Cultura
Lenin por trillas, un homenaje flamenco a 1917
La cooperativa Atrapasueños edita un disco dedicado al centenario de la revolución rusa donde igual suena un poema de Brecht por tango, que Shelley por peteneras que Mayakosvki por mariana. "Nos van a llevar a la cárcel", bromea el cantaor Manuel Romero durante el concierto.
1917 es la cerveza que este miércoles vendían en la entrada del Teatro Duque de Sevilla. ¡Es la fecha de la revolución rusa!, dirán los más avezados. El tiempo dice que es el año del que han pasado cien años. Y lo que anoche, sobre el escenario de ese mismo teatro, dijeron el cante de Manuel Romero y la guitarra de Eduardo Rebollar es que 1917 es flamenco. La cooperativa Atrapasueños ha editado un disco homenaje a la fecha centenaria donde igual suena un poema de Brecht por tango, que unos versos de Shelley por peteneras que una letra de Moreno Galván por soleá. “Las efemérides sirven para que uno se reconozca y entienda el momento histórico que vive. Es muy complicado meter a Mayakosvki por marianas, es muy complicado meter a Lenin por trillas. Esto es 1917, que cada uno haga lo que quiera”, avisa Joaquín Recio, alma de la cooperativa, momentos antes de dar paso al concierto.
Estrechad vuestras filas / levantaos como uno solo / al encuentro de la roja / libertad / Para una vida nueva / iremos a la muerte / ya brillará la aurora / de la libertad / marchad obreros marchad».
“Nos van a llevar a todos a la cárcel”, arranca Manuel, el Cotorro, heredado de su abuelo, más acostumbrado a cantar atrás que con chelo y pajarita delante. Acaba de versionar a Lenin por trillas. «Yo escuché hablar de él en mi casa, de chico. Me he criado en eso, con el Sindicato de Obreros del Campo. He estado en ocupaciones, en manifestaciones. Lo he vivido. Conocí muy bien a Diamantino García. Para mí ser de izquierdas es ser solidario, apoyar las causas que son justas y que nadie apoya, luchar por un mundo mejor, no mucho más”, cuenta a La Marea un par de horas antes, durante el ensayo. Está nervioso.
A la percusión, Roberto Jaén; a las palmas, Tamara Lucio. “Fuiste espíritu y aliento / desde las minas de Asturias / hasta el Quinto Regimiento”, dice el segundo tema de la noche, por soleá, dedicado a Pasionaria. “Ay pueblo hambriento sin cosecha / cuándo se alzará el fantasma / gobernante de sanguijuela / príncipes que son escoria / leyes más duras que cruentas / ay cuándo se alzará el fantasma / que venga pronto / que venga a iluminar con sus luces / esta época tan negra”, continúa la tercera, por petenera. “Esta es de Shelley, si lo he pronunciado bien. Cada vez nos estamos metiendo más en faena, eh”, prosigue Manuel, criado en un pueblo de jornaleros, Pedrera, cantaor desde los diez años.
“Los textos tienen fuerza. A veces pensaba que unir estos poemas con el flamenco no tenía sentido, pero al fin y al cabo el flamenco nace del pueblo y la revolución rusa también. La Bernarda de Utrera decía que hasta la guía telefónica se puede hacer por el flamenco», explica. “Vente tú pa Rusia / yo te conseguiré el pasaporte”, canta ahora por mariana a Mayakosvki, como si fuera «un gitano de la Plaza Roja». “Y ahora, por serrana, un poema de uno de Vietnam. La pareja de la guardia civil está ya en la puerta”, bromea. “Los pájaros cansados buscan en el bosque abrigo y una nube solitaria en el cielo se ha perdío”, rezan los Poemas desde la prisión de Ho Chi Minh.
No es cuestión -añade Manuel- de que toda la música tenga que ser reivindicativa -«porque entonces no acabaríamos con la pérdida de derechos que vivimos y muchas letras del disco siguen estando de actualidad»- pero sí echa en falta más cantaores con el compromiso de Chato de las Ventas, de la Niña de los Peines, de Manuel Gerena… «A los que luego el señor Franco machacó», recuerda.
La guitarra de Pedro Barragán quiere más. La de Rebollar levantó el corazón de más de uno hace rato. ¡Ámonos Rebollasvki!, gritan desde el público. “Mientras haya explotación / hay que luchar contra ella / mientras tú existas tienes / que luchar contra ella”, clama el estribillo de Arriba, versos de la tierra, una mezcla de Bertolt Brecht y Javier Egea.
En el disco han participado, entre otros, Juan Pinilla, Felipe Alcaraz, Salvador Távora -que pone voz a un poema de Lorca- y Aitana Alberti -que pone voz a Marcos Ana-. «No intentamos levantar las masas, simplemente recordar un hecho histórico”, concluye el Cotorro ante un auditorio a los pies de lo que acababan de escuchar. “Se ha hecho corto. Todavía no ha venío la Policía ni ná”, se despide el cantaor de 1917, grabado en Sevilla en 2017.