Cultura
Recomendaciones culturales para este finde (y algunos días más)
Si vas al cine, no te pierdas 'Una mujer fantástica'; si eliges teatro, '17 maneras simpáticas de acabar con el capitalismo'.
CINE, por Manuel Ligero
El chileno Sebastián Lelio rinde otro homenaje a la mujer impar (en el sentido de especial y de desparejada). Su anterior película, la extraordinaria Gloria (2013), era el retrato de una señora que ve que ya no encaja en ninguna parte porque no es joven, pero que se rebela contra ese convencionalismo. En Una mujer fantástica, Lelio sube la apuesta y habla de unos seres humanos que tampoco encajan porque buena parte de la sociedad quisiera no verlos: las personas transgénero. Y no se queda ahí: se centra en una relación entre personas de edades y clases sociales muy distantes. La heroína de Lelio, un personaje ‘fantástico’, como las hadas de los cuentos, busca hacerse un hueco en el mundo real para que le dejen honrar a su amor perdido, pero su duelo encontrará las puertas cerradas. Y, como ocurría en Gloria, el director narra su historia desmarcándose del drama tremendista, que sería lo fácil.
LIBROS, por Bob Pop
Quédate este día y esta noche conmigo
Belén Gopegui
Literatura Random House
La última novela de Belén Gopegui es, además de uno de los libros más importantes de los últimos 20 años –y tal vez de los que vienen–, una de las respuestas literarias más deslumbrantes y conmovedoras a la pregunta que todo escritor contemporáneo debería hacerse: “¿Para quién escribo?”. Gopegui resuelve ese interrogante de un modo impecable y sorprendente. La autora ha escrito Quédate este día y esta noche conmigo para quien nos lee y nos conforma, nos fagocita y nos alimenta: para Google. Esta magnífica novela es mucho más que un trabajo de comprensión del mundo que vivimos; es un intento de intervención en la programación del mundo. Es una hermosísima línea de código que busca entrar en el algoritmo del gran informador/informante Google que también somos nosotros, lectores fascinados por una novela que nadie podría haber pensado, escrito y programado mejor que Belén Gopegui. Léanla, por favor.
TEATRO, por Alfonso Álvarez Dardet
Una traductora que traduce a un escritor que es un idiota. Una banquera que es cómplice de vender productos fraudulentos. Una profesora de yoga que sobrevive como azafata, y una publicista que tiene como cliente a una marca de ropa que explota a niños en la India. Todas estas mujeres tienen algo en común: van a explotar el mismo día y en el mismo lugar, en el gran encuentro anual que celebra el FMI en Madrid. La consecuencia de esta hecatombe existencial será el fin del capitalismo. Así comienza 17 maneras simpáticas de acabar con el capitalismo, la obra dirigida por Raquel Loscos y Salvador S. Sánchez que se representa del 12 al 14 de octubre en la Sala Cuarta Pared de Madrid. La trama se centra en el día en el que deciden que ya no pueden más con sus vidas. Los personajes llegan a tal punto de hartazgo que deciden dejar atrás toda la falsedad para empezar de cero y reconciliarse consigo mismos. El texto es una oda a aquellas personas que todavía creen que un mundo mejor es posible.
MÚSICA, por Elena Rosillo
El Hombre Music, 2017
En Madrid a veces se nos va un poco la pinza con eso de las divinidades, lo guay y el postureo. Mientras, nos olvidamos de que hay un lugar llamado La Mancha, donde el llano seco y los tornados de tierra dan como resultado personajes más auténticos, salvajes y acomplejados que toda Malasaña repiqueteando. “Somos los negros de Europa”, decían en The Commitments. Honky Tonky Sánchez es el negro de Albacete. El Bob Dylan que hemos buscado entre adoquines de ciudad, mientras él vegetaba en la estepa castellana, que es como De la piel del diablo, que es como un Enterrador enterrado, que es como El caballo de Juan Fernándezpelándose de frío en El invierno de las cerezas. Su voz lánguida, rasposa, cálida, desencantada y, aun así, tierna como solo los perdedores saben ofrecer ternura, nos narra historias de domingos muertos y lunes vacíos de sentimientos que, al fin y al cabo, no son más que eso.