Horas después de que el Parlament de Catalunya declarase la independencia de la República catalana (70 votos a favor, 10 en contra, 2 en blanco -y el resto de parlamentarios ausentes-), el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, ha calificado como «acto delictivo» la decisión unilateral del legislativo catalán. Durante su comparecencia sin preguntas, Rajoy ha anunciado la puesta en marcha del artículo 155 de la Constitución, una decisión que esta misma tarde había recibido el visto bueno del Senado (81% de los votos a favor) y que justo después ratificó en sesión extraordinaria el Consejo de Ministros.
El presidente español ha avanzado que el Gobierno central asume la gestión de las competencias de la Generalitat catalana. Rajoy ha dado la orden de cesar a todo el Govern, incluyendo al president catalán, Carles Puigdemont, así como a su vicepresidente, Oriol Junqueras, y a todos sus consejeros. Además, Rajoy comunicó que el Parlament queda disuelto y convocó elecciones autonómicas «libres, limpias y legales» para el próximo 21 de diciembre para, según sus propias palabras, «restaurar la democracia en la comunidad autónoma».
Rajoy pidió tranquilidad a los ciudadanos de España y Cataluña y aseguró que «las cosas se harán bien, con mesura, con eficacia, como hemos hecho hasta ahora», y subrayó que «España es un país serio».
Además, según explicó, el Ejeutivo va a estar «a la altura de las circunstancias» y ya ha presentado ante el Tribunal Constitucional un recurso contra la declaración unilateral de independencia aprobada este viernes por el Parlamento catalán, y señaló también la destitución de Pere Soler, director de los Mossos d´Esquadra. Entre los cargos que quedan relegados de sus funciones también se encuentran los delegados de la Generalitat en Madrid y ante las instituciones europeas en Bruselas, así como los cargos directivos de Diplocat (servicio exterior de la Generalitat). «El Estado dispone de medios suficientes para, de forma pacífica y moderada, recuperar la normalidad legal», aseguró el presidente español, que agradeció el apoyo del PSOE y Ciudadanos a la decisión del Ejecutivo central.