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El aumento de temperaturas causa 60.000 suicidios en tres décadas en la India
Para intentar paliar la precaria situación de los campesinos y la ola de suicidios, el gobierno de Nueva Delhi lanzó el año pasado un plan de seguros agrarios por valor de 1.300 millones de dólares.
¿Puede el cambio climático ser causa de suicidio? Esa es la conclusión de un nuevo estudio, publicado en la revista PNAS, de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos. El informe relaciona el aumento de temperatura de los últimos 30 años con unos 60.000 suicidios en la India.
El informe, llevado a cabo en solitario por la investigadora Tamma Carleton, de la Universidad de California, establece una relación sólida entre la fluctuación de temperatura y el número de muertes autoinfligidas. Carleton expone que, para temperaturas por encima de los 20ºC, un aumento de solo un grado en un mismo día supone, en India, unos 70 suicidios de media. Crucialmente, este aumento en el número de suicidios solo ocurre durante la fase de crecimiento de las cosechas, durante la cual el calor excesivo provoca un descenso en el rendimiento agrícola.
La autora ha realizado una comparación de medidas y temperatura durante los últimos 47 años, llegando a la conclusión de que unas 59.300 personas se han quitado la vida en el país asiático a causa del incremento de las temperaturas asociado al cambio climático.
«Aunque el suicidio es un indicador de la adversidad a la que se enfrentan los humanos, sus causas no están lo suficientemente estudiadas, especialmente en países en vías de desarrollo», afirma la autora del informe en el propio documento. «Este análisis demuestra que el clima, y en particular la temperatura, tiene una clara influencia en la creciente epidemia de suicidios en la India», concluye.
Causas poco estudiadas
India representa un 20% de la población mundial, y, con 130.000 suicidios al año, una proporción similar de muertes autoinfligidas. A pesar del alto número de sucesos que tienen lugar en países en vías de desarrollo (más de un 75%, según el estudio), los mismos están infrarrepresentados en la literatura científica. No hay indicadores claros de las causas que llevan a algunas personas a quitarse la vida fuera del primer mundo.
A pesar del alto número de sucesos, Carleton indica que las causas no son evidentes, al estar la mayoría de los estudios al respecto contextualizados en países más desarrollados. No obstante, uno de los factores que se barajan en el debate público indio es la influencia de la falta de estabilidad en los ingresos de los agricultores, que se ha derrumbado en los últimos años a causa de las sequías y el calor extremo que cada vez más sufre el subcontinente. Para intentar paliar la precaria situación de los campesinos y la ola de suicidios, el gobierno de Nueva Delhi lanzó el año pasado un plan de seguros agrarios por valor de 1.300 millones de dólares.
La capacidad productiva agrícola india depende, en gran parte, de las condiciones meteorológicas durante la temporada de crecimiento de las cosechas. Además de la temperatura, la producción agrícola depende del momento en que se produzca el monzón y su duración, por lo que, según el estudio, la cantidad de lluvia y su distribución podría también estar relacionada con el número de muertes.
Tras identificar esta relación, Carleton aconseja que se pongan en marcha sistemas que permitan una adaptación a una posible subida media de temperaturas de hasta 3ºC para el año 2050. La investigadora afirma que, si no hay inversión en adaptación, el aumento de temperaturas irá acompañado de un número cada vez mayor de suicidios.