Economía | OTRAS NOTICIAS

El feminismo, las personas mayores y la baja asistencia protagonizan el 1 de mayo

La defensa de las pensiones y la lucha por la igualdad de las mujeres comparten protagonismo en un Primero de Mayo lastrado por la baja asistencia, la escasez de jóvenes y la falta de vigor.

Manifestación del 1 de mayo en Madrid. FOTO: EDUARDO ROBAINA.

Este lunes 1 de Mayo miles de personas volvieron a salir a las calles en 70 ciudades españolas, entre ellas 50 capitales de provincia, para celebrar y reivindicar el Día Internacional del Trabajo. Las manifestaciones convocadas por los sindicatos mayoritarios -Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT)- volvieron a contar con las personas mayores como el grupo más numeroso y presente, al menos en el caso de Madrid, para exigir salarios y empleos dignos y estables.

Tiempo de ganar: Igualdad. Mejor empleo. Mayores salarios. Pensiones dignas, fue el lema escogido por los sindicatos mayoritarios en esta jornada de movilizaciones. Desde el sindicato anarquista CNT aseguran que más de 40 ciudades secundaron su llamamiento bajo el lema Avanzamos por la justicia social y laboral.

En Madrid y otras grandes ciudades del país, destacaron las consignas en defensa de las pensiones y las reivindicaciones feministas, así como los eslóganes a favor de la distribución de la riqueza, que debería ser inherente a la supuesta salida de la crisis en España, según los manifestantes. Los sindicatos mayoritarios aseguran que 50.000 personas recorrieron las calles de Madrid en este Primero de Mayo, mientras que 30.000 lo hicieron en Barcelona (8.000, según la Guàrdia Urbana). En total, según sus datos, más de medio millón de personas participaron en las marchas convocadas en distintos puntos del país.

Unai Sordo y Pepe Àlvarez, secretarios generales de CCOO y UGT respectivamente, participaron en la convocatoria central de Madrid y tomaron la palabra desde el escenario que, como es tradición, aguarda a los manifestantes en la Puerta del Sol, punto final del trayecto. Ambos líderes sindicalistas lucieron pañuelos morados, criticaron que el crecimiento económico no se esté traduciendo en mejoras sociales visibles, y lanzaron guiños retóricos a la lucha por la igualdad de las mujeres y  contra la sentencia a La Manada. En el discurso de cierre de la manifestación también se expresaron Pilar Morales, secretaria de las Mujeres de CCOO Madrid, y Ana Sánchez, secretaria de igualdad de UGT Madrid, entre otras personas. Este gesto llega dos meses después de que tanto CCOO como UGT se negaran a secundar la convocatoria de la huelga feminista del pasado 8 de marzo y se limitaran a anunciar un paro de dos horas.

Indiferencia, desapego y un puente largo

Los recortes, los últimos casos de corrupción, su impacto en la universidad pública (principal ascensor social de la clase obrera), las movilizaciones de los pensionistas, el desempleo crónico y el éxito de las últimas convocatorias feministas auguraban un Primero de Mayo intenso, comprometido y robusto, al menos en Madrid y otras grandes ciudades de España. Sin embargo, en la mañana del lunes era fácil escuchar comentarios sobre la débil presencia de jóvenes y, desde el punto de vista de la asistencia, la mala suerte de que, a pesar del buen tiempo, la convocatoria cayera en medio de uno de los puentes más largos del año en la capital (el 2 de mayo es el Día de la Comunidad de Madrid).

El recorrido de la manifestación en Madrid podría servir de metáfora: en medio de las alusiones a la unidad de los trabajadores, los organizadores no pudieron evitar -o no advirtieron- que una parte de los asistentes se desviaba por la calle Sevilla y otra por la calle Alcalá. El mar de banderas de CCOO, UGT, la República y el Bayern de Múnich (este lunes Madrid acoge un partido de semifinales de la Champions League) contrastaba con el relativo silencio de la calle, siendo lo habitual que en el Día del Trabajador retumben eslóganes («¡que viva la lucha de la clase obrera!») y canciones en las angostas calles que rodean la Puerta del Sol. Ni la batucada itinerante ni los altavoces estratégicamente desplegados por los sindicatos pudieron disimular la falta de potencia de esta jornada.

Manifestantes sostienen un cartel con los rostros de desaparecidos y represaliados por el franquismo. Foto: Eduardo Robaina.

María Teresa, una mujer mayor que asiste religiosamente a la convocatoria del 1 de Mayo desde que era joven, aseguraba que «ahora somos casi todos nonagenarios, con pancartas y sin ruido (…) nos hemos acostumbrado a la corrupción y a que nos pisen los derechos y el trabajo». Mientras pronunciaba esas palabras y por cosas del azar, el exsecretario general de UGT Cándido Méndez subía y bajaba la calle con apariencia de estar perdido.

Sandra, una joven que repartía folletos del Partido del Trabajo Democrático entre los manifestantes, señalaba que «la gente joven apenas muestra interés, es como si no le importara». En su opinión, «es la gente mayor, la que luchó en los años 70 y antes, la que sí viene y es consciente de lo mucho que cuesta conseguir y defender derechos y trabajo digno». Asegura que las personas mayores se acercan para pedirle ejemplares, mientras que los más jóvenes los suelen rechazar porque, según explica, «dicen que no leen».

Durante la manifestación del 1 de mayo en Madrid, Willy Veleta retransmitió en directo para ‘La Marea’ y entrevistó a Ángel Gabilondo, Íñigo Errejón, Unai Sordo y Pepe Álvarez, entre otros. Si lo desea, puede ver la retransmisión aquí. 

Si te gusta este artículo, apóyanos con una donación.

¿Sabes lo que cuesta este artículo?

Publicar esta pieza ha requerido la participación de varias personas. Un artículo es siempre un trabajo de equipo en el que participan periodistas, responsables de edición de texto e imágenes, programación, redes sociales… Según la complejidad del tema, sobre todo si es un reportaje de investigación, el coste será más o menos elevado. La principal fuente de financiación de lamarea.com son las suscripciones. Si crees en el periodismo independiente, colabora.

Comentarios
  1. Pues yo pongo en duda que los mayores sean más conscientes de la importancia de las luchas laborales. No son otros sino ellos los que cuando llegan las elecciones más de la mitad votan al mismo partido que ahora les baja las pensiones y que a nosotros ya nos ha condenado a la pobreza para el resto de nuestra vida. Y algo de culpa tendrán también los sindicatos en la pérdida de confianza hacia ellos, no? Desde luego, desde que estoy trabajando, los acuerdos entre sindicatos y patronal sólo han servido para recortarme derechos y precarizar mi situación.

    • Estoy contigo, Joan.
      Dicen que desprecian la política y lo dicen porque no tienen puñetera idea de otra cosa que no sea fútbol y conversación banal pues no quieren esforzarse en pensar ya que es fatigoso.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.