. Coge la cartera bordada con su cargo y su nombre. La bancada sigue aplaudiendo en pie. Cierra la cartera y se levanta. Se da la vuelta para saludar a los representantes de su partido. La ovación se cierra. Mariano Rajoy coge la cartera y sale del hemiciclo con paso de marcha matutino mientras sigue despidiéndose. La ovación continúa y se apaga con la salida del presidente del Gobierno del hemiciclo.

El final no se corresponde con la lucha parlamentaria que Rajoy ha dado durante su discurso. No piensa dimitir, tendrán que derribarlo. Una actitud que hace honor a su mítica trayectoria de resistencia, que pretende dejar a los demás la iniciativa para buscar el error. “En democracia, un presidente se va cuando lo dicen los electores o la Cámara. Y por eso estoy yo aquí”, sentenció un Mariano Rajoy desafiante ante la petición de dimisión del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez.

El discurso del dirigente socialista ha sido correcto. Sin buscar molestar demasiado a todos aquellos grupos que pueden prestarle su apoyo. Una intervención que en su primera parte pareciera la exposición de motivos de un decreto o una propuesta no legislativa, una retahíla de menciones al valor constitucional de la moción de censura como legítima herramienta para descabalgar al presidente del Gobierno. Una invocación constante al espíritu de la Constitución y a la necesidad de recuperar el descrédito político e institucional que el Ejecutivo provoca con su incapacidad para asumir responsabilidades políticas tras la sentencia de la Gürtel: “Dimita señor, Rajoy. Y todo acabará”. Una petición sorprendente en plena moción que evitaría la llegada al poder de Pedro Sánchez. Movimiento de defensa que pretendía adelantarse a una posible salida por peteneras del presidente y, además, presentarse como hombre de Estado que no quiere el poder sobre cualquier cosa.

Sánchez apeló al patriotismo civil para justificar la moción de censura y estableció una posición dilemática para el resto de formaciones: “Rajoy sí, o Rajoy no. No hay terceras vías”, dijo. Una declamación extraña viniendo de un socioliberal. En diversas ocasiones prometió diálogo con el Govern catalán y con el Gobierno de Euskadi apelando al reconocimiento de la diversidad de nuestro país. La iniciativa fue muy bien recibida en la bancada del PdCAT, que no se molestó en ocultar.

El PNV se mantuvo silente, impasible, hasta cuando Pedro Sánchez afirmó que mantendría los presupuestos generales aprobados esta semana por el PP y que rechazó con su voto. Aitor Esteban acabará con la incertidumbre en su intervención en el Congreso a partir de las 15.00 horas de esta tarde. Será entonces cuando sabremos si la despedida de Rajoy fue sincera o solo una apreciación de este periodista buscando confirmar su propio sesgo. Esperemos.

Actualización 17.30 h.: El PNV ya ha confirmado su apoyo a la moción de censura. Rajoy no ha acudido al Congreso. 

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Comentarios
  1. Un francofascista, jefe de una panda de ladrones, corruptos, falsos, dirigiendo la «honrada» y «honesta» «democracia» española, asentada sobre la impunidad de los crímenes de la dictadura, sobre más de 100.000 calaveras de los mejores hijos de España fusilados en defensa de la legalidad, los valores y los derechos del pueblo que aún esperan Verdad y Justicia en las cunetas del país.
    Por la impunidad de la Transición ha sido posible que fuera presidente, igual que sus antecesores del mismo signo, y por la misma impunidad de la Transición que no rompió con el guión establecido por los golpistas vencedores, este país adoctrinado y manipulado al que no le importa la condición moral de sus representantes, les volverá a votar.

    Carta de un lectorm de El Punt (Joan Collet – Vilassar de Mar)
    ¿QUIEN HA PEDIDO PERDON?
    ¿Quien ha pedido perdón por las 200.000 personas que mandó fusilar el más grande asesino de la historia de España? NADIE.
    Me sorprende que la iglesia pida perdón ahora y no lo pida por llevar bajo palio durante tantos y tantos años al gran asesino, bendiciendo de aquella manera en nombre de Dios sus fusilamientos.
    ¿Quien pide perdón por los largos años de la dictadura? ¿Quien pide perdón por las generaciones que nacioeron y vivieron sin derechos fundamentales? ¿Quien pide perdón por los hijos e hijas de lxs fusiladxs que crecieron sin padre o sin madre o sin ámbas cosas? ¿Quien pide perdón?.
    En esta España se pide perdonar 900 muertos (ETA fue una consecuencia del golpe y dictadura); pero se glorifica repetidamente, de palabra y hecho, a los responsables de más de un millón de muertos.
    Es de esta España de la que nos queremos separar.

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