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Misa de 12 en la mezquita
La Iglesia gestiona la mezquita-catedral de Córdoba a su antojo, sin rendir cuentas, como un símbolo más del poder que sigue ejerciendo en España.
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Los domingos a las doce, en medio de un estruendo de campanas, la mezquita-catedral de Córdoba se cierra al uso recreativo, turístico y cultural y se abre en exclusiva como templo. Como templo católico. Guardias de seguridad bloquean la entrada a los turistas y solo dejan paso a quienes manifiestan su intención de asistir a la misa. “Fotos no, fotos no, por favor”, imponen. Suenan unas notas de órgano. La puesta en escena es espectacular, solemne, antigua, ritual. Unas 300 personas esperan en silencio. En primera fila, una monja. Atrás, el coro, compuesto por diez mujeres y cinco hombres. Entran siete clérigos a paso lento. La luz cae sólida, como mantequilla, por cuatro ventanales. Rodean una vidriera que representa a la, así llamada, virgen María. El incienso dibuja humo a contraluz. Cierra la comitiva un hombre maduro, con gafas, lleva una mitra blanca con una franja verde, una casulla a juego. Son espléndidos sus ropajes, solemnes, antiguos, rituales. Se acerca a un trono blanco. De pie, rodeado de su séquito, dice:
“En el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo. (…) La paz esté con vosotros. (…) Hasta setenta veces siete, nos dice Jesús en el Evangelio, tenemos que estar dispuestos a perdonar a nuestros hermanos porque dios nos perdona siempre. Setenta veces siete. Mil veces, por eso le pedimos perdón, que él es rico en misericordia”.
Es el Obispo de Córdoba, Demetrio Fernández González, quien así habla. Se sienta, al terminar, en el trono blanco. Hay poder aquí.
Hay un poder que permite a la Iglesia Católica hacer uso de la Mezquita-Catedral, su denominación oficial, como le parece oportuno. “Es un lugar sagrado. Durante su visita, guarde el debido respeto, observe las instrucciones del personal al cuidado del mismo y cumpla con las (…) normas y recomendaciones. Le recordamos que el recinto tiene como objeto principal ser un templo católico (…). Por tanto, su uso queda restringido al culto religioso católico, así como a la visita turística y cultural. Le agradecemos su colaboración”. Así lo exponen en la web mezquita-catedraldecordoba.es.
En el año 2006, la Iglesia registró por 30 euros la mezquita-catedral como su propiedad. En el año 1946, por una reforma franquista de la ley hipotecaria, se le reconoció a la Iglesia la misma autoridad para inmatricular (inscribir un bien por primera vez en el registro de la propiedad) que a cualquier administración pública. Hasta 1998 estaban excluidos los lugares de culto, pero una reforma del gobierno Aznar en aquel año abrió la puerta para su inscripción. Durante años, hasta 2015, cuando el gabinete del PP modificó al fin la ley hipotecaria para impedir esta práctica, la Iglesia puso a su nombre miles y miles de bienes inmuebles simplemente enviando a un representante del arzobispado a comparecer en el registro con un papel que decía que eso era suyo.
La Iglesia ha inmatriculado, según se estima, unos 40.000 bienes en este tiempo. También bienes no religiosos: plazas, calles, locales comerciales, cocheras, pisos, cementerios, murallas. Nadie, fuera de la jerarquía católica, sabe aún cuáles ni cuántos son exactamente.
Pagar en metálico y sin factura
No se trata solo de un asunto nominal, de piel, de creencias, de relaciones entre un Estado aconfesional y una religión, sino que tiene también consecuencias económicas. “La Iglesia es un paraíso fiscal dentro del Estado porque no declara ni tributa. Puede y debe haber exenciones, pero lo grave es que ni siquiera declaran”, afirma Antonio Manuel Rodríguez Ramos, profesor de Derecho Civil en la Universidad de Córdoba.
“En la mezquita-catedral de Córdoba no puedes pagar con tarjeta ni te dan recibo. Deme factura que la voy a desgravar. No te la doy. Tienes que pagar en metálico y sin factura”, denuncia Rodríguez Ramos. “En consecuencia, ¿no es eso dinero negro? ¿A dónde van los millones y millones de euros que no declaran?”, se pregunta el profesor. “Nadie lo sabe. Si tiene 1,5 millones de visitantes al año, a diez euros la entrada, son 15 millones de euros que no tributan ni declaran. Si lo multiplicamos por todos los templos católicos del país, ¿de cuánto dinero estamos hablando?”, remacha.
Evangelio según San Mateo 18, 21-35. El obispo, en su homilía, diserta sobre el perdón y las deudas. 70 veces 7. A su criado, “aquel dueño, compadecido de él, le perdonó esa gran deuda, pero él al salir de allí se encontró con el compañero que le debía como el sueldo de un mes más o menos. Y le dijo: ‘O me lo pagas o te llevo a la cárcel’. Cuando se enteró el dueño de que este criado, que había sido tratado con compasión y misericordia, trataba él de otra manera a su compañero, lo mandó llamar. ‘¿De manera que has sido perdonado abundantemente y no eres tú capaz de perdonar las minucias de cada día?’. Termina la parábola diciendo: lo mismo hará mi padre con vosotros si no perdonáis de corazón a mi hermano, a vuestro hermano. Tan importante es este mensaje que Jesús lo ha introducido en el padrenuestro: ‘Perdónanos nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden’”.
Como en Portugal
“La Alhambra es bien público, se fiscalizan sus cuentas, pero las cuentas de la jerarquía católica, no. Generan una enorme competencia desleal con nuestros servicios públicos, entran en competencia directa con lo público. En el resto de Europa, la Iglesia declara y tributa, los bienes pertenecen al Estado, no a la Iglesia. Las catedrales de Portugal pertenecen al Estado portugués, así lo reconoció el Vaticano en un pacto con el Estado, que se ocupa de su mantenimiento. Me cuesta entender por qué se reconoce eso para Portugal y no para España”, afirma Rodríguez Ramos.
¿Existe alguna solución? ¿Cómo se impugnan las inscripciones en el registro? ¿Una a una? “La Iglesia ha invertido la carga de la prueba. Pero se van ganando pleitos. Que se abra un comisión en el Congreso –propone el profesor– para buscar una solución, no uno a uno. Antes tenemos que conocer exactamente la magnitud del expolio. Siempre hemos buscado una vía jurídica, ¿por qué no el precedente portugués, reconocer que son bienes de extraordinario valor? Y que se respete el uso religioso, por supuesto. Aquí nadie cuestiona ese uso ni nadie cuestiona el uso de la catedral de Lisboa, de París. Esa podría ser una solución”. El cepillo, esa tradición tan católica, no falla en la misa de 12. Una mujer pasa el cesto. Hay varios billetes de diez, de cinco y monedas de dos, de un euro, de cincuenta, de veinte, de diez, de cinco céntimos.
El cierre es solemne, antiguo, ritual. Suena el órgano en el corazón de la mezquita, allí donde toda la arquitectura, la iconografía es católica. Dice el obispo: “Jesucristo nos manda perdonar hasta 70 veces 7. Siempre (…). Mirándole, nos damos cuenta de que dios nos perdona continuamente. Que tengáis todos un buen domingo. Podéis ir en paz”.
Se escucha un estruendo de campanas en el patio de los naranjos, bajo el sol. Es la una de la tarde.
A mi me parece bien que la gestione la Iglesia, por historia les pertenece y así la podemos disfrutar todos, si otros la toman la usaran para actos políticos y culturales partidistas.
La Federación Estatal de Foros por la Memoria ha organizado una recogida de firmas que serán entregadas en la sede de la Conferencia Episcopal.
Considera que la beatificación masiva que la Conferencia Episcopal tiene prevista celebrar en Madrid el próximo 11 de junio, es una oportunidad inmejorable para una declaración pública de petición de perdón.
A la Atención de:
Conferencia Episcopal Española:
Presidente: Cardenal Ricardo Blázquez Pérez Secretario General: José Mª Gil Tamayo
Hemos conocido la noticia de que la Iglesia católica española pretende beatificar el próximo 11 de octubre de 2017 en Madrid a 60 denominados “mártires de Cristo”.
Resulta sorprendente, viniendo de una institución que ha manifestado con vehemencia su oposición a la recuperación de la memoria democrática en nuestro país, con el argumento de que constituye un atentado contra la reconciliación y el perdón, y únicamente busca reabrir heridas cicatrizadas. Asimismo, la Iglesia se ha manifestado en contra de los derechos a la verdad, la justicia y la reparación a las víctimas de graves violaciones de derechos humanos durante la guerra civil y la dictadura franquista, tal y como han recomendado al Estado español las Naciones Unidas y otros organismos internacionales de derechos humanos.
Creemos que el acto del próximo 11 de noviembre constituye una ocasión inmejorable para que la Iglesia Católica pida perdón al conjunto de la sociedad española por su participación en la represión durante la guerra civil y la posguerra, así como por su connivencia con la dictadura franquista y por los beneficios obtenidos de esa colaboración.
En 1936 la jerarquía católica legitimó la rebelión militar contra las instituciones democráticas legales, convirtiendo la guerra en “Cruzada de Liberación Nacional” prestando con ello un enorme servicio a la causa de los militares golpistas, en paralelo al apoyo material prestado a Franco por la Italia fascista y la Alemania nazi.
La participación de clérigos y religiosos en la represión franquista desarrollada a lo largo de toda la guerra y hasta bien avanzada la posguerra, se dio en múltiples formas:
“Asistencia espiritual” durante las ejecuciones extrajudiciales y en cumplimiento de las ilegales sentencias de los tribunales y consejos de guerra franquistas.
Participación de órdenes religiosas en la represión de los/as presos/as políticos/as en el interior de cárceles, campos de concentración, destacamentos de trabajo forzado, etc.
-Participación de los párrocos como denunciantes y delatores de los/as ciudadanos/as, tanto en los ilegales consejos de guerra, como en expedientes de depuración de funcionarios y empleados, concesión de avales y salvoconductos, etc., extendiendo con ello una atmósfera de terror en la sociedad.
La Iglesia católica proporcionó el núcleo de la ideología legitimadora del golpe militar y de la dictadura que, durante cuarenta años, secuestró la soberanía popular. Elaboró la base del sistema ideológico totalitario del régimen -el nacionalcatolicismo- que abarcaba desde el plano de encuadramiento político, hasta los aspectos más personales de la vida cotidiana.
-Ejerció una absoluta represión social, moral e intelectual desde el púlpito, pero sobre todo por medio del monopolio absoluto de un sistema de enseñanza represivo, alienante, clasista y sexista.
Religiosos y religiosas tuvieron un papel central en la siniestra trama de robo de bebés, que tuvo su origen en el secuestro de los hijos e hijas de las presas políticas, y cuya verdadera magnitud sólo ahora está empezando a intuirse.
La represión franquista no se ejerció exclusivamente contra los demócratas, sino que afectó también a pastores y fieles de otros credos, e incluso, en la fase final de la dictadura, a sacerdotes católicos influidos por las corrientes progresistas de la Iglesia de la época.
La Iglesia no ejerció este papel desinteresadamente, sino a cambio de inmensos privilegios tanto económicos como de poder y de capacidad de influencia social, que el actual régimen democrático no ha cuestionado en los 38 años transcurridos desde la muerte física del dictador.
En consecuencia, creemos que es una excelente, aunque tardía oportunidad, para que la Iglesia católica española y en su representación la Conferencia Episcopal, hagan una declaración pública y nítida por la que pidan perdón públicamente al conjunto de la sociedad española, tanto por su participación en los crímenes franquistas como por su colaboración con la dictadura que sojuzgó a la sociedad española entre 1936 y 1977.
http://www.nuevatribuna.es/articulo/espana/recogida-firmas-iglesia-pida-perdon-colaboracion-dictadura/20171107125402145072.html
Las cifras son difíciles de dar, pero se calcula que pudieron ser 10.000 los mártires de la persecución religiosa durante la guerra civil, incluyendo tres mil seglares, en su mayoría pertenecientes a la Acción Católica. Hay registrados cerca de 7.000 con nombres y apellidos (11). Estos datos hacen que la persecución religiosa se haya llegado a considerar la peor persecución religiosa en toda la historia. En este sentido, Antonio Montero Moreno:
” En toda la historia de la universal Iglesia no hay un solo precedente, ni siquiera en las persecuciones romanas, del sacrificio sangriento, en poco más de un semestre, de doce obispos, cuatro mil sacerdotes y más de dos mil religiosos.”
También el historiador británico Hugh Thomas:
“En ninguna época de la historia de Europa, y posiblemente del mundo, se ha manifestado un odio tan apasionado contra la religión y cuanto con ella se encuentra relacionado.”
Y Stanley G. Payne:
” La persecución de la Iglesia católica fue la mayor jamás vista en Europa occidental, incluso en los momentos más duros de la Revolución francesa.” (12)
Se dieron episodios de gran crueldad y de verdadero sadismo; así, hubo casos en que las víctimas fueron quemada vivas, terriblemente castradas y mutiladas antes de morir o sometidos a verdaderas torturas psicológicas (13). También hubo quienes fueron arrastrados por coches. Hubo casos en que se entregó el cuerpo de una persona asesinada a los animales para que lo comieran. Incluso hubo una auténtica cacería de presos (14).
También es preciso señalar las profanaciones, ”el martirio de las cosas”. Desde el primer momento se asaltaron iglesias y conventos quemando imágenes y expoliando los bienes artísticos. Se destruyeron unas 20.000 iglesias -entre ellas varias catedrales- incluyendo retablos e imágenes y bibliotecas(15).
“Se ha afirmado que estas matanzas se debieron a una explosión de ira popular, tras el levantamiento de parte del ejército el 18 de julio. El investigador catalán Jordi Albertí, que se define catalanista y creyente, afirma que la persecución fue planificada: las planificaron los comunistas libertarios, es decir el partido anarquista (la FAI) y su sindicato, la CNT. Otros grupos de la izquierda fueron cómplices en distinta medida -especialmente entusiastas los comunistas-, o bien se inhibieron con omisiones culpables. Según este investigador: “¿pueden unos descontrolados matar 70 curas al día, que era la media de agosto de 1936?”
Se dieron episodios de gran crueldad y de verdadero sadismo; así, hubo casos en que las víctimas fueron quemada vivas, terriblemente mutiladas antes de morir o sometidos a verdaderas torturas psicológicas . También hubo quienes fueron arrastrados por coches. Hubo casos en que se entregó el cuerpo de una persona asesinada a los animales para que lo comieran. Incluso hubo una auténtica cacería de presos .Carmen García Moyón fue quemada viva en Torrent (Valencia) el 30 de enero de 1937?. Etc, etc, etc
¿Comprendes ahora pq la Iglesia fue colaboradora necesaria de la Dictadura?
Citas tomadas de : http://www.historia.humanet.com.co/persecusion_religiosa.htm
Ese odio hacia la iglesia la iglesia se lo ganó a pulso.
No confundas a la iglesia con Jesús, Alfonso.
Jesús siempre estuvo con los más débiles, con los marginados por el sistema de aquellos tiempos.
Esta iglesia, que dice representarlo, cosa que el no querría de ningún modo, siempre ha estado del lado de los poderosos, beneficiándose mutuamente.
Ser pobre suele llevar consigo la incultura y muchas veces la brutez; pero ser pobre no es sinónimo de ser tonto, así que los pobres tan pronto tuvieron ocasión se vengaron cruelmente de sus sempiternos verdugos. No hay acción sin reacción. (no es buena la venganza aunque si tanto te martiriza el verdugo con la sangre caliente puede ser entendible).
Para escabechinas las que cometieron los aliados de la iglesia, es decir, los caciques y las grandes riquezas; por citar una sóla, la escabechina de Badajoz:
http://www.eldiario.es/eldiarioex/sociedad/Badajoz-agosto-alondra-ensangrentada_0_547695320.html
A la iglesia católica, Pepe, como bien sabes, la subvencionamos muy espléndidamente con dinero público mientras que se está recortando en sanidad, en educación, mientras aumenta la precariedad.
Si a tí te conviene que sea así es otra cosa.
La iglesia católica se apropió del nombre del revolucionario que nació, dicen, en el establo.
En este periódico he leido artículos muy bien documentados de Antonio Manuel sobre la mezquita, sí mezquita, no catedral.
Y lo peor es que no es sólo la mezquita de Córdoba, esta especie de ratas se están haciendo con todos los bienes que construyó y financió el pueblo.
Un ejemplo de estos días es la Catedral Metropolitana de Pamplona que fue inmatriculada en el Registro de la Propiedad nº 2 de Pamplona el 23 de enero de 2007. Por 25 monedas de Euro, el Arzobispado inscribió a su nombre un recinto de valor incalculable sin otro título que su sola palabra.
Siempre hemos calificado las inmatriculaciones como procedimientos ilegítimos e inconstitucionales de apropiación, realizados por la Iglesia al amparo de normas franquistas. Procedimientos que, por otra parte, terminan en ventas opacas, alquileres, desahucios, ruinas o, como en este caso, negocios…
18 noviembre, 12 horas, concentración frente a la catedral de Pamplona.
http://plataforma-ekimena.org/?p=2887
El sentido común nos dice que debemos ir hacia una:
República, Democrática, Federal, Socialista y Laica.
Mientras que aquí, en Turquispaña, tenemos una:
Monarquia, Autoritaria, Hispanonacionalista, Capitalista y CATÓLICA.
Ni una.
Claro, si el pueblo despierta, ésto no les puede salir bien.
Common sense tells us that we should go towards a
Secular, Socialist, Federal. Democratic Republic.
Whereas here, in Turkeyspain, we have a:
CATHOLIC, Capitalist, Hispanicnationalist, Authoritarian Monarchy.
Not a single one right.
Of course, if the people wake up, this won’t turn out well to them.
La inmatriculacion no da la propiedad, sino que la hace pública. Eso lo deberían saber los que escriben el artículo.
También que la mezquita en cuestión es catedral desde el siglo XIII, tras la conquista de Fernando III.
Igualmente, que este edificio está en pie gracias a la Iglesia católica, que lo ha conservado y mantenido durante ocho siglos.
De la misma forma, deberían saber que el sectarismo y las mentiras en periodismo no es lo más adecuado.