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Nacho Vegas: “Menos mal que aún no existe el Ministerio del Amor”
El cantautor asturiano actuará este viernes en la Fiesta del Amor organizada por 'La Marea' para conmemorar nuestros 50 números. Además, grabaremos un programa de radio en directo con la participación del público.
Nacho Vegas (Gijón, 1975) reflexiona sobre el amor en el número 50 de La Marea. «Porque necesitamos encontrar armonía en un mundo que por naturaleza está plagado de desarmonías». Por eso amamos, dice el cantautor asturiano. Este viernes actuará en la Fiesta del Amor.
¿Qué es el amor?
Es la prueba definitiva de que estamos vivos. Puedes constatar la vida cuando tienes hambre, o frío o cuando te hacen cosquillas. Pero si solo se tratara de eso seríamos más bien muertos vivientes. Amar es lo que le da sentido a vivir, es la verdadera razón por la que lo hacemos.
¿Quién o qué le inspira amor cada día?
Cualquier pequeño detalle. El mundo está construido en torno al amor, mucho más de lo que pueda parecer. Una palabra amable de la mujer que me vende el pan, por ejemplo; eso me inspira amor. Ser amable no es solo ser educado. En sentido estricto, amable significa “digno de ser amado”. Por eso es tan importante la amabilidad.
¿Por qué amamos?
Porque necesitamos encontrar armonía en un mundo que por naturaleza está plagado de desarmonías.
¿Qué hará por amor en su nueva vida pero ahora no?
Dar la vida.
¿Tiene el amor adjetivos?
Se los ponemos, supongo que porque necesitamos entender cómo funciona cuando lo percibimos deficitario. Es, y perdón por el símil, como la democracia. Hablamos de democracia real porque sentimos que lo que tenemos es una farsa. Con el amor pasa lo mismo.
El amor no ha podido aún frenar las guerras, ni el hambre, ni como bien sabe, los desahucios.
El amor no sirve para nada si hablamos desde una perspectiva funcional, y sin embargo es absolutamente necesario. Las desgracias del mundo tienen lugar cuando el amor es desplazado del centro de nuestras vidas y su lugar lo ocupan otras esferas: la del poder, la del mercado… Y sin una ética de los cuidados, en la que el amor como compromiso es fundamental, no podemos combatir esos males. Los más cínicos se ríen de esto, pero son los que no quieren que nada cambie, por pura cobardía o porque están muy cómodos en su lugar privilegiado. Pero la PAH es un ejemplo de ello, de lucha amorosa y con vocación transformadora.
¿Cómo contribuye el amor a la cultura y la cultura al amor?
De qué hablamos cuando hablamos de cultura sería otra pregunta aún más difícil que la del amor. Hemos vaciado el concepto de cultura hasta límites absurdos. Lo señala Alberto Santamaría en uno de sus ensayos: hoy basta con anteponer cultura a cualquier cosa para obtener un concepto tan pomposo como vacío. Una cosa es hablar de las alcachofas, pero si dices “la cultura de las alcachofas” parece que hay todo un universo de códigos culturales que rodean a esa hortaliza. Sin embargo, nadie se atreve a decir “la cultura del amor”, sería demasiado ridículo. Tal vez porque el amor es algo más grande y más importante que la cultura, tal y como se entiende hoy. El Ministerio de Cultura es insignificante con respecto al Ministerio de Defensa, por ejemplo, y sin embargo la cultura incide más en nuestras vidas que el Ejército español. Por eso, afortunadamente, aún no existe un Ministerio del Amor. Creo que cuanto más importante es algo en nuestras vidas, menos institucionalizable es.
¿Cree que la precariedad ha llevado a hacer demasiadas cosas por amor al arte?
Siempre se han hecho cosas por amor al arte, lo que ocurre es que en esta época el sistema se ha aprovechado de eso para obtener trabajo sin retribuir.
¿Hace cosas por amor al arte?
Si entendemos esa expresión tal y como se entiende coloquialmente, es decir, hacer tu trabajo sin cobrar, claro. Pero el amor no es siempre al arte, ni la rentabilidad tiene que ser siempre económica.
¿Qué nota musical le asignaría al amor?
Hala, a ver cómo respondo a eso sin parecer gilipollas. Le asignaría un La muy, muy, muy sostenido. ¿Ves? Parezco gilipollas.
¿Está enamorado de alguna canción o melodía en particular?
Ah, sí. Pero soy muy promiscuo en ese sentido, me enamoro constantemente de canciones y de melodías.
¿Y de alguna peli a primera vista?
Sí, de L’equip petit, un cortometraje que una vez me puso Karlos Osinaga de Lisabö mientras mezclábamos una canción para Fundación Robo y que me sigue produciendo cada vez que lo veo tanta ternura como un amor verdadero.