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Islandia se prepara para las terceras elecciones anticipadas en ocho años
Islandia sigue anclada en la inestabilidad política a raíz del colapso del sistema financiero de octubre de 2008. Desde entonces, se han celebrado tres elecciones anticipadas debido a escándalos políticos y económicos de distinta índole.
Islandia sigue anclada en la inestabilidad política a raíz del colapso del sistema financiero de octubre de 2008. Desde entonces, se han celebrado tres elecciones anticipadas debido a escándalos políticos y económicos de distinta índole. La isla nórdica ha visto como el parlamento nacional se atomizaba haciendo que la gobernabilidad del país sea cada vez más difícil. El próximo sábado 28 de octubre se celebrarán elecciones y todas las encuestas indican que nueve formaciones tienen opciones reales de conseguir representación en la cámara legislativa, el Althingi.
En esta ocasión, el avance de los comicios responde a la retirada del apoyo al primer ministro, Bjarni Benediktsson, por parte del partido Futuro Brillante, después de que se conociera una oscura maniobra del padre del primer ministro para beneficiar a un condenado, amigo de los Benediktsson, por violar durante años a su hijastra. El padre trasladó al Ministerio de Justicia una carta de recomendación para ‘restablecer el honor’ al condenado después de cumplir sentencia, un trámite que en la práctica asegura oportunidades laborales al beneficiado. Futuro Brillante, partido que participaba en la coalición de gobierno, junto al Partido de la Independencia de Benediktsson y al recién formado Partido Reformista, denunció públicamente que el primer ministro les había ocultado reiteradamente información sobre la autoría de la carta de recomendación.
A pesar de que sus coaliciones de gobierno llevan tiempo acumulando escándalo tras escándalo, el Partido de la Independencia parece casi impermeable a las polémicas y en la última encuesta realizada por Market & Media Research se sitúa en segunda posición en intención de voto, a tan sólo 0,7 puntos del Movimiento de Izquierda Verde. En las pasadas elecciones de octubre de 2016, el Partido de la Independencia consiguió 21 escaños, mientras que los verdes sumaron diez, igual que el Partido Pirata. Después de la disolución de la coalición de gobierno, es probable que la izquierda ecologista, liderada por Katrín Jakobsdóttir, se acerque o incluso supere a la derecha tradicional, aunque Benediktsson continuará teniendo un papel relevante a la hora de facilitar una coalición de gobierno estable.
En el centroderecha hay novedades importantes. El ex primer ministro Sigmundur Davíð Gunnlaugsson ha decido romper con su formación, el Partido Progresista, y ha presentado una nueva formación que en algunas encuestas se sitúa como cuarta fuerza. Gunnlaugsson tuvo que dimitir por su vinculación con una empresa ubicada en un paraíso fiscal, caso que se conoció después de la publicación de los Papeles de Panamá, en abril de 2015. El gran perdedor de este movimiento de última hora es el Partido Progresista, que se hunde en las encuestas, a pesar de haber sido el socio histórico predilecto del Partido de la Independencia. El nuevo partido de Gunnlaugsson se llama Partido de Centro y debe entenderse como una venganza personal hacia aquellos miembros del Partido Progresista que no lo apoyaron para ser candidato en las elecciones de hace un año.
La derecha populista del Partido del Pueblo parece que por primera vez tiene opciones de conseguir representación en el parlamento. La encuesta de Market & Media Research le da un 10,7% de la intención de voto, aunque este es el mejor resultado que ha sacado en los estudios de opinión de las últimas semanas. Su líder, Inga Sæland, tiene un mensaje anti inmigración, de denuncia contra la pobreza de los islandeses, que contrapone a los beneficios que reciben los inmigrantes que piden asilo político, y contra la corrupción en las instituciones. Volviendo al centroderecha, hay que apuntar las pocas opciones del Partido Reformista y del Futuro Brillante, las dos formaciones que acompañaron al Partido de la Independencia en la fracasada coalición de gobierno. Son los dos partidos que, teniendo en cuenta las encuestas, pueden llevarse una sorpresa desagradable el próximo día 28, quedándose fuera del parlamento.
El Partido Pirata, que hace un año era uno de los grandes candidatos a ganar las elecciones, pierde algunos apoyos según las encuestas pero mantendría en torno al 10% de los votos. La formación que parece recuperarse después de cuatro años de bache pronunciado es la Alianza Socialdemócrata, que desde la convocatoria de elecciones ha subido hasta situarse en tercera posición en intención de voto. La alta volatilidad de la opinión pública islandesa y el hecho de que haya nueve partidos luchando para conseguir representación en un parlamento de tan sólo 63 diputados hace casi imposible predecir qué opciones de gobernabilidad tendrá el país después de que los ciudadanos se expresen en las urnas. Lo único que parece casi seguro es que, una vez conocidos los resultados, el presidente deberá encargar la formación de gobierno a uno de los dos candidatos con opciones de victoria: el conservador Bjarni Benediktsson o la ecologista Katrín Jakobsdóttir.
Siempre habíamos puesto al pueblo islandés como revolucionario y como ejemplo a seguir por el cambio social y, en vista de los resultados de anoche, queda claro que son exáctamente como los españoles… Votando una y otra vez a l@s mism@s ladrones/as que se han reído de ellos.