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“La segregación educativa es la última caricatura de la escuela tradicional católica”
"Es urgente reclamar un Estado laico y es urgente clamar por un cambio constitucional que imponga un Estado laico y garantice la libertad de conciencia", reflexiona el presidente de Europa Laica.
Antonio Gómez Movellán* // Si el Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional han sancionado –independientemente de que muchos de nosotros pensemos que estos tribunales están trufados por miembros de sectas católicas peligrosísimas–, que la segregación por sexos del alumnado no va contra la igualdad ni contra la discriminación sino que además se puede financiar públicamente. Entonces no cabe otra que cambiar las leyes y la Constitución. Si el discurso de la desigualdad que promueve el sectarismo católico del Opus Dei y otras sectas similares es jurídicamente impecable y pulcramente constitucional, entonces no cabe otra que luchar por una Constitución y unas leyes que impongan el imperio de la igualdad y la no discriminación.
Muchos eran los que pensaban que no se podía luchar contra la segregación racial defendiendo el régimen del apartheid y muchos somos de la opinión de que hay que desobedecer las leyes para poder cambiarlas. No se puede romper el vidrio de un gran escaparate tirando chinitas de papel, necesitamos lanzar una buena pedrada simbólica: la pedrada del laicismo. Es urgente reclamar un Estado laico y es urgente clamar por un cambio constitucional que imponga un Estado laico y garantice la libertad de conciencia.
Todo este galimatías no se puede destejer desde la ideología del pacto educativo y el consenso. Es necesario decir con voz muy alta que el bipartidismo monárquico ha contribuido a destrozar la aspiración de la escuela pública, única y laica, único modelo escolar que aspira a la igualdad. Cuando, recientemente, se rompió el pacto educativo se acudió a la excusa de la financiación pero el problema no son solo los recortes presupuestarios –que también– sino sobre todo la financiación pública de la escuela concertada ya que esta representa el factor más importante de segregación social en nuestro país junto con la renta.
La segregación educativa por sexos o la educación diferenciada, como lo denominan los ultraconservadores de todo pelaje, es la última caricatura de la escuela tradicional católica. Es una manifestación de la ideología ultramachista católica donde la mujer es un añadido al hombre. Tras las banderas de la maternidad, la familia y la feminidad se esconden el discurso ultra reaccionario de unos sectores sociales privilegiados que aspiran a unos espacios anacrónicos y segregados porque a ellos les ha ido muy bien en una sociedad patriarcal y machista. Estos sectores de clases medias altas que pueden vivir en la Moraleja o en el Viso, si viven en Madrid, constituyen los Amish de nuestra sociedad. No creen en la igualdad y por eso les gusta la segregación. Además, muchos acaban en las altas instancias de la magistratura.
Pero el problema en España no son estos Amish del Opus Dei o de los Legionarios de Cristo o de los Kikos, no, el problema es social. Después de la Convención de los derechos del niño no hay ya excusas para que estas sectas impongan el adoctrinamiento contra los derechos humanos a los menores, sea financiado públicamente o no. El discurso de la desigualdad no cabe que se esconda detrás de la bandera de la libertad religiosa o la más perversa aún de la libertad de enseñanza. Para empezar, tenemos que acabar con este oprobioso artículo 27 de la Constitución española donde el derecho a la educación se pone al mismo nivel que la tan cacareada y falsa libertad de enseñanza.
* Antonio Gómez Movellán es presidente de Europa Laica.
Debemos pedir un Estado laico, pero aún así va haber mucha gente metida en la religión. Las personas pobres recurren a ella para participar en una comunidad y recibir el apoyo mutuo que proporciona. En infinito5.home.blog describo una religión atea/agnóstica más moderna y no discriminatoria.
Me gustaria colaborar como ilustradora.
Llevo un tiempo colaborando con e blog de el Pais «Planeta futuro».
Muchas gracias.
El sistema educativo está atravesando por una etapa difícil y complicada. Hay dos grandes hechos objetivos que lo están arrastrando hacia un grave deterioro. Uno son los recortes brutales. Hablamos de cerca de 9.000 millones y 45.000 profesores menos desde el inicio de la crisis. Estos datos significan que estamos en el 4% de inversión, dos puntos menos que la media europea, y la previsión es reducirlo aún más, hasta el 3,8%, para el próximo año. El segundo problema es la Lomce, una ley profundamente segregadora que está diseñada para responder a la lógica productiva de la derecha española. Y digo esto porque pone en relación la educación, el mercado de trabajo, el modelo social y nuestro modelo de democracia. Es decir, intentan implantar un sistema educativo más devaluado que sirva a un modelo de trabajo basado en mano de obra barata. Esto terminará configurando una sociedad menos cohesionada en una democracia de baja calidad, sin crítica, dócil. En un país donde el motor productivo es el turismo, su lógica es sencilla: ¿Por qué invertir en un sistema educativo cualificado? ¿Para que nuestros ingenieros, científicos, filósofos e investigadores se vayan a trabajar al extranjero? Si a todo esto añadimos que los pocos recursos se canalizan por la vía de las concertadas, el golpe que están dando al sistema es brutal. Portugal es un ejemplo en sentido contrario. Allí han decidido eliminar los conciertos educativos porque han apostado decididamente por la cohesión social. La consecuencia es que su economía es cada vez más sólida y tiene una perspectiva de futuro bastante mejor que la nuestra. A poco que nos descuidemos su protagonismo en la UE será mayor que el nuestro.
https://laicismo.org/2018/02/el-pp-y-cs-coinciden-en-lo-basico-poca-inversion-y-maquillar-la-lomce-sin-tocar-la-presencia-de-la-iglesia/
No se, lo del escaparate me parece que es un mal simil, hubiera preferido algo como que las cadena no se quitan desgastandolas sino rompiendolas.
Por lo demas, en total acuerdo