Política
Seguimiento masivo del paro general en Cataluña
Miles de personas salen a la calle en protesta por las cargas policiales del 1-0 en un "paro de país" convocado por sindicatos y las asociaciones soberanistas.
Decenas de carreteras cortadas, comercios a medio gas, piquetes, cierre de universidades y escuelas, cortes en las vías del tren y miles y miles de personas en las calles. El seguimiento de la jornada de huelga convocada este martes en Cataluña por las patronales Pimec y Cecot, los sindicatos CGT, IAC, COS, Intersindical CSC y las entidades soberanistas Òmnium Cultural y Assemblea Nacional Catalana (ANC) como respuesta a la «violencia» ejercida por la Policía y la Guardia Civil el pasado 1-O ha tenido un seguimiento masivo en las administraciones públicas, el transporte, el comercio, la estiba, los servicios y la agricultura. En la sanidad catalana, el 75% de los trabajadores ha secundado los paros, según la Conselleria de Salut. Los sindicatos UGT y CCOO se han desmarcado de la huelga, que sí han apoyado sus federaciones catalanas. La Generalitat, por su parte, ha anunciado que no descontará el sueldo a los funcionarios que hoy no acudan a sus puestos de trabajo.
Los organizadores no consideran que las movilizaciones de este martes sean una huelga general. Taula per la Democràcia, la plataforma que reúne sindicatos, patronales y entidades soberanistas, define la jornada como «paro de país». Jordi Cuixart, presidente de la ANC, ha calificado «la respuesta del pueblo de Cataluña» de «ejemplar, mayoritaria, pacífica, serena y democrática». En su opinión, este paro general «emplaza a todos los ciudadanos de Cataluña a seguir trabajando en defensa de la democracia, la libertad de expresión y los derechos fundamentales de la ciudadanía».
«La paz, el civismo y la dignidad nos han traído hasta aquí. El éxito definitivo depende de que nos mantengamos más comprometido que nunca», ha añadido el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont. «El mundo nos mira y tenemos que ganar. Esto debe ir bien», ha añadido el presidente de la Asociación Catalana de Municipios (ACM), Miquel Buch.
Lo cierto es que las protestas han colapsado las principales calles de las ciudades catalanas, muy especialmente las de Barcelona. En algunos puntos de la capital se han vivido ciertos momentos de tensión. La líder de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas, ha denunciado el «acoso» y la «intimidación» sufrida por los diputados de la formación por decenas de manifestantes que se han concentrado ante la sede de su partido ante el grito de «fascistas fuera de nuestras calles».
Algo similar ha ocurrido en las oficinas del PP en Barcelona y ante las sedes de la Delegación del Gobierno y la Jefatura Superior de Policía, con gritos de ritos de «Fuera las fuerzas de ocupación» o «Este edificio será la biblioteca». Precisamente este martes, el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha anunciado que ni la Policía ni la Guardia Civil abandonarán ningún hotel donde están hospedados en Cataluña en el que exista un contrato en vigor.
El anuncio llega horas después de que varios establecimientos de Calella y Pineda de Mar, en Barcelona, instaran a los agentes a que abandonasen las instalaciones. «Esto es un comportamiento mafioso y no vamos a tolerar comportamientos mafiosos de los ayuntamientos en Cataluña», ha denunciado la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. Mientras, el PSOE ha anunciado la presentación de una iniciativa en el Congreso para reprobar a la número dos del Gobierno como responsable de las instrucciones que provocaron las cargas policiales en los colegios electorales catalanes en la jornada del referéndum independentista.