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Diálogo

"Mañana, o pasado, cuando nos despertemos, tendremos que volver a convivir entre nosotros. ¿Seréis capaces de miraros a la cara después de generar tanto odio?", se pregunta el autor

Àlex Rigola. Foto: alexrigola.com

Hoy, martes 3 de octubre ha ocurrido esto: el director y dramaturgo Álex Rigola ha dimitido como director de los teatros del Canal para protestar por la actuación de la policía y la Guardia Civil en Barcelona. Algunos usuarios en Facebook, que ni siquiera conocen al director, en sus muros no han tardado ni un segundo en asegurar que el motivo no puede ser ese, que tiene que haber otro más siniestro, como es catalán… Otro, yendo más lejos ha sentenciado: “¿Dimitirá algún madrileño de un puesto similar en Cataluña? Noooo, no hay nadie a quien den trabajo allí”, y hay quien ya incluso ha puesto en duda su valía como gestor solo por el hecho de haber nacido en Barcelona, “¿es que no hay directores buenos y muy buenos en el resto de España?”

Si no resides en Cataluña, donde se ha vivido una huelga general que prácticamente ha paralizado a gran parte de la comunidad, probablemente este martes haya sido uno de tus días menos productivos en el trabajo. En las redes sociales se han generado hilos de conversaciones infinitas donde la palabra casi siempre ha viajado más rápida que la razón. Conversaciones con amigos o gente conocida que en su mayoría solo servían para hacer latente el odio hacia el “enemigo”, ¿te suena? Se pueden contar por miles los usuarios que con su lengua afilada (algunos con la foto de perfil decorada con la bandera de España) han representado uno de los días más bochornosos que se han vivido en redes sociales en España.

“¿Y sabéis lo que os digo a las más de 300 personas que me han eliminado y dejado de seguir por expresar mi opinión? ¡Muchas gracias! Limpieza de fb sin esfuerzo”, aseguraba esta tarde una usuaria de Facebook cuando algunos de sus contactos le han respondido con insultos por defender, en su perfil, la actuación de la Guardia Civil y la Policía Nacional en Cataluña. Y no es la única, otros que han expresado su indignación por la “desproporcionada” actuación de las fuerzas de seguridad del Estado han sido igualmente tachados de independentistas, traidores, estalinistas, nazis…

La chica que creía que la Policía le había roto todos los dedos de la mano ahora dice que no es así y se pasea feliz con sus cinco dedos en perfecto estado. ¡Lo veo claro! Estamos ante una manipulación del Gobierno catalán que quiere dimensionar lo ocurrido para legitimar el referéndum. Y así todo el día, discutiendo con uno y con otro, que no hablando, tirándonos los trastos a la cabeza, justificando nuestras incuestionables verdades con información que muchas veces está manipulada o directamente es falsa. Alimentando nuestro odio.

Esta mañana leí a un usuario quejarse con tristeza de que varias personas con las que tenía buen trato (incluso cariño) en Facebook, aunque no se conocían físicamente, le habían eliminado. Personas con las que en otras ocasiones había mantenido posiciones diferentes, pero dentro del respeto, ahora son unos extraños, y cuando las aguas vuelvan (de una manera u otra lo harán) a su cauce, reconoce que algo ya se ha perdido y que nunca volverá a ser lo mismo.

«Estoy en desacuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo», es una frase atribuida a la biógrafa británica del filósofo francés Voltaire, Evelyn Beatrice Hall. Y más allá de esta frase, lo que quedan son las descalificaciones y el enfrentamiento. ¿Es eso lo que queremos? ¿Estamos ya instalados en un estado de preguerra? Señores, no lo penséis más, abandonad vuestros ordenadores, coged lo primero que tengáis a mano y salid a la calle a repartir mamporros… O volved al estado de la razón. Tomaos un rato y pensad que este problema no se soluciona siendo el más bravo, sino con diálogo. Mañana, o pasado, cuando nos despertemos, tendremos que volver a convivir entre nosotros. ¿Seréis capaces de miraros a la cara después de generar tanto odio?

En una cosa estoy de acuerdo, no fuimos nosotros sino nuestros gobernantes los que han creado este estado de confrontación y son ellos, tanto Puigdemont como Rajoy, los que deben solucionar el problema. Ambos tienen que sentarse en una silla, cara a cara, y no salir de esa habitación hasta que se llegue a un acuerdo. Y no han de hacerlo porque sea la solución más lógica, que lo es, sino porque, que no se nos olvide, entre todos les pagamos para que hagan precisamente ese trabajo, y a la vista está que ninguno ha cumplido.

Empezaron ellos, los políticos. Unos con su osadía, proponiendo un referéndum que no daba garantías y sin estar amparados por la mayoría parlamentaria que se exige para este tipo de iniciativas y otros con su inacción y falta de sensibilidad hacia un pueblo que clama que se les escuche. Pero ahora el conflicto ha saltado de la política a la calle, y a nuestros ordenadores, y es aquí cuando debemos plantarnos y decir: basta. Son ellos, no nosotros quienes deben actuar. Son ellos, no nosotros quienes deben dar cuentas. Son ellos, no nosotros los que tienen que sacarnos de este embrollo. Volvamos al estado de la razón. Levantemos las manos del teclado, al menos un momento y tomémonos una tila (o una cerveza, lo que guste).

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Comentarios
  1. Falta cultura,estamos embrutecidos por la covardia de no querer ser libres. La manipulacion corresponde al deseo de ser sometidos,al miedo a tener opinion propia.la humanidad esta condenada a sufrir la barbarie por su incapacidad de acomular fuerzas emancipadoras.
    Las cadenas imaginarias son mas poderosas,porque no se pueden cortar con la hoz tan facilmente.
    La libertad es hija de la valentia,de la conciencia del sacrificio.

  2. «En una cosa estoy de acuerdo, no fuimos nosotros sino nuestros gobernantes los que han creado este estado de confrontación y son ellos, tanto Puigdemont como Rajoy, los que deben solucionar el problema».
    Ah, ¿y el pueblo es menor de edad o incapacitado mental para no tener ninguna responsabilidad en el tema?.
    No son pocas las veces que los políticos van a remolque de la ciudadanía. Sólo hay que recordar la invasión de Iraq. Los políticos del PSOE y otros de centro izquierda (menos la derecha que formó parte de la invasión) se posicionaron en contra cuando se dieron cuenta de que se quedaban solos de que la ciudadanía había tomado la calle e iba por delante de ellos.

  3. Yo te puedo hablar de España, Paña, la nación que me han impuesto y por lo que se escucha y lee, la envidia del mundo.

    Zaragoza, Paña, 1 octubre 2017, mientras las ciudadanas catalanas –ancianas, jóvenes, de derechas, de izquierdas…- eran apaleadas a las puertas de colegios electorales –en cumplimiento de la ley dicen- tratando de celebrar un referéndum –ilegal según las mismas lenguas-, miles de personas de mi ciudad compartían escenario con la Falange Española de las JONS, y no solo eso, sino que vitoreaban el discurso de Norberto Pico (líder de Falange y JONS) que, oportunista como ninguno, utilizaba el “estado de derecho” para armar sus argumentos, cuando todas deberíamos recordar cuales son los verdaderos valores del yugo y el haz de flechas. Aquellas imágenes dolían. Dolían mucho.
    A partir de ese domingo no solo los balcones españecían. Las calles seguían haciéndolo. Los medios. La tele. La radio. Todo. a este lado de la frontera el odio a lo catalán se había multiplicado. En apenas cuatro días. Tal es el sentimiento alentado por los constitucionalistas y más allá –en la ultraderecha.
    http://arainfo.org/me-dueles-zaragoza/

    Zaragoza, 28/2/2015: 10 chavales (con una media de 20 años) encausados por oponerse pacíficamente a un concierto nazi que se celebró en 2015. COMBATIR EL FASCISMO NO ES UN DELITO, ES UN DEBER. PERO FUERON LOS NAZIS QUIENES CONSIGUIERON SENTAR EN EL BANQUILLO A LOS DEMOCRATAS y a estos chavales les pueden caer hasta 8 años de prisión y 22000€ de indemnización. El juicio se celebra el 19 octubre en Zaragoza. Apoyos:
    http://absolucion10dezaragoza.com/apoyos-y-contactos/
    Esto es la gloriosa España, Paña, todo un orgullo ser pañol.

  4. ¿Estamos ante un embrollo pactado entre los protagonistas, en su propio beneficio, para tapar las noticias sobre su mal gobierno?
    ¿Nos están utilizando como comparsas y victimas de su sádica incompetencia?

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