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¿Viste el vídeo del oso polar famélico? Pues ahora lee esto

El derretimiento de los polos te afecta directamente, y de varias maneras: aumentos del nivel del mar, ciclos de realimentación y tiempo más extremo.

El vídeo viral de un oso polar famélico ha encogido el corazón de medio mundo. Las imágenes, en las que el depredador trata de alimentarse en medio de un paisaje en el que no se aprecia apenas blanco, fueron capturadas por el fotógrafo Paul Nicklen, de National Geographic, y tiene casi un millón de visitas en Youtube. Son devastadoras y su dureza refleja la cruda realidad de la primera línea de batalla contra el cambio climático.

Por unos días, la desaparición de los casquetes polares ha estado en la agenda pública. A pesar del éxito, como suele ocurrir con los vídeos y fotografías impactantes, es probable que la preocupación por el deshielo del Ártico se desvanezca y, en solo unos días, se vea como algo lejano y ajeno. Sin embargo, el derretimiento de los polos te afecta directamente, y de varias maneras.

 

Aumento del nivel del mar

Si vives en una localidad costera, las noticias sobre los casquetes polares deberían importarte. En este caso hay que diferenciar entre el hielo marino y el hielo terrestre. El primero es el que se forma sobre la superficie del mar, y es el que está desapareciendo más rápido. El derretimiento del hielo marino no causa un aumento del nivel del mar, del mismo modo que el de un cubito de hielo no hace que suba el nivel de un vaso de agua. Sin embargo, el hielo terrestre (el que está directamente encima de tierra firme), sí que supone, al derretirse, una subida en la línea de costa.

Un aumento de dos o tres grados centígrados en la temperatura media de la atmósfera acabaría con el hielo que cubre Groenlandia. Esto conllevaría una subida del nivel del mar de hasta seis metros, lo que supondría que toda la costa actual de la Península Ibérica quedaría redibujada. Ciudades como Valencia o Barcelona perderían sus barrios más cercanos a la costa. Otras, como Cádiz o Huelva, desaparecerían por completo.

Aún más problemático es el derretimiento de la Antártida. No se contempla la desaparición total del hielo del continente meridional a corto plazo, pero algunas de sus zonas más amenazadas contienen suficiente agua como para causar una subida catastrófica de los océanos.

Ciclos de realimentación

El hielo y la nieve no son solamente algo frío. También son algo blanco. Y por eso, el agua congelada es una de las sustancias más reflectantes de la luz del sol que podemos encontrar en la naturaleza. De ahí que se usen cremas protectoras y gafas de sol para esquiar y atravesar paisajes nevados.

El efecto invernadero es el proceso por el cual los gases de la atmósfera atrapan la energía solar, evitando que vuelva al espacio exterior. El efecto albedo es el contrario: la luz del sol se refleja en las superficies más claras del planeta, y vuelve al espacio. Entre los dos funcionan como un termostato, manteniendo la temperatura en la Tierra estable. La desaparición del hielo debilitará el efecto albedo, haciendo que ese equilibrio se rompa y se acelere cada vez más el calentamiento terrestre.

Además, el suelo de las regiones polares y subpolares (sobre todo en Siberia, Alaska y Canadá) está permanentemente congelado, aunque no esté cubierto de hielo. Este terreno se llama permafrost y contiene grandes cantidades de carbono, especialmente en forma de metano, un gas de efecto invernadero más potente que el CO2 (aunque de vida más corta). Al derretirse los polos, estos gases se liberarán a la atmósfera, lo que causará aún más aceleración del calentamiento.

Tiempo más extremo

Además de funcionar como un termostato, los polos son un motor de las corrientes atmosféricas y oceánicas. La diferencia de temperaturas hace que el aire y el agua se muevan de manera más o menos definida. Sin embargo, al igualarse las temperaturas, estas corrientes se difuminan. Según un estudio publicado en 2016, este estancamiento de las corrientes puede hacer que masas de aire se queden bloqueadas en distintos lugares del planeta durante semanas, lo que incrementaría la meteorología extrema.

En la Península Ibérica, el colapso de las corrientes se traduciría, probablemente, en sequías más largas y severas, además de en olas de calor en verano y de frío en invierno.

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Comentarios
  1. Las señales del cambio apenas pueden ser detectadas por una sociedad humana incapaz de modificar paradigmas elementales.
    El colapso llegará sin previo aviso y será muy fuerte.

  2. Vale lo del cambio climático es un problema grave que hay que solucionar pero francamente yo ya estoy hasta las narices de la foto del oso a mí el oso me da exactamente igual a mí me fastidia mucho más cuando veo niños morirse de hambre

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