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La ‘espantá’ de Catalá en un homenaje a víctimas del franquismo

El ministro de Justicia había pedido expresamente participar en un acto de homenaje del Ayuntamiento de Sevilla a represaliados del franquismo. En el último momento, con manifestantes a las puertas, declinó asistir.

Acto de homenaje a los empleados y empleadas del Ayuntamiento de Sevilla.

Es probable que apenas nadie echara de menos al ministro de Justicia, Rafael Catalá, en el acto de reparación de los empleados y empleadas del Ayuntamiento de Sevilla represaliados por el franquismo. El historial de desplantes del Gobierno del PP hacia las víctimas de la dictadura es interminable. Muchos familiares ni siquiera querían que estuviera ahí, como estaba previsto. «Yo no quiero que venga», decía poco antes de empezar el homenaje el hijo del último alcalde republicano de Sevilla, Horacio Hermoso, fusilado en 1936. Cuando mataron a su padre, tenía ocho años. Hoy tiene 90. Y en su cabeza aún pesa como un plomo la imagen de Felipe González y Alfonso Guerra asomados a la ventana del Palace. «Ahí tendría que haber empezado el reconocimiento, pero se olvidaron», lamenta. Su hijo, nieto del alcalde, añade: «Él tiene muy buena memoria».

En la puerta del consistorio esperaban a Catalá con pancartas: «Ni con el ministro nos vamos a callar», se podía leer en una. «Catalá, si eres el novio de la muerte, vete al cementerio a pelar la pava», se podía leer en otra. En el reverso, una bandera republicana. «Que coja el AVE cuanto antes y se vaya con todas las ofensas a las víctimas del franquismo. Para nosotros  es una persona non grata en Sevilla», decía la presidenta de la asociación Nuestra Memoria, Paqui Maqueda, del ministro reprobado, en el ojo del huracán tras sus polémicas declaraciones sobre el caso de La Manada.

Protesta contra la presencia del ministro Catalá en el acto.

Según fuentes municipales, Catalá había pedido expresamente estar presente en ese acto como representante del Estado y del ministerio que ha expedido, a petición del Ayuntamiento de Sevilla y en aplicación de la ley de memoria histórica, las 479 actas de reparación. Es lo que llevan reclamando las asociaciones memorialistas y los familiares de víctimas desde hace años, que el Estado asuma su obligación de verdad, justicia y reparación. Lo que indigna a las personas que allí se estaban manifestando es que ese mismo ministro pertenece a un gobierno que destina cero euros a las políticas de memoria, a un gobierno que desprecia y ningunea a las víctimas, a un gobierno que canta el himno de la legión sin sonrojo y a un gobierno que hace lo posible por impedir que se juzguen los crímenes del franquismo. Eso es lo incomprensible para estas personas, no que el ministro de Justicia de un Estado democrático acuda a un acto en el que es obligatoria –por ley y por moral– su presencia.

El consistorio llegó a retrasar la fecha del homenaje para que el ministro pudiera asistir, y concretaron un día, este jueves, en el que Catalá tenía que viajar a Sevilla a varios actos más. De todas las citas que tenía en su agenda, solo faltó a la del homenaje a las víctimas del franquismo. «Ni siquiera ha traído las actas al ayuntamiento. Ni él ni nadie de la delegación. Ha tenido que ir el alcalde a recogerlas al edificio donde estaba», informan las mismas fuentes. En el último momento, sin dar ninguna explicación, el ministro decidió no asistir. El problema en este caso es que tanto su asistencia como su ausencia resulta ofensiva para las víctimas.

Catalá se perdió, por tanto, el documental proyectado en el salón de plenos del Ayuntamiento en el que los golpistas jalean a los «valientes legionarios» por demostrar lo que significaba ser «hombres de verdad» y no «maricones». El ministro se perdió también la historia de Francisco Portales, el jefe del matadero municipal. «Tengo la plena convicción de que no me pasará nada», le escribió a su mujer desde la cárcel. «Yo los desprecio. Tú debes olvidarlos y perdonarlos», continuaba. Fue fusilado el 23 de agosto del 36. «Este es el primer paso, pero tienen que venir más», dijo una de sus nietas al recoger la declaración.

Tampoco escuchó el ministro la historia de Alfonso Lasso de la Vega, director del Alcázar y de Turismo, que tuvo que exiliarse a Portugal. Ni la de José del Castillo Díaz, director de la banda de música. «Mi marido [que era su sobrino] quería que se reconociera el valor de su tío y que había compuesto el verdadero himno de Andalucía», explica Rosa Fernández en el documental, también presente en el acto. «Tengo 70 años –decía su marido–. Me moriré sin conocer la justicia. En esta tierra que debería ser en todo de las primeras de Europa y no de las últimas, todo es posible».

También recogieron las actas familiares de los policías Manuel Guzmán y Juan García, uno de los colectivos más castigados junto al de bomberos. De los 479 empleados represaliados conocidos hasta el momento, 46 eran mujeres: limpiadoras, ayas, lavanderas y matronas. «Y todo ello en una Sevilla sometida a la delación, al miedo y al hambre», destaca en la cinta, dirigida por Remedios Malvárez, el historiador José Díaz Arriaza, experto en la represión en Sevilla y, especialmente, en las fosas del cementerio.

«Sin revanchismo, completando todo el camino, para sanar las heridas no cicatrizadas. También llegaremos ahí, a las fosas», afirmó el alcalde, el socialista Juan Espadas. Una mujer rompe a aplaudir: «A ver si es verdad», susurra a continuación. «Hoy, más vale tarde que nunca, rendimos cuentas con el pasado como institución y con nombres y apellidos», añadió el alcalde. Entre esas actas de reparación que el ministro Catalá trajo en el AVE también estaba la del abuelo de Espadas, Manuel Cejas Aranda. Trabajaba como recaudador en el mismo consistorio que él preside hoy. «Luego fue profesor de música y matemáticas en la escuela de Artes y Oficio y finalmente se jubiló en Sevillana», cuenta Espadas al finalizar el acto a un grupo de periodistas.

Esta historia, la del abuelo del alcalde, también se la perdió el ministro. Y los versos de Lorca en boca del actor Antonio Dechent: «Cuando se hundieron las formas puras / bajo el cri cri de las margaritas, / comprendí que me habían asesinado». Todo esto sucedió en el salón de plenos del Ayuntamiento de Sevilla. Sin Catalá y con un cuadro gigante del rey Felipe VI que, como es habitual cuando de víctimas del franquismo se trata, permaneció mudo.

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Comentarios
  1. Estoy segura de que las víctimas del franquismo se sintieron aliviadas por la ausencia de Catalá que al fín y al cabo es hijo ideológico de sus verdugos.
    Vá para ellas esta comunicado de MadriDiversa:
    Por el derecho a saber la verdad y a obtener justicia.
    Que convoquemos, tristemente, en el llamado Paseo del Doctor Vallejo Nágera no es casualidad, este denominado psiquiatra de filiación nazi-fascista, fue el impulsor de teorías como “el gen rojo”, con el que entre otras barbaridades defendía la separación de los recién nacidos de sus madres, para ser reeducados en los principios del nacional catolicismo.
    Nos avergüenza que la ciudad de Madrid pueda tener un paseo con este nombre, por eso el sábado 5, víspera del Día de la madre, organizamos un acto-homenaje para recordar a nuestras niñas y niños robados, porque son de todas, son parte de nuestra historia colectiva, no son historias del pasado para olvidar, es un drama que sigue vivo cada día en cada familia a la que se le arrebató un hijo, o en cada mujer y hombre con falsa identidad. Esta es la realidad de hoy día en nuestro país.
    Y también, convocamos para pedir el cambio de nombre de este siniestro paseo, por el de Paseo de los Bebés Robados.

    ¡Rebautizo del Paseo! por Paseo de los Bebés Robados.
    El robo de niños no prescribe, es un delito de lesa humanidad. Verdad, Justicia, Reparación.

  2. MADRID: Comisionado de Memoria Histórica ¡Disolución!
    Fue un gravísimo error constituir en su momento el llamado Comisionado de Memoria Histórica, compuesto en algún caso por personas que vienen manifestando públicamente su animadversión a la memoria democrática y al reconocimiento de derechos a las víctimas del franquismo.
    En el comunicado que reproducimos a continuación se denuncia de nuevo la falta de decisión municipal para cumplir con la ley, la falta de voluntad política de Verdad, Justicia, Reparación… la cobardía política que sigue enrocada en la tradición de gobiernos nacionales o locales en todo este tiempo que llamamos “democracia”. Firman el Comunicado: Amical de Mauthausen y otros campos, Avices, CAUM, Foro por la memoria de la Comunidad de Madrid, La Comuna-Presxs del franquismo, Plataforma contra la impunidad del franquismo, Todos los niños robados son también mis niños.
    http://loquesomos.org/madrid-comisionado-de-memoria-historica-disolucion/

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