Opinión | Otros
La responsabilidad de los medios en el silencio
Cristina Fallarás sostiene que los canales de comunicación tradicionales han silenciado activamente las violencias cometidas contra las mujeres.
¿Es la primera vez que un director o un productor de cine obliga a una actriz detrás de otra a acostarse con él por un papel? No.
¿Es la primera vez que un jefe de redacción/sección o director obliga a una subordinada a ver cómo se masturba? No.
¿Es la primera vez que un médico arrincona a una enfermera con la mano en su vulva, que un político le toca las tetas a una periodista, que a una mujer la viola su marido o su hermano, que un fotógrafo obliga a una felación a la modelo? No, no, no, no y no.
Esas situaciones no solo son habituales sino que han sucedido siempre.
Entonces, ¿qué está pasando ahora? ¿Que nos hemos vuelto todas locas? Pues no. Lo que sucede es que, hasta ahora mismo como quien dice, los únicos medios de comunicación que podrían haber relatado todo lo anterior, es decir todos los periódicos, revistas, radios y televisiones, sencillamente no lo han hecho. Las denuncias existían, las cosas “se sabían”, pero los medios de comunicación han hecho oídos sordos a esta serie de crímenes relatados por mujeres. ¿Por qué? Parece evidente, pero por si acaso lo digo: Porque la propiedad de los medios de comunicación es y ha sido siempre masculina. Es más, ha pertenecido al patriarcado.
¿Por qué sucede esto? ¿Por qué pertenecen y han pertenecido al patriarcado? Porque son ellos los que tradicionalmente y de forma casi exclusiva manejan y han manejado el capital, o sea, han sido capaces de invertir, entre otras cosas, en comunicación.
Pero hete aquí que aparece un medio de comunicación y difusión que no necesita inversiones, en el que, para hacer público un mensaje o una denuncia, no hace falta invertir capital: las redes. Y, oh casualidad, las mujeres toman las redes y de repente cunde la denuncia, y todo aquello que había sido silenciado se empieza a conocer.
Parece evidente que si las situaciones criminales de hombres contra mujeres –abusos, violaciones, discriminación por género, violencia económica…– han existido siempre, y ha hecho falta que aparecieran las redes para que naciera el #MeToo y cundieran las denuncias y fueran públicas por fin, alguna responsabilidad tendrán los medios de comunicación ‘tradicionales’, así como los profesionales que allí trabajan/trabajamos, ¿no?
Cabe añadir que la estructura de la información, como la de los propios medios, ha sido hasta este momento jerárquica. O sea, la forma en la que se relatan las noticias no tiene ánimo informativo, sino de jerarquización de la realidad. La noticia que usted ve más grande en una portada o que aparece en primer lugar en una emisión informativa no es ‘lo más importante’, sino aquello que la ‘agenda informativa’ quiere que usted considere como más importante. Pero eso también está cambiando. Muchas de nosotras ya no accedemos a las noticias a través de las primeras páginas, sino a través de redes sociales, y de alertas varias. De forma que aquellos que jerarquizaban la realidad tienen cada vez más dificultad para hacerlo. Esto, sin duda, afecta a la relación de los medios con los partidos políticos –y su empeño por aparecer “más grandes” – y a los propios partidos políticos en su organización.
Se han roto el silencio y la jerarquía. Me siento para esperar a ver cómo responden los medios de comunicación, porque el cambio parece irreversible.
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CUANDO UN GOBIERNO ES INJUSTO TODXS LOS CIUDADANXS HONESTOS DEBERIAN ESTAR EN LA CARCEL.(Henry D. Thoreau)
¿Qué dirán los canales de comunicación tradicionales sobre la detención del periodista Rubén Ollo «Olazti»?
Detienen a Olazti, colaborador de La Haine y Ahotsa imputado por “enaltecimiento” en redes sociales.
Ruben Ollo, conocido como ‘Olazti’ ha sido detenido este mediodía en Iruñea por agentes de la Policía española. El joven, que es colaborador de medios como Ahotsa.info y Lahaine.org. fue detenido ya en septiembre acusado de “enaltecer el terrorismo” en las redes sociales. Entre las distintas publicaciones que le imputaban había desde compartir enlaces de medios de comunicación a publicar carteles de convocatorias legales y autorizadas por delegación de gobierno.
El pasado 19 de enero, Olazti estaba llamado a declarar en la Audiencia Nacional. El joven iruindarra hizo publica entonces una carta en la que se negaba a acudir a la Audiencia Nacional, en un acto de desobediencia Civil. Este mediodía ha sido detenido por la policía española y ha sido trasladado a la comisaría de General Chinchilla, en Pamplona. Según nos confirma su abogada será trasladado a Madrid para declarar en el tribunal de excepción.
Muy cierto tu análisis. Los grandes medios y el poder ya están respondiendo a esto. Francia anuncia leyes contra las «fake news», Facebook y Google censuran información, La SER y El País promueven campañas contra las «fake news», cospedal impulsa una comisión…buscan acallar cualquier forma de ver y explicar el mundo que no esté controlada desde el poder.
HA DE SER IRREVERSIBLE EL CAMBIO!!
No tiene sentido que un fenómeno como la comunicación de millones de personas no se note, que la difusión de denuncias no tenga efecto alguno, que las palabras y las imágenes distribuidas por las redes no tengan sus correlaciones en la vida real. De hecho, en la justicia, por la represión que estamos viviendo, ya lo tiene.