Opinión | OTRAS NOTICIAS

Las niñas que se visten y muestran como “les gusta”

"Lo más importante en este debate es preguntarse por qué hay niñas que desean mostrarse sexualizadas en la calle y en las redes sociales", reflexiona la autora.

Después de una frase muy desafortunada de un juez de menores de Granada, “Las niñas se hacen fotos como putas”, que hemos querido traducir como “Las niñas se representan en las fotos de forma sexualizada”, se ha comentado el asunto en redes sociales y en muchos medios. Sin querer mirar al dedo que señala a la luna, lo que trataré de hacer es mirar, directamente, a la luna para intentar arrojar algo de luz en este asunto.

En primer lugar, no creo que el juez haya querido culpar a las niñas, como se dijo. Claro que generalizar nunca es correcto, porque, en primer lugar, hay muchísimas niñas que no se presentan ni se representan de manera sexualizada y, por tanto, generalizar puede ofender a muchas madres y padres que intentan oponerse a determinado comportamiento sexualizado de su prole. Tampoco creo que haya que meter de soslayo a los niños en este asunto porque está de más. Las féminas, de cualquier edad, han sido y son la representación de la sexualidad en esta sociedad patriarcal y las más afectadas por ello; dejemos, pues, las anécdotas para otra ocasión.

Lo más importante en este debate es preguntarse por qué hay niñas que desean mostrarse sexualizadas en la calle y en las redes sociales (incluso con la oposición activa de algunas madres). Porque negar la realidad no nos ayuda para intentar avanzar en la solución del problema. Y es cierto que hay algunas niñas a las que les ‘gusta’ vestirse y mostrarse de manera sexual, y cuando hablamos de “manera sexual” estamos hablando de que, en esta sociedad, las niñas que imitan las maneras que desarrollan las adultas para atraer sexualmente, están autorrepresentándose sexualmente; ese es el significado cultural construido y nadie, individualmente, tiene la capacidad de dar otro significado alternativo con la actual correlación de fuerzas. Otra cosa muy distinta sería inferir de esta realidad que las niñas lo hacen, conscientemente, para atraer sexualmente a los hombres. No. Esta realidad es una muestra más del triunfo del patriarcado. Hay algunas niñas que se adaptan a los modelos hipersexualizados que exige el poder patriarcal que necesita la mayor accesibilidad posible a los cuerpos de las mujeres, adolescentes y también al de las niñas; ¿por qué, si no, se programa recurrentemente Lolita en las televisiones públicas y privadas?

Pero entremos en el fondo de la cuestión. Las niñas ‘desean’ agradar; las niñas ‘desean’ recibir atención; las niñas desean ser valoradas. En una palabra, el deseo de las niñas es agradar porque han sido construidas para agradar a los otros, como las mujeres y las adolescentes. Pero el deseo, como dice Marcela Lagarde, no es consciente, es inconsciente; porque de lo que las niñas no son conscientes (ni tampoco muchas mujeres) es de lo destructivo que pueden ser los deseos; las niñas conocen el envoltorio del caramelo y por eso lo quieren; de lo que no son conscientes es de que el caramelo está envenenado. Desear gustar (inconscientemente) no es lo mismo que querer vestirse de manera sexualizada; esto último es el significado social que a determinada manera de vestirse le ha dado la sociedad patriarcal. Y, para las niñas, vestirse de determinada forma no quiere decir desear ser un objeto de atracción sexual para los hombres; solo quiere decir que les gusta vestir “a la moda” es decir, como les manda la moda.

A las niñas no les podemos decir, como Marcela Lagarde dice a las mujeres, que deberíamos saber identificar nuestros deseos destructivos y no llevarlos a la práctica porque muchos de ellos no se corresponden con la libertad, la autonomía ni la independencia a la que deberían aspirar todas las mujeres, “sino que, más bien, se corresponden con la dependencia, la subordinación y la centralidad de los otros [hombres] en nuestras vidas”. A las niñas no les podemos decir que hay deseos destructivos que, llevados a la práctica, nos producen, a ellas, a las adolescentes y a las mujeres, muchas veces, un irreparable daño personal.

¿Podemos pedir a las niñas que sean capaces de discernir que lo que se les permite y fomenta en esta sociedad patriarcal no les conviene porque está en contradicción con los intereses estratégicos de todo ser humano, que es el derecho a ser respetado, a no sufrir violencia, a desarrollar sus aptitudes y aspiraciones? No, porque son niñas. Y las niñas no pueden adivinar lo que les espera mañana, o cuando crezcan y, por tanto, no tienen capacidad (tampoco muchas adultas) para establecer una correspondencia entre el ‘deseo’ de estar guapas sexualizándose, y la realidad de convertirse en objetos de deseo que puede conducir a situaciones indeseables e incluso peligrosas. Porque ¿cómo la sociedad actual enseña a las niñas a estar guapas? A través de la publicidad y de los medios de comunicación. La industria cultural, que es la que manda, les enseña el camino para ser y estar guapas: ponte esto; haz lo otro; pon este gesto; muévete de esta forma… es decir, sexualizándolas. Y la sexualización del cuerpo femenino (no importa la edad) es de gran interés para los hombres en el patriarcado.

Hace ya trece años, en octubre de 2004, preguntada sobre la publicidad del momento, contesté en El Diario de Córdoba: “Con los 90 llegó la publicidad cargada del sexismo más denigrante, que podemos calificar de pornochic. Se perpetúan los anuncios estereotipados, con roles fijos y discriminatorios, usando la imagen femenina en dos vertientes fundamentales: la porno-erótica y la violenta-desagradable”. Después de veinte años, la tendencia se consolidó y hace diez que exigimos que Armani retirara el anuncio de ropa para niñas en cuya fotografía aparecían dos niñas, una asiática y otra latinoamericana, representadas de manera tal que, connotativamente, invitaban al turismo sexual.

Son la publicidad y los medios de comunicación que incluyen las redes sociales los responsables principales de la socialización de las niñas. Y ahí hay que apuntar. Habría que discutir cuáles serían la estrategia y táctica adecuadas para dinamitar, convenientemente, la representación sexualizada de la imagen femenina, de cualquier edad.

Y de aquellos polvos vinieron estos lodos

“Soy francotirador y os mataré a todos para quedarme con ella” es el titular de una noticia de 2012 en la que se contaba que Juan Carlos Alfaro, de 39 años, había asesinado a una niña de 13 con la que estaba obsesionado desde hacía dos; entonces, la niña tenía 11. Y en Alcobendas, una niña de 13 años también era maltratada por un joven de 20 años con el que salía y que fue condenado a casi cuatro años de prisión en 2015.

¿Y qué dice el Parlamento Europeo sobre la sexualización de las niñas por la publicidad de la industria del alcohol? En muchas resoluciones de la UE podemos encontrar la afirmación de que los estereotipos de género son la base subyacente de la violencia contra las mujeres y que uno de los principales es el estereotipo de la mujer como objeto sexual para el disfrute de los hombres.

En 2012 Kartika Liotard, de la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género de la UE, firmó el informe que daría lugar a la “Resolución del Parlamento Europeo sobre la eliminación de los estereotipos de género en la UE”. En dicho Informe se recogía el punto K, que decía: “Considerando que la industria del alcohol, con su gran inversión en la comercialización de sus productos, contribuye de manera importante a perpetuar los estereotipos de género y la sexualización de las niñas y mujeres”, y pedía a los Estados miembros que reconociesen la necesidad urgente de considerar la introducción de un marco regulador que prohibiera la forma en que las mujeres y las niñas son representadas como objetos sexuales por la industria del alcohol.

También, en el punto 19 de dicho informe, se pedía a los Estados miembro el establecimiento de organismos reguladores independientes con el objetivo de controlar a los medios de comunicación y la industria de la publicidad, y el mandato de imponer sanciones efectivas a empresas y particulares que fomentasen la sexualización de las niñas. “Marco regulador”, “controlar a los medios de comunicación”, “sanciones efectivas” son medidas que realmente podrían ser efectivas para evitar la sexualización de las niñas.

Estos tres puntos se suprimieron en la Resolución final del Parlamento Europeo Sobre la eliminación de los estereotipos de género en la UE, en 2013. Como posteriormente señalaba esta parlamentaria, socialista, holandesa, quienes creen en los principios fundacionales de la dignidad humana y la igualdad deben movilizarse para hacer frente a la reacción conservadora, muy activa y mayoritaria en el Parlamento Europeo.

Y esta tarea pendiente también significa mirar a la luna; no al dedo que la señala.

Donación a La Marea

Si te gusta este artículo, apóyanos con una donación.

¿Sabes lo que cuesta este artículo?

Publicar esta pieza ha requerido la participación de varias personas. Un artículo es siempre un trabajo de equipo en el que participan periodistas, responsables de edición de texto e imágenes, programación, redes sociales… Según la complejidad del tema, sobre todo si es un reportaje de investigación, el coste será más o menos elevado. La principal fuente de financiación de lamarea.com son las suscripciones. Si crees en el periodismo independiente, colabora.

Comentarios
  1. Me ha gustado mucho tu artículo. Efectivamente la sexualización de las mujeres es vital para que nada cambie. Dejo aquí un fragmento de otro artículo que esta muy en consonancia con este, que podéis buscar copiando-pegando en el buscador. No pongo el enlace xq es de otro medio.

    «Con la salida de la mujer al mercado laboral, el modelo tradicional de mujer ama de casa, económicamente dependiente del hombre se rompe, desaparece. La mujer adquiere cierta independencia económica, con lo que el hombre pierde parte del control que ejercía sobre ella.
    De esta manera, la hipersexualización de las niñas y de las mujeres en general puede entenderse como una reacción de la sociedad patriarcal, que trata de volver poner a la mujer en el modelo tradicional de dependencia del hombre a través del mensaje: la mujer sólo tiene valor si es sexualmente deseable, si no, desaparece.»

    DESAPARECES. NO VALES. Esto te lo recuerdan en todos los medios y por todos los medios.Luego, en cuanto te muestras sexualmente, atente a las consecuencias, xq vas provocando y ya no se necesita preguntar nada. Tan cuqui todo. Perfect.

  2. la sexualidad se manifiesta desd ls seis años
    La dieta basada en demasiada proteina animal hace madurar antes
    Y me parece que infantiliza en vez de hacer crecer y evolucionar a las niñas ppr no pedirles que se haga
    n conscientes
    Tbn creo que agradar es bueno pqe semos seres sociales, otra cosa es enseñar asertividad empatia y a decir no poner limites etc
    Pero esta claro que esta sociedad esta demasiado sexualizada y obvia otras facetas hiumanas mas importantes..el fisico es lo d menos
    Creo que sea por educacion patriarcal o por naturaleza, a las mujeres les gusta que les miren..pero el patriarcada siempre exacerba ls defectos d cada género…

    • Disculpa pero nací con vulva, me identifico con el genero femenino y NO me gusta que me miren de forma sexual. Si me gusta que me miren y escuchen cuando hablo. Las generalizaciones son malas en todos los sentidos. Saludos.

  3. Se me olvidaba: y si no actúas, o te vistes, o te comportas de acuerdo a los parámetros ‘sociales inducidos’: te rechazan porque no estás a la altura de esos conceptos

  4. Pero,al parecer la ‘industria publicitaria’ y sus contratantes tienen más poder que la realidad del daño que causan.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.