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“La imagen se ha convertido en una obsesión, el contenido se ha quedado a un lado”

El escritor y músico Iñaki Domínguez lanza su nuevo libro sobre “visionarios, locos y criminales del siglo XX”.

El filósofo, antropólogo cultural y escritor Iñaki Domínguez. Foto: Silvia Varela.

Tras semanas de espera, por fin llamamos a Iñaki Domínguez (Barcelona, 1981) porque queríamos comentar sus dos libros. Este barcelonés criado en Madrid es filósofo y antropólogo cultural y nos sorprendió con Sociología del moderneo (Melusina, 2017), donde hace un análisis preciso del ‘moderneo’ en general y el ‘moderneo’ español en particular. “En términos ideológicos el moderno español no tiene ideología clara porque lo que busca es reconocimiento”, defiende el autor, quien ha lanzado su nuevo libro Signo de los tiempos. Visionarios, locos y criminales del siglo XX (Melusina, 2018).

Domínguez nos atiende por teléfono durante casi una hora y nos comenta sus dos ensayos sociológicos. Analizando con Domínguez el ‘moderneo’, nos comenta que “se pueden encontrar modernos progres y modernos conservadores”, por lo que la ideología política no es lo más importante, según el escritor. En su primer ensayo sobre los modernos defiende que antiguamente el hecho de serlo te hacía más progresista, pero en la actualidad, aunque se vincule a lo ‘progre’, porque “mola más ser ‘guay’ que pijo”, en el fondo lo que hay es sólo apariencia. “El ‘moderneo’ está vinculado al consumo, en especial al de identidades: autoimagen, barbas, gafapastas, cultureta, etc.”, describe Domínguez.

El hipster tiene origen en la admiración por lo afro que huía de las etiquetas y optaba por una vida bohemia, “pero hubo una degeneración que lo llevó a lo que conocemos hoy como hipster: una etiqueta globalizada, ya que el sistema de mercado sabe cómo comercializarlo todo”, sostiene el ensayista. Y es que lo que antes eran mensajes contestatarios, actualmente son mensajes o actitudes estándares: looks desaliñados, camisas guays, etc. Los hipsters, según el análisis de Domínguez, “creen que están aportando algo individual y único”, pero sus propias actitudes y en sus enfoques al final reproducen algo muy estándar y globalizado. El filósofo también señala que hay otro hipster que es puro consumo, en especial de identidades y de imagen: el más superficial. En nuestros tiempos, donde parece que todo está inventado, es difícil tener un criterio propio y el moderneo al final acaba diciendo y reproduciendo lo mismo pero “piensan que es muy individual su visión del mundo”, recalca el escritor.

Los dos grandes focos de ‘moderneo’ español se centran en el barrio madrileño de Malasaña, que conoce muy bien el autor y al que dedica un capítulo en el libro, y por supuesto la Barcelona cool y la del diseño. Sin embargo, a estas alturas, estos elementos son una estandarización global de cualquier ciudad grande. Además, en la conversación nos comenta el contagio cultural que han invadido nuestro imaginario social y cultural, cuando tendemos a comprar ciertos recipientes para comer y beber, cuando dejamos de llamar a las magdalenas para llamarlas muffing o cambiamos los bizcochos de toda la vida por cakes. “Los medios e Internet ayudan a este contagio pero también lo hace la gentrificación de las ciudades”, describe Domínguez, y así los barrios más viejos o anteriormente más lumpen se ponen de moda y “donde antes nadie quería vivir, ahora es guay y otorga prestigio”. Esto provoca el aumento de los precios: Malasaña en Madrid o Ciutat Vella en Barcelona, por citar dos ejemplos.

La cultura del narcisismo, que es una de las bases del ‘hipsterismo’, invade la sociedad y cada vez vamos más hacia el individualismo que a lo colectivo. “Es un elemento de nuestra sociedad occidental, ya que hace décadas que no sufrimos guerras y que gozamos de cierto bienestar, aunque ahora algo más precarizado”, critica el antropólogo como explicación a nuestra sociedad individualista. “El consumismo y los medios, como Internet, se encargan de fortalecer el individualismo. Todos tenemos medios donde proyectamos una imagen y ésto se ha convertido una obsesión, dejando el contenido a un lado”, sostiene Iñaki Domínguez.

¿Y después de la generación hispter? El escritor cree que el relevo generacional será del ‘trap’, ese nuevo macarra o lumpen que el sistema de mercado ya está comercializando promoviendo una estilo de consumo en esa línea. Y el hipster ‘progre’… Se vieron en las campañas de Barcelona en Comú y en especial, en las de Ahora Madrid en las municipales del 2015. En la capital se trabajó con la idea de volver al Madrid de Tierno Galván. “Es una idea clara de siempre volver al pasado, porque el ‘moderneo’ de España tiene falta de ideas y hoy hay un agotamiento cultural que hace que tengamos que acudir siempre al pasado nostálgico”, explica el escritor.

De hipsters y modernos a locos y criminales: Signo de los tiempos. Visionarios, locos y criminales del siglo XX (Melusina, 2018) tiene elementos en común con los procesos de ruptura cultural de los años 60 y 70, que finalmente fueron absorbidos por el sistema. Desde actrices con problemas mentales, criminales y hasta pandillas, todos los personajes que son del siglo XX. “Ahora vivimos en un puritanismo muy radical”, critica el escritor, que defiende que hoy en día no encontraríamos personajes de esa talla tan transgresora. “Me da igual que sea un puritanismo de izquierdas o de derechas” que perjudica ciertas rupturas que este escritor considera interesante analizar, y lo hace muy bien explicando las vivencias, locuras y vida de personajes como el proxeneta Charles Manson, la periodista Meinhof, el fundador de los Ñetas Torres Irriarte, la actriz Frances Farmer o el criminal Edward Bunker. “La controversia de los iconos actuales es controlada y no es transgresora como la de estos personajes”, señala.

Iñaki Domínguez destaca a uno de los personajes importante de la pornografía de los años 60, el actor porno John Holmes. “Ahora es visto por el feminismo como opresión de la mujer por el patriarcado”, pero en ese contexto el porno chic era trasgresor y estaba prohibido porque “representaba un modelo contracultural que estaba hecho desde una visión progresista y rompedora”, defiende Domínguez. Todo un conjunto de investigaciones sobre vidas llevadas al límite que recoge este interesante libro tan bien documentado desde el punto de vista sociológico.

Finalmente, Domínguez nos sorprende con su otro nombre, Elipse Superestar, con el que edita su propio disco de funk Futuristic Retro Funk. Al escritor no le da miedo que le etiqueten porque es hijo de una generación, con gustos concretos pero con la capacidad de entender lo que le gusta y disfrutar de ello con una base muy sólida y argumentada.

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Comentarios
  1. La imagen se ha convertido en una obsesión, como si todo estuviera bien y no supiéramos en que entretenernos.
    Y mira que hay de problemas acuciantes a los que dirigir nuestra atención y acción.
    La Salud es uno de ellos, junto con la educación, la falta de un empleo mínimamente remunerado, la violencia de género, la ley de dependencia, la ley mordaza y sigue…
    LAS LISTAS DE ESPERA https://www.youtube.com/watch?v=ju9iElmKHgQ&feature=youtu.be

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