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La balanza y el mazo, la legalidad como garantía, política y represión
"El conflicto territorial ha revelado que la connivencia con lo existente es mucho más profunda de lo esperado", reflexiona el autor.
Si para algo está sirviendo la crisis catalana, incluso lejos de solucionarse o llegar a término, es para conocernos mejor. La afirmación, que suena amable como un lema de autoayuda, solo nos habla de que hemos destapado lo que llevábamos tiempo ocultando. Si el 15-M fue en parte una gran terapia de grupo, este momento es como un monólogo interior que carece de esperanzas pero al que le sobran frustraciones. Cataluña, el gran chivo expiatorio de las Españas, tras sefardíes y moriscos, comunistas y masones, está siendo la excusa propicia para la vuelta de todos aquellos que añoraban el Amanecer en Cegama. Pero no solo.
Si hay un argumento que ha tenido un éxito arrollador, además de transversal, ha sido el de la legalidad. El conflicto territorial ha revelado que la connivencia con lo existente es mucho más profunda de lo esperado y que lo que comienza en la parte más reaccionaria de la sociedad es un discurso repetido por sectores de todas las capas y todas las ideologías.
Y dejen que les diga algo. Esto de apelar a la legalidad, desde la abstracción interesada, muestra una preocupación sincera unida a un desarrollo político endeble, pero también es un pretexto para tapar españolismos, miedos al cambio e incluso vulgares resituaciones profesionales que, anticipando la que se nos viene encima, buscan el blanqueamiento de lo sensato para no quedar atrapados en la represalia. Ya les adelanto, no valdrá de nada.
La legalidad es una buena idea. Yo mismo he recurrido a ella muchas veces para intentar promover el laicismo tras la ola siguiente a cada atentado yihadista. La legalidad es un avance histórico que nos permite no estar a expensas de los caprichos del reyezuelo o el santón, saber a qué atenernos, darnos un marco de convivencia. Parece lógico que si alguien –en este caso los independentistas– es acusado sin descanso de no respetar la legalidad concite críticas adversas y un descrédito a sus fines. La legitimidad que da la capa de lo legal sigue siendo importante para la mayoría de la población, es decir, se entiende que no basta que una propuesta política sea razonable, sino que para alcanzarla hay que seguir unos cauces pautados.
Esto no es una novedad histórica. El propio Lenin, que anda de aniversario, trató la cuestión de la legalidad en sus escritos llegando a la conclusión de que era un factor a tener en cuenta para conseguir el respeto y la atención de los ciudadanos. Efectivamente el Partido de los socialdemócratas rusos, del que el padre de la URSS formaba parte, utilizó las escasas herramientas legales que el régimen zarista le permitía como forma no de lograr ningún avance, debido a la inutilidad programada de las mismas, sino sobre todo como altavoz de legitimidad. También, obviamente, hizo uso de otras muchas herramientas ilegales, al igual que el zarismo, al que ni siquiera su propio aparato jurídico le valía para mantener el orden establecido.
Este ejemplo histórico no intenta hacer un símil con nuestro contexto. Lo que se vive en Cataluña no es una revolución obrera ni España es el Estado postabsolutista de los Romanov. Pero sí nos vale para ir haciéndonos una idea de qué es eso a lo que se llama legalidad y cuál es su relación con la política. La legalidad, de lo único que nos previene, es de la arbitrariedad del poder, y por lo general ni eso, ya que puede ser torcida, enmendada o directamente obviada cuando quien la ostenta lo decide. El segundo elemento es que la legalidad, aun intentando expresar equidistancia, razón y justicia, es sobre todo la expresión de unos intereses de clase. El tercero es que la legalidad es una herramienta dúctil que adopta la forma de la mano de quien la empuña, primando más la habilidad para encontrar sus resquicios y usos interesados que los significados concretos de sus artículos.
Un apunte antes de continuar. El mero hecho de que lo legal esté centrando el debate es la consecuencia de cómo se ha tratado el conflicto catalán, esto es, como una cuestión de orden público antes que como un problema político. De ahí que hablemos de cargas policiales, sedición y cárcel y casi nada de las causas profundas que nos han colocado en esta situación. Nadie puede ocultarse detrás de la legalidad para no buscar un consenso cuando todos los gobiernos centrales han negociado con una banda terrorista. Y esta hoja de ruta, como no nos cansamos de insistir por aquí, no es torpeza, sino premeditación. Una que pretende tapar las faltas de los incendiarios y utilizar esta crisis para la cimentación del régimen de Felipe VI.
Hay un factor profundamente hipócrita en las apelaciones a la legalidad, sobre todo en el sector más derechista del bloque monárquico. Y si no, miren la corrupción, algo que ha afectado desde la Casa Real hasta el concejal de urbanismo de la pedanía más recóndita. Que el partido que ostenta el gobierno esté envuelto en un caso de financiación ilegal –que realmente más que financiación es el modus operandi de relación entre élites políticas y económicas– habla de la poca autoridad moral de estos señores para portar la venda y la balanza. La Ley de Memoria Histórica ha tenido una aplicación deficiente boicoteada, una y otra vez, por los herederos del franquismo. En el ámbito más cercano, la legislación laboral es retorcida, ninguneada y moldeada para que el empresariado haga y deshaga a su antojo. Efectivamente, ni todas las leyes valen lo mismo ni la ley es igual para todos.
Sin embargo, este hecho, por sí mismo y por sus protagonistas, siendo justos, no es respuesta al problema. Si buscamos un país más decente, el hecho de que los representantes públicos sean tan dados a la ilegalidad –pregunten también a la derecha catalana independentista– no nos debería otorgar a los demás la capacidad de hacer de nuestra capa un sayo. Hay hipocresía e impudicia, pero sobre todo hay una apropiación del concepto de legalidad con una carga ideológica muy profunda y peligrosa.
No hay líder de Ciudadanos, el partido más extremista del bloque monárquico, que no se arrogue la coletilla de demócrata frente al independentismo. Que el independentismo rompa las costuras legales de lo que realmente nos habla es del agotamiento de un modelo territorial, de un enconamiento prolongado, de la falta de salidas. No de que más de dos millones de personas se levanten un día con ánimos sediciosos. Nos habla de que hay una parte de la población, legalmente española, que no quiere serlo. Y esto, aunque no se reconozca, aunque haya quedado sepultado por lo mediático, es el ineludible fondo. Los independentistas no están abogando por una barbaridad contraria a los derechos humanos, sino por algo perfectamente democrático como la autodeterminación. E insistir en lo contrario lo que busca no es aclarar el panorama, sino crear un enemigo legalmente eliminable.
El independentismo no ha respetado la legalidad del Parlament, pero a lo más que ha llegado ha sido a representaciones políticas de una idea, sin valor jurídico como ellos mismos han reconocido en la de antemano inútil correspondencia con el Gobierno central. Precisamente ha sido este, con la legalidad en la mano, el que ha hecho algo tan ilegítimo como utilizar una violencia desproporcionada contra los votantes del referéndum e incluso forzar la legalidad hasta límites muy poco claros. Así ha ocurrido con el encarcelamiento de los líderes de Òmnium y ANC, donde la competencia del órgano judicial, la figura del delito, así como la prisión incondicional, despiertan dudas entre los expertos.
Pero es en el propio artículo 155 de la Constitución donde se expresa bien el motivo sobre el que gira este texto: la naturaleza de clase de la legalidad. Como apuntaba Julio Anguita en un escrito reciente, el 155 carece de una ley orgánica que lo desarrolle, siendo una carta blanca, esto es, totalmente arbitraria, para intervenir la autonomía. Esta abstracción, no corregida en 40 años, no es casual, ya que responde al deseo de la clase dirigente española de tener un recurso de atribución de plenos poderes para mantener no ya la unidad territorial, sino el dominio sobre las administraciones que no controlen mediante el voto. Que la supervisión de la aplicación del artículo lo vaya a ejercer el propio Ejecutivo ya habla del absolutismo de la medida. Veremos cómo responde el Tribunal Constitucional al recurso interpuesto por la Generalitat.
La Constitución, que se presenta como un todo inalterable, infalible y ausente de influencia, se cambió cuando los banqueros alemanes así lo desearon, añadiendo una cláusula neoliberal, el 135, que entra en contradicción con el supuesto carácter social y el valor de igualdad que se establecen en el Título preliminar. Que un artículo como el 128, aquel que dice que “toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general”, no haya tenido nunca una utilidad social, lo que nos explica es la capacidad de la izquierda, en las instituciones pero respaldada por la fuerza de la calle, para introducir elementos progresistas, así como su pérdida de poder posterior para hacerlos efectivos. El propio proceso de autonomía andaluza deja constancia de cómo el texto constitucional tuvo que ir variando no tanto por la buena voluntad de sus padres, como se nos ha contado desde el periodismo mitológico, sino por la presión democrática del pueblo movilizado. La Constitución es resultado de una reconfiguración en régimen liberal de la dictadura franquista, no del fin de esa dictadura, por presión interna de la oposición antifascista y por necesidades externas de un contexto internacional que necesitaba una España presentable para el proceso de unidad europea.
Lo que parece, viendo la alegría con la que la derecha amenaza con el 155 a Castilla La Mancha, Euskadi y Navarra, viendo la absoluta falta de mesura y control interno en sus procedimientos punitivos, viendo la adhesión inquebrantable del cuarto poder, no es ya que la crisis actual vaya a tener una resolución dialogada y democrática para todos los catalanes, independentistas y no independentistas, sino que el Régimen del 78 se reencarnará en sí mismo, siendo algo aún más reaccionario, bajo la idea no de que la legalidad es garante de la democracia, sino de que una legalidad muy específica, restrictiva y regresiva, es la única forma de democracia posible.
He disfrutado el articulo y los comentarios. La problemática entre legalidad y legitimidad el liberalismo, y el hoy bautizado como NEOlberalismo, lo han resuelto siempre con el poder privatizado para robar a sus anchas, encarcelar, asesinar, desaparecer forzadamente. Resumiendo: El «poder», siempre recurrirá a dobles verdades y triples mentiras. Y cuando ya no puedan llevar a adelante el estado de cosas, recurrirán a una «nueva guerra», así ha sido siempre. El «Estado de Derecho», sólo son cápsulas de diazepam para ingenuos.
Prefiere el poder del gobierno español, alemán o francés o el poder de Stalin, los Jemeres rojos o King Jon Un?
Quieres un gobierno sin poder o un gobierno comunal? Piensa que es posible un gobierno comunal para 46 millones de personas? Creoq que fue Aristóteles quien dijo que las ciudades (Estado) no deberían tener más de 25.000 habitantes pues los ciudadanos tienen que conocer a sus gobernantes. Yo no sé si a ud se le ha ocurrido una forma de gobierno para los países en la actualidad. Algunos piensan que si se cambian a unos gobernantes por otros todo cambiará. Pero yo creo que no, creo que simplemente, como nos recordaba Paulo Freire, tan sólo cambia la situación: los oprimidos pasan a ser opresores y los opresores oprimidos.
Yo creo que en Europa con un 27% del PIB distinado a política social (en España algo menos) no estamos tan oprimidos aun cuando algunos se empreñen en representar el infierno.
¿Cataluña el gran chivo eexpiatorio de Las España? ¿De qué habla? Estudie la balanza de pagos de Cataluña con otras regiones y comunidades desde el franquismo a hoy, o lea sobre el expolio de la burquesía «nacionalista» catalana en las materias primas y la industria española en los mismos periódos, por ejemplo, y luego reflexione y hable. Eso es historia, no opinión, está publicado por os mejores especialistas. O lea al catedrático catalán Ricardo García Cárcel y el comienzo de la leyenda negra a cargo de las razias catalanas en el Mediterráneo, pura piratería. No los hechos, datos e historia son muy tozudos, por más que ciertos iluminados quieran seguir con las tergiversaciones interesadas.Nada de chivo expiatorio, otros hemos pagado el expansionismo nacionalista catalán en lo económico, social, etc. especialmente las regiones más pobres y depauperadass de España, y nos han sometido a una emigración forzosa y no precisamente angelical para contribuir al pespegue y milagro catalán. Vamos, los pactos de la alta burqguesía catalana con el franquismo para hacer la vista gorda y repartirse beneficio, son muy bien conocidos. NO, ángeles caídos y maltratados. Ya sabemos los andaluces, por ejemplo, que para el nacionalismo catalán no llegamos ni a la categoría de hombres (Pujol dixit y está publicado en su simpar libro, del que nunca abjuró y ni pidió disculpas). Creáse lo que le pete, pero no tergiverse más, que no cuela. El victimismo será muy rentable para consumo interno, fuera de Cataluña es una monserga que nos lleva costado, y nos costará, muy cara a los demás.
Pues vaya si son tontos los catalanes, con tantas ventajas y quieren los muy tontos independizarse de España.
Sí, los catalanes, gente laboriosa y emprendedora, pudieron dar muchos puestos de trabajo desde principios de los 60 a la España interior rural y mísera y también una cultura menos «encorsetada», más libre y natural.
Se dice que siempre han sido más despiertos y menos fáciles de manipular y la verdad es que a diferencia de la mayoría de la España interior nunca lo tragaron y para que no se le revelaran Franco les hacía bastantes concesiones.
Ya sabes, aquello de un pueblo de ovejas engendra un gobierno de lobos, o cada pueblo tiene lo que merece.
A ver, gente laboriosa y emprendedora, gente del interior misera; catalanes cultos, españoles del interior «encorsetados»; Más libres y naturales y más despiertos y fáciles de manipular. Todo esto suena un poco pretencioso y supremacista no? Es esto lo que os han transmitido? Y Madríd? Por qué Madrid es lo que es? Pues porque como en el caso de Barcelona el capital suele ir a los grandes centros económicos y este es un proceso que se retroalimenta. En definitiva, que ni Madrid ni Barcelona sería lo que son si no formasen parte de un país de 46 millones de personas pues los flujos de capital tienden de forma natural de las regiones pobres a las ricas. Y ud, arroyoClaro lo ha convertido en una cuestión supremacista. Nosotros capaces, cultos y emprendedores y los demás un atajo de ovejas incultas. Lo faltó decir «y les tenemos que mantener» que es lo que los políticos catalanes han dicho (España nos roba)
Se quieren marchar tan sólo si España no se pliega a darles mucho más dinero de tal forma que se beneficien de formar parte de España y no tengan que contribuir con los que se llama generosidad interterritorial.
Solidaridad interterritorial
Formación:
La suma de las tres disciplinas analizadas por el informe PISA en mi comunidad autonoma (Galicia) es de 1500 puntos. En Calatuña el resultado es de 1470.
La renta per cápita gallega supera ligeramente los 21000 euros anuales; la catalana los 28.000.
Puede deberse, como ud comenta al mayor emprendimiento catalán, pero esto no explica el porque los gallegos si triunfan fuera (en la Argentina, Venezuela o el Brasil son muy numerosos los gallegos emprenderores a los que ha ido muy bien) No será que en algunos lugares es más fácil emprender? No será que en algunas regiones de España, tal y como ha dicho Margajim, se ha realizado un importante esfuerzo por parte de las instituciones públicas para mejorar las infraestructuras y potenciarlas economicamente? Sabe que la inversión pública es uno de los factores que más influyen en la productividad de los países?
Seguramente algo de todo. Y esto no debe olvidarse, para evitar el enfretamiento, el sectarismo y la fragmentación de la sociedad. También para entender que a veces, la solidaridad, es cuestión de justicia.
La LEGALIDAD Y LA LEGITIMIDAD SON COSAS DISTINTAS..HITLER LLEGO AL PODER LEGALMENTE..
Bien cierto. Desgraciadamente demasiadas veces la legalidad pasa por encima de la legitimidad.
Vaya, ahora resulta que el gobierno español es como el de la Alemania nazi… esto es un poco fuerte no? Con este tipo de simil creo que la izquierda no va a convencer a muchos. Además, no le parece irrespetuoso para los votantes de los partidos mayoritarios? Si ganan los suyos… no son legítimos. No me parece muy democrático lo suyo. A, claro, será aquello de «los demás están manipulados y yo no».
Mancuso. Has leído mucho pero no has entendido nada
Si te refieres a que no me han convertido en un fanático con orejeras ideológicas tienes razón. Pero eso creo que es bueno. Lo malo es que alguien se instale el chip ideológico completo y actúe modo automático repitiendo consignas
Le concedo un 2,5 a 22 millones. Si eso le complace.
¿En que me perjudica qué? La legitimidad? ¿Que quiere cuando me pregunta si me preocupa la pasta? Porque esto puede desarrollarse de muchos modos. Obviamente la pasta me interesa. A mi y a la práctica totalidad de los Españoles ¿conoce ud a mucha gente que trabaje por amor al arte? Si ha leído algo de economía, por ejemplo, sabrá que, entre otras cosas, para que un país sea atractivo para las empresas (algo imprescindible para adoptar decisiones de inversión) es la seguridad jurídica e institucional. El actual proceso separatista acabará afectando al conjunto de España.
Otro aspecto del apartado «pasta» es que Madrid y Barcelona, al ser las ciudades más importantes de España, han sido elegidas como sede de las grandes empresas tanto nacionales como internacionales (alguien piensa que si Madrid no fuese la capital alcanzaría la importancia que hoy tiene?). Esta inversión masiva las ha convertido en ciudades muy ricas y ahora que son muy ricas… se quieren ir salvo… que les concedamos algo así como el ignominoso cupo vasco. Es decir, nos queremos aprovechar de pertenecer a España para recibir la sede de las grandes empresas y luego quedarnos con todo el beneficio… eso es un poco egoísta no? No le parece egoista a alguien que seguro que está muy de acuerdo con la solidaridad (de las pensiones) con la progresividad (fiscal)… Yo creo que es un problema de pasta si, pero por parte de los que odian una constitución que habla de solidaridad interterritorial.
Pero en definitiva tampoco esto es una preocupación permanente. De hecho, cuando se separó Eslovaquia de la Republica Checa se pensaba que la parte pobre y agrícola (Eslovaquia) tendría serios problemas, pero no fue así. Simplemente que el Sabadell, La Caixa, Gas Natural o la Seat, optarán por el cambio de sede y, en un futuro, crearían puestos de calidad y revitalizarían la actividad económica del resto de España.
En definitiva, más que perjudicar me molesta el egoísmo de algunos y una actitud rayana con el supremacismo cultural y económico.
Hay tantos motivos para no querer ser española!
La gigantesca manipulación de los medios de comunicación (salvo una minoría), han convertido a este país en un gran rebaño conducido dócilmente en una misma y única dirección pero no hacia adelante si no en retroceso.
De Venezuela se han olvidado, el mantram de los medios gubernamentales ha pasado a la malvada Cataluña.
ARABIA SAUDI, por poner un ejemplo, no existe si no es para recordar la buena sintonía entre los reyes hermanos, los buenos negocios que allí hacen nuestras empresas del Ibex, pero ¿alguien ha oído en los medios gubernamentales denunciar que están ejecutando a chavales menores de edad SOLO por criticar la falta de democracia gubernamental?.
9 de los 11 miembros de la Asociación Saudí de Derechos Civiles y Políticos están encarcelados por 8 y 10 años por denunciar graves y sistemáticas violaciones de los derechos humanos por parte del gobierno. Cuando finaliza el periodo de encarcelamiento se inventan otro para seguir manteniéndolos recluídos para que no «molesten» a la «democracia» Saudí.
En Amnistía Internac. y en otras ongs de DDHH podéis informaros más ampliamente.
Para el gobierno de España Arabia Saudí es un país amigo, no cómo la perversa Cataluña.
Durante muchos años he leído Sin Permiso, Rebelión, he seguido el blog de V Navarro, de Juan Torres, de A Garzón cuando todavía era becario. He leído, y leo, la web de Attac España; a Susan George, a Noam Chomsky. He leído a economistas como J Stiglitz o Paul Krugman. También los informes de AI o de Intermon Oxfam, a Naomi Klein… Los informes de desarrollo humano de la ONU. He estado al tanto de la evolución económica y social de Cuba, Venezuela, Ecuador o Bolivia, y todo ello no a través los medios españoles convencionales (que son, en este sentido, meros instrumentos de manipulación) sino de los «alternativos» y los oficiales (como la CEPAL). Así que si pretendes que hablo desde el desconocimiento, la alienación o la falta de sentido crítico (sea este más o menos cuestionable); se equivoca. Simplemente me han decepcionado. No distingo mucho a los unos de los otros. Para mi un demócrata intenta convencer con la palabra sincera, no con argucias manipuladoras. Cuando uno asume casi la integridad de un discurso lo normal es que sea bastante acrítico.
Llegado a este punto he vuelto a mis intereses de 10 años atrás. Me reconforta mucho más la lectura de Daniel Goleman, Daniel Siegel o de Martin Seligman que las interpretaciones casi siempre sesgadas de partidos y analistas políticos. No soporto la manipulación ni el sectarismo.
Esta es la España que le gusta a demasiada gente desinformada o manipulada.
Comentario sacado del artículo «Tengo un miedo de Transición»:
Chorche
24/10/2017, 21:47
Mientras en Catalunya:
Barcelona retira 570 plaques franquistes més dels edificis
https://www.ara.cat/societat/Barcelona-retira-plaques-franquistes-edificis_0_1893410739.html
En España:
Transparencia desvela que Defensa costea la asociación de militares franquistas
http://www.publico.es/politica/transparencia-desvela-defensa-costea-asociacion-militares-franquistas.html
Dice algo del 3%?
Desde 1979 hasta 2011 el ayuntamiento de Barcelona ha estado gobernado por el PSC. Desde 2011 hasta 2015 por CIU. Al parecer ninguno de ellos ha retirado estas 500 placas franquistas. Significa esto que son franquistas? Si son franquistas (estos últimos) podemos afirmar que los franquistas son los que promueven el separatismo?
O será que le parece demócrata que el que vota en contra de la autodeterminación del Kurdistán o el Sahara exija el derecho al sececionismo catalán? Piensa que si Cataluña fuese una zona pobre como Extremadura intentaría independizarse? Si la respuesta es no, no será que detrás de todo esto lo que prima es el mero egoísmo e interés puramente económico?
¿Piensa que si Catalunya fuese una zona pobre como Extremadura le pondrían pegas para independizarse? Si la respuesta es no, ¿no será que detrás de todo esto lo que prima es el mero egoísmo e interés puramente económico?
Por favor, conteste sinceramente.
Si fuese una zona pobre creo que también podrían problemas, piense en Ceuta y Melilla o fuera de España, en la Angola o Mozambique cuando eran colonias portuguesas. En general los países actúan preservando su integridad territorial. El porqué es así no lo sé. Un conjunto de células conforma otros seres que les trascienden y me pregunto se los países (formados por personas) tienen algún modo de actuar más o menos predeterminado.
En el caso catalán puede que, además, esté el hecho de que es una región rica. Pero creo que esto influye más en los secesionistas que en los «unionistas».
Kosovo era una región pobre y el Kosovo también
Y no estaba muerto, no, no… (Polónia)
https://www.youtube.com/watch?v=CO2G8b5kE_w
Ramón Mercader fue un catalán que, por el bien de la humanidad, acabó con la vida de Trotsky, no? Creo que le habían contado que lo mejor para el mundo mundial era apoyar a Stalin que, según Eric hobsbawm (marxista) pudo haber acabado con la vida de entre 15 y 40 millones de personas. No es posible saber el número porque por el bien de la humanidad también acabó con la información.
Que se desvía de la temática del artículo? Puede ser. Tampoco este vídeo aporta mucho. Es lo que en el ámbito de la psicología se llama «agresión desde abajo». Algo así como un chiste burdo para descalificar propuestas que, acertadas o no, tienen una complejidad y nivel intelectual muy superior.
Legalidad y legitimidad
Creo que el autor se va mucho por las ramas e introduce a la monarquía, al PP a la corrupción y hasta al neoliberalismo. Pero más allá de la legalidad está la legitimidad y, en la actualidad, muchos, y creo que somos una mayoría aplastante, no queremos que 2,5 millones de personas impongan un cambio constitucional a los 44,5 millones restantes.
La legalidad es la que es y esta se somete a legitimidad cada cuatro años. Al parecer unos ganan casi siempre y otros pierden. Siemdo así parece que en este caso podemos hablar de legalidad y de legitimidad. En este contexto, hablar de la corrupción y del papa me recuerda demasiado a los que, cada dos por tres, hablan de Venezuela e Irán. Y no parece recursos muy constructivos.
Si cuentas ciudadanos votantes de un lado, haz lo mismo en el otro. Por otra parte, ¿en qué te perjudica? ¿no será por la pasta, verdad?
Y una cosita más, Cuando y gallego paga la luz los beneficios la empresa puede que los pague en Cataluña. Y todos aquellos trabajos que se pueden centralizar están en la sede (Cataluña); esto hace que hacienda recaude mucho en Cataluña y luego, esos demócratas catalanes dicen que les robamos. Encima nos llaman ladrones! El saldo fiscal de Madrid es mucho más negativo que el catalán, pero también saben que los beneficios los obtienen en el conjunto de España ¿quien llama ladrones a los españoles, los madrileños o los catalanes? Eso, no es que me «perjudique» es que me molesta.
Qué es lo que no entiendes de la parodia del vídeo???