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Voces de los migrados y migradas desde Berlín
Algunas reflexiones en un acto organizado por el círculo de Podemos Berlín y Podemos Andalucía.
En medio de la ola de frío que enfrentó Europa a mediados de febrero, la ciudad de Berlín, vestida de gala para las Berlinale, cerca de la imponente Alexander Platz y junto a la parada de metro Rosa Luxemburgo, se reunieron un grupo de españoles y españolas en la sede de Die Linke. Dentro del edificio histórico del partido de la izquierda alemana, con todas las indicaciones en alemán, justo al entrar el idioma que oyes es castellano. Seguir los carteles morados te llevan a una sala presidida por una mesa con tres sillas y justo detrás una gran pancarta de Podemos Berlín. Hay un grupo de personas que esperan sentadas, otras que se mueven de un lado a otro, y otro pequeño grupo prepara un almuerzo donde hay desde café y zumos hasta pan con tomate, embutidos y fruta.
En medio del barullo, llega la diputada andaluza Teresa Rodríguez envuelta en pañuelo palestino muy grande y saluda, con mucha naturalidad y cercanía a quienes almuerzan. Tras unos minutos, llegan todas las personas detrás y se ubican en las sillas, frente a la mesa central. Este grupo de españoles y españolas celebran el día de Andalucía y de ahí el acto organizado por el círculo de
Podemos Berlín y Podemos Andalucía.
Rodríguez, el equipo andaluz y berlinés exponen las razones por las que celebran el día de Andalucía en la capital alemana. Recuerdan que, como hace décadas, la inmigración actual tiene rasgos similares, al menos en número de personas españolas que salen a otros países, entre ellos Alemania. La motivación: buscar una vida mejor o un trabajo con mejores condiciones que no se encuentran para jóvenes bien formados o incluso para trabajadores y trabajadoras con otras formaciones o sin formación.
El responsable de migrantes de Podemos Andalucía, José Ignacio García, recuerda las fechas importantes para los y las andaluzas (las movilizaciones de 1977 y 1980 con el referéndum de autonomía de la comunidad). Además, señala que, según el INE, hay alrededor de 60.000 andaluces y andaluzas fuera y cerca de 400.000 del resto del Estado. “La inmigración forma parte del pueblo andaluz y no solo es una característica histórica sino es una sensación actual de las familias”, destaca García. Asimismo, resalta la importancia de los migrantes de tener una experiencia “vital y profesional para la Andalucía del futuro y para su cambio. En conclusión, una Andalucía a la que poder volver”.
Teresa Rodríguez empezó su intervención destacando lo afectivo y personal de las personas migradas y sus familias que están lejos. Además, no duda que una de las causas es la poca estructura industrial de Andalucía y la obra de “los sinvergüenzas” que han provocado la crisis. La líder andaluza defiende que Andalucía no debe convertirse en “el cuarto trastero económico”, siendo España y el sur de Europa el “trastero económico de Europa”. Rodríguez sostiene que de España y Andalucía sale la ”mano de obra barata y la poca industria es de cementerio contaminante y proyectos urbanísticos depredadores. Además, de ser un surtidor de productos de exportaciones baratos, con toda la destrucción natural (fresas competitivas a costa de acuíferos como Doñana)”. Y es que Andalucía es, según la diputada, “la segunda comunidad más desigual y España el segundo país más desigual de la Unión Europea”.
Teresa Rodríguez, con su acento dulce y la contundencia de sus palabras, sentencia que vivimos “en el año 73, en cuanto a desigualdad” y que muchos problemas se agudizaron con los gobiernos del PSOE, quienes se dedicaron a adelgazar el sector público”. Entre muchas propuestas que plantea está la
reforma fiscal progresiva y la inversión pública en “la economía real y productiva frente al golpe financiero”. Recuerda la preocupación que existe en el auge de la derecha en el país germano o en Francia, como alternativa a la crisis, y cómo España está tendiendo hacia ese camino.
Las voces desde Berlín
Tras escuchar atentamente las intervenciones, Teresa Rodríguez ya había señalado que lo que “quería escuchar eran las voces de las y los migrados”. Curiosamente, en este acto dedicado a Andalucía, la primera en intervenir fue Noemí, una catalana que recuerda la situación que vive Cataluña tras la aplicación del artículo 155 y la represión que hubo desde el 1 de octubre hasta los prisioneros políticos catalanes que hay en las cárceles de Madrid. La joven ofreció a Teresa Rodríguez lazo amarillo en protesta por los presos catalanes y la política lo aceptó.
Juan, militante del círculo de Berlín, hizo autocrítica y quiere que Podemos se convierta en movimiento popular para que haya una organización más potente. “Tras las sonrisas del cambio”, se preguntó, “¿cuáles son las prioridades políticas (de Podemos) que provoquen el cambio en España?”. Mientras, Paco alertó de la
expansión de la derecha en España, como ya está pasando en la política franco-alemana. “Hay un discurso de odio terrible en referencia a Podemos, por cómo se está asentándose en el imaginario colectivo español”, señaló. Entre otros temas que han preocupado a los y las asistentes, no se olvidaron del voto en el extranjero o la representación de los migrados y migradas.
Entre los asistentes, Jaime, de Izquierda Unida en Berlín abrió el debate alertando de que el retorno “es la excusa del discurso de la recuperación económica ya que no hay tal recuperación real”. También recordó el malestar de la polémica de los presupuestos en Ahora Madrid y lanzó la pregunta de cómo se haría frente a políticas económicas más transformadoras. Incluso, posturas polémicas que lanzó un joven del Círculo, quien enumeró nueve puntos argumentados en pro de acuerdos puntuales con Ciudadanos, reconociendo la controversia que ya genera el debate desde dentro y reconoce estar en minoría. El joven rebatió del “por qué la izquierda no entiende a la gente de derecha. Ya que hay una derecha no elitista que atrae muchos votos de sectores populares”, sostiene.
Tras las primeras intervenciones de jóvenes más formados, se lanzaron las más vivenciales. Una joven inmigrante e hija de inmigrantes anhelaba que su hija “por fin pueda vivir donde ella quiera”. Y aclaró a las dudas de Teresa Rodríguez sobre el sistema educativo alemán que allí, “si tus padres son universitarios puede que salgas adelante y con títulos, y si no, pues podría ser un poco más complicado”. Asimismo, se criticó que la separación prematura de los niños y niñas del modelo alemán es cruel porque, quizás, muchos niños que necesitan algo más tiempo y cierta madurez para saber si ir a la universidad o formarse en un trabajo más manual, pero desde pronto se les cierra el camino con este modelo. Otra joven, con seis años en Berlín, recomendó “salir fuera porque es enriquecedor”, aunque reconoce que hasta que no sufrió en propia carne la situación dura de la crisis, “no tuvo la necesidad de obtener conciencia política como ahora”.
Los españoles y españolas inmigrados tienen varios perfiles que aquí pudieron compartir muchas inquietudes, aprovechando el espacio cedido con la celebración de Andalucía en Berlín por parte de uno de los partidos políticos que ha transformado el espacio político español pero aún no ha dado los grandes frutos que prometía tras su surgimiento. Habría que esperar que ese análisis que hicieron desde la sede de la izquierda alemana y esas aspiraciones provoquen cambios en sus realidades en las calles berlinesas y que, regresen o no, sus sueños con España vayan de la mano con la transformación que necesita la sociedad española y que ésta esté a la altura para el cambio social, económico y político que no acaba de llegar a España.
Jorge A. Trujillo es socio cooperativista de ‘La Marea’.