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¿Guerras de religión?
"El mayor peligro es que entremos en su dinámica del enfrentamiento de religiones con su secuela de odio y violencia".
Antonio Zugasti (socio de La Marea) // El atentado de Barcelona me parece doblemente criminal e insensato. Criminal por las víctimas que ha causado y criminal por la pretensión de los autores, que es fomentar la espiral del odio y la violencia, e insensato porque se enfrentan con un poder mucho más fuerte que ellos, y estas acciones acaban causando mucho más daño a los pueblos musulmanes que a los occidentales.
El mayor peligro es que entremos en su dinámica del enfrentamiento de religiones con su secuela de odio y violencia. Que cerremos más las fronteras, que discriminemos más a los musulmanes que viven entre nosotros, que apoyemos las campañas militares que causan en los pueblos de oriente medio un sufrimiento incomparablemente mayor que el nuestro.
Porque no hay una guerra de religión. Con los musulmanes ricos no hay ningún problema. Si un jeque llega a la Costa del Sol con todo su séquito se le recibe con los brazos abiertos, aunque sea un fundamentalista radical, pero es muy rico. El Real Madrid, club de futbol internacionalmente famoso, pasea por todo el mundo sus camisetas con la propaganda de la línea aérea de los Emiratos Árabes que tiene su base en Dubái. Esta es una ciudad totalmente artificial, levantada a base de miles de millones de dólares, donde se encuentran algunos de los hoteles más lujosos del mundo, entre ellos el Burch Jalif, el rascacielos más alto del planeta con 828 metros de altura.
El Real Madrid, y miles de madridistas, lucen unas camisetas con el nombre de unos estados en los que reina un fundamentalismo islámico de corte medieval. Estados sobre los que hay vehementes sospechas de que financian a los grupos islamistas más radicales. Recientemente han participado en la guerra del Yemen, que ha causado enormes sufrimientos al pueblo yemení. Seguramente se organizará en Madrid alguna manifestación de condena a los atentados, ¿asistirán algunos con la camiseta de Emirates?
Esta aparente contradicción tiene una explicación muy sencilla que “El Poder” tiene mucho empeño en ocultar. En el mundo de hoy sólo hay una religión claramente dominante: el culto al dinero. El grito de los musulmanes -‘no hay más Dios que Alá y Mahoma es su profeta’-, tiene su equivalente perfecto en la sociedad capitalista: no hay más Dios que el Capital y el Mercado es su profeta.
Y esta religión sí que fomenta una guerra, una guerra cruel e inacabable: la guerra de los ricos contra los pobres. Uno de los mayores multimillonarios del mundo, Warren Buffett, lo reconoció abiertamente con una frase que se ha hecho famosa: «Hay una guerra de clases, y la estamos ganando los ricos».
Los verdaderamente ricos son relativamente muy pocos, frente a muchísimos pobres y muchos que no somos ricos pero tenemos un aceptable pasar. ¿Cómo logran esos pocos ricos ganar la guerra? Su principal arma es la mentira. Nos han hecho creer que su dios, el dinero, es el que nos va dar la felicidad, cuando no se la da ni a ellos. Y también nos dicen los ricos a los que tenemos ese aceptable pasar que son los pobres los que amenazan nuestro bienestar, que vienen a quitarnos lo nuestro, cuando lo que realmente amenaza nuestro bienestar es la ambición insaciable de los más ricos.
¿Qué porvenir tenemos si seguimos tragándonos sus mentiras?
Es cierto que hay una guerra, pero no es de religiones, de razas o de culturas. Aunque los medios se esfuercen en negarlo, hay una guerra global, sí, y es una guerra de pobres contra ricos. Y de momento ganan los ricos, porque lo que están consiguiendo es que los pobres luchen entre ellos porque les están haciendo creer que lo que importa, lo que explica el sufrimiento y el dolor de todos, es la diferente religión, raza o cultura. Pero no, no es eso. Miren hacia arriba. Miren cómo se codean y comparten mesa los monarcas cristianos con los musulmanes, los jerarcas arios con los árabes, los de la orilla norte del Mediterráneo con los del Creciente Fértil. Mírenlos y comprendan que la lucha es contra la miseria que nos van imponiendo a todos, a los pueblos del Sur antes y más que a nosotros, pero que a nosotros también se nos está imponiendo y más que se nos impondrá. Si quieren buscar un enemigo, dejen de mirar al hermano que tienen enfrente y miren hacia arriba, a esos con vidas premium que consideran que nuestras vidas no valen nada.
http://crashoil.blogspot.com.es/2017/08/vidas-low-cost.html?m=1
TODAS LAS MUERTES DUELEN
http://mhuel.org/?tag=laicidad
Por supuesto que hay que cerrar fronteras e invertir el flujo migratorio.Creo que Schegen ha saltado por los aires y que tenemos que volver a las fronteras y los pasaportes en la UE para evitar que los yihaditas que están en Alemania puedan moverse con libertad por toda Europa. Vamos a perder derechos, pero es a cambio de ganar seguridad. Basta ya de buenismo con los refugiados, Papa Francisco. Los refugiados que se vuelvan a sus paises o a otros islámicos donde se integraran sin problemas, como Arabia, Qatar, Emiratos, que tienen mucho dinero y no seben en que gastatlo. Que lo gasten en sus correligionarios y no en comprar el PSG.
La cuestión de las relaciones con los musulmanes ricos(Arabia saudí, Qatar, Emiratos, que están financiando la islamización de Europa e incluso el terrorismo, es un tema importante. Esta gentuza tiene pasta para regalar y nosotros tenemos que tomar la decisión de si queremos hacer negocios con ello, que si el Metro de aquí o el tren de haya, que si las fragatas o el armamento .Es decir priorizar o no el negocio sobre los valores y principios. Si optamos por los valores, hay que saber que eso tiene un coste económico laboral que tendremos que gestionar, buscando soluciones alternativas. Una cosa esta clara, si nosotros no les vendemos armas, vendrán otros y lo harán, seguro, porque la pasta es la pasta.
Lo que n o es ni medio normal es que estos paises financien centros de culto en España. Una cosa son los negocios y otra la religión, por lo menos en occidente.
No sé si hay una guerra de religiones, pero el tema es que las bajas las ponemos nosotros y por motivos religiosos, es decir, ser infieles para el Islam.
Los musulmanes son incompatibles con occidente por que su cultura no está por la libertad, la justicia y la democracia, como nosotros lasa entendemos.
Entonces la solución es que cada cual se vuelva a su tierra y allí no tendrá problemas de integración con gente que no piense como ellos. Si no quieren hacerlo por las buenas, pues habrá que expulsarlos. Así volveremos a tener una Europa para los europeos y un Africa o Asia para los propios y «tuti contenti». El buenismo de la multiculturalidad ha fracasado completamente.
Excelente, conciso y acertado.
Pena que la prensa crítica tenga menos lectores que la prensa manipulada al servicio del capital. (Por ahí, bien lo sabe Buffett, nos ganan todas las batallas).
En la prensa capitalista/conservadora nos presentan imágenes de lo mucho que están sufriendo Felipe y Leticia con estos atentados, tan honestos ellos, tan preocupados por los derechos humanos, por la equidad, por la justicia universal, me conmueve el dolor de estas personas tan íntegras….