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Yo también lloro
"Zoido declara que el torturador Billy El Niño conservará su medalla y así queda claro que en España la tortura se premia".
1. f. Grave dolor físico o psicológico infligido a alguien, con métodos y utensilios diversos, con el fin de obtener de él una confesión, o como medio de castigo.
La tortura existe. Empiezo por ahí porque podría parecer imposible, y si no hubiera tantos ejemplos, a mí me lo parecería. Existe la realidad de un ser humano infligiendo dolor, tormento, martirio a otro, golpeando, rebanando, desgarrando, lacerando su cuerpo una y otra vez, rompiéndolo minuciosamente. Una y otra vez. Dicha aberración, en sociedades decentes, dignas, se condena y se castiga. En España, no. Por ejemplo, si el torturador perpetró su crimen durante la dictadura franquista, ni se le condena ni se le castiga.
En España la tortura se premia.
En julio de 1977 Rodolfo Martín Villa impuso la medalla de plata al Mérito Policial al torturador Antonio González Pacheco, Billy El Niño*, siendo presidente el antes Secretario General del Movimiento Adolfo Suárez. Los relatos de las víctimas de Billy El Niño resultan sobrecogedores. El paso de Martín Villa por el Ministerio de Interior y la Vicepresidencia del Gobierno dejó tras de sí nueve de las trece jefaturas superiores de policía existentes bajo la dirección de antiguos miembros de la Brigada Político-Social. La condecoración con la que premió los “trabajos” del torturador le regala un plus del 15% en su pensión.
La tortura en España se premia. Se premiaba en 1977 y se premia hoy.
Este miércoles 30 de mayo de 2018, el ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, ha vuelto a premiar la tortura. Preguntado por Pablo Iglesias, ha rechazado la posibilidad de retirar su medalla a Billy El Niño. Según el ministro, «no parece que haya justificación legal” para hacerlo. No retirar el premio a la tortura significa reconocer y reafirmar dicho galardón.
Tras relatar diversos testimonios de las personas torturadas en la sesión de control al Gobierno y recibir la negativa de Zoido, Iglesias ha llorado. Yo también.
Lloro por constatar que vivo en una sociedad cuyo Gobierno premia la tortura. Lloro porque cuando Zoido afirma que el PSOE tampoco le retiró la medalla tiene razón. Lloro porque ya no me cabe duda de que dejaré a mis hijos un país bárbaro. Lloro porque he vivido años sin luchar contra ello. Lloro por la simple evidencia de que la tortura no solo existe, no solo no se castiga, sino que se celebra. Lloro al comprobar que, en los últimos 40 años, quisimos creer que el PSOE merecía un ápice de confianza.
Lloro un desconsuelo histórico y afilado que ya es herida sin cicatriz.
*La justicia española rechazó su extradición tras la solicitud de la jueza argentina que instruye la causa contra el franquismo. Dos juzgados de Madrid han rechazado dos querellas al considerar que no existe delito de lesa humanidad y que el delito de tortura ha prescrito.
Vivimos en un país que mantiene la cultura franquista. No está tan lejos el escándalo revisionista publicado por la Real Academia de Historia, edulcorando la imagen de la dictadura. La corrupción histórica es avalada por la Judicatura que se acoge a la ley de Amnistía para correr un tupido velo sobre los horrores del franquismo desde el Alzamiento de 1936 y exculpa a los denunciados por la Justicia Argentina (la Querella).
Perduran aquí partidos fascistas de viejo y nuevo tipo, Fundaciones como la Francisco Franco, General Yagüe o la División Azul.
Ministros del franquismo escamotean sus responsabilidades ante las demandas de investigación procedentes del ámbito de la Querella Argentina (algunos se libran… porque fallecen). Los símbolos de la memoria franquista perduran aún en calles y perduran también sus monumentos (sus Memoriales, desde el Valle a otros más disimulados como el dedicado en Madrid a los Alzados del Cuartel de la Montaña cerca del Templo Debord)…, mientras los de quienes defendimos la libertad y la igualdad son laminados a golpe de piqueta (las cárceles), pintarrajeados, o reconvertidos en Paradores Nacionales (el viejo campo de concentración de San Marcos en León) o en conventos limpios de polvo y paja (San Pedro Cardeña en Burgos y tantos otros).
El bosque franco-fascista es enorme y su desarrollo cancerígeno.
Y me preocupa mucho que un árbol (en este caso Billy el Niño) acabe ocultándolo y desfigurando tan siniestro paisaje en lugar de contribuir a hacerlo visible en toda su extensión. Eso suele ocurrir a veces, cuando la justicia no sabe–no contesta y el tiempo pasa y corre a favor de los verdugos y en contra de las víctimas.
http://vientosur.info/spip.php?article13853
MATILDE LANDA, REPUBLICANA, NO PUDIERON COLGAR DE TU PECHO NI CRUCIFIJOS NI SOTANAS.
https://www.youtube.com/watch?v=i4H4k2iIB38
Desde hace pocas semanas, el callejero de Madrid es ligeramente más feminista y menos franquista, al haberse sustituido las placas que antes ensalzaban al General Aranda por otras con el nombre de Matilde Landa. La tarde del pasado 24 de mayo el distrito de Tetuán organizó un acto para rendir homenaje a la figura de Landa impulsado por la Asamblea Feminista 8M de Tetuán y que contó con la colaboración de la asociación vecinal Ventilla-Almenara. El objetivo homenajear su figura y recuperar su historia para la memoria de Madrid.
Matilde Landa es un símbolo por su trabajo durante la guerra en la atención a la infancia, la evacuación de niñas y niños y la dirección de las tareas de auxilio a personas refugiadas. En sus años en prisión, también se convirtió en un referente para las presas al ayudar a las condenadas a muerte como ella a conmutar sus sentencias desde la ‘oficina de penadas’.
A Lidia Falcón, Billy el niño mientras le torturaba le dijo: “Ya no parirás más, puta”. A Rosa María García le llevaron a recorrer Madrid para reconocer pisos francos y le utilizaron de escudo humano. A Jesús Rodríguez, sin mediar palabra, le golpearon en los genitales. A Chato Galante le golpeó con la culata de una pistola y le dijo: “Ya puedes decir por ahí que te ha abierto la cabeza Billy el Niño”. A Willy Meyer le hizo una falsa ejecución tras encañonarle con una pistola.
Ese es parte del currículum conocido de Antonio González Pacheco, alias Billy el Niño, un antiguo miembro de la policía franquista y que además de inspector del Cuerpo Superior de Policía fue torturador durante la transición.
Cientos de víctimas han relatado los tormentos a los que les sometió. Su caso supone un ejemplo de cómo España no juzga los delitos del Franquismo, pese a las reiteradas exigencias de la ONU. Ha llegado el momento de decir basta.
?Por eso te pedimos que te sumes a esta petición, para exigir al Ministro del Interior que retire cualquier tipo de condecoración y compensación que tenga en su haber Billy el Niño.
https://www.change.org/p/ministerio-de-interior-que-le-retiren-la-medalla-al-torturador-billy-el-niño/sign?j=343007&sfmc_sub=146946593&l=32_HTML&u=61303985&mid=7259810&jb=5