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Enseñanza: maquillaje o pacto imposible

"El tan manido 'Pacto por la Educación', en todo caso y si se da, va a consistir en un simple maquillaje de la actual LOE-LOMCE", reflexiona Francisco Delgado, presidente de Europa Laica.

FRANCISCO DELGADO // En el Congreso se acaba de formalizar la creación de la Subcomisión de Educación, que tiene como finalidad el poder llegar a un Pacto Educativo.  A una Ley de consenso. Se ha propuesto que, previo a los debates legislativos, se escuche la opinión de más de 80 comparecientes de la sociedad civil y del mundo de la Enseñanza, pública y privada, a especialistas,  técnicos y a los representantes del alumnado, de los sindicatos del profesorado y de las AMPA. Las comparecencias van a comenzar por los representantes en el Consejo Escolar del Estado: sindicatos del profesorado (ANPE, CSIF, CC OO, UGT, FSIE, STES, USO, CIGA y ELA), las patronales de la enseñanza (FERE, CECE y ACADE), dos confederaciones de asociaciones de madres y padres (CEAPA y CONCAPA) y de los estudiantes (Sindicato de Estudiantes, CANAE, FAEST y UDE). Se ha acordado, también, que estas comparecencias sean abiertas a los medios de comunicación.

Este tipo de comparecencia se da y se han dado con otras leyes de vital trascendencia y se dieron previos a los debates de la LOE y de la LOMCE (reforma parcial de la LOE). Según diversos estudios, al parecer, un gran pacto es lo que está esperando la sociedad y, en especial, la comunidad educativa. Aunque yo no estoy tan seguro de ello, sobre todo desde los sectores más conservadores. ¿Pero, realmente, se puede llegar a un pacto de consenso en una cuestión tan compleja y que tiene tantos intereses mercantiles, económicos e ideológicos? Honradamente creo que no. La opinión pública no debería de ser manipulada de forma tan burda.

De hecho, ya se han dado varios pactos parciales por la educación, incluso con un amplio apoyo: con los procesos de transferencias educativas, cuando se apoyaron -ampliamente- los conciertos educativos, con la LODE y, posteriormente con  la LOGSE, maquillada después con la LOPEG. Y sobre todo con la LOE (PSOE), donde una parte importante del mundo social, sindical, corporativo, empresarial, religioso y político la apoyó. Aunque se posicionó en contra el PP, por cuestiones exclusivamente electoralistas y por no haber podido poner en marcha “su” ley -LOCE-, tuvo que votar en contra, aunque -en el fondo- estaban bastante de acuerdo.

La posterior LOMCE (PP), que modificaba un porcentaje pequeño del articulado de la LOE (PSOE), consistió en incluir algunos elementos nuevos de apoyo para aumentar la privatización, la segregación, la jerarquización y la confesionalidad, que ya apuntaba la LOE, desde la LODE y LOGSE, fundamentalmente y, desde 2007, de acuerdo con el Tratado de Lisboa. Todo ello se puede comprobar en los debates de la LOE en el Consejo Escolar del Estado y en los debates y votaciones del Congreso y del Senado. El ministro Gabilondo hizo un “muy buen trabajo” de consenso. Por cierto, tanto a Gabilondo (padre de la LOE), como a Wert, (padre de la LOMCE), se les va a citar al parecer para que comparezcan ante la Subcomisión.

A lo largo de estos últimos meses -desde diversos sectores- se han hecho propuestas muy variadas para una “nueva Ley de Educación” (?) o para un pacto. Quizá la más cercana a mis históricos planteamientos personales es la que, desde un amplio colectivo político, social y sindical, se propone bajo el epígrafe “Documento de bases: Por otra política Educativa”. Pero dudo mucho que vaya a prosperar.

No voy a hacer un relato de lo que -a mi juicio- ha sucedido, desde que se implantó la Ley general de Educación de 1970. Ya que en varios de mis libros lo expreso, por haber sido testigo muy directo desde 1979, tanto a nivel institucional legislativo, como desde el Consejo Escolar del Estado, como en su día presidente de CEAPA. Por ello, no soy nada optimista, porque he observado -en primera línea, año tras año y reforma tras reforma- cómo el sistema educativo español, se ha ido descomponiendo, desarmonizándose, corporativizándose, privatizándose, jerarquizándose y confesionalizándose,  conforme se iban desarrollando nuevas leyes generales, parciales y autonómicas, ya no digamos en sus desarrollos y aplicaciones.

Evidentemente, el modelo de universalidad general de la Enseñanza que tenemos hoy, nada tiene que ver en cuanto a recursos, currículo, financiación, instalaciones, proyectos innovadores puntuales e incluso participación, al de hace 40 años. Faltaría más. Pero el “sueño” de un modelo democrático, profesional igualitario, inclusivo, no patriarcal, público, único y laico… se ha ido desmoronando. Porque los mercados, el patriarcado y la religión (también otras ideologías parciales) están ahí introduciendo un grave estorbo para un desarrollo plural e inclusivo del sistema.

Por lo tanto, en mi opinión, no puede haber un gran pacto de consenso. Como publicaba hace unos días, estoy en condiciones de asegurar que el tan manido ‘Pacto por la Educación’, en todo caso y si se da, va a consistir  en un simple maquillaje de la actual LOE-LOMCE. Porque previo a un debate democrático e igualitario de tamaña envergadura, como mínimo, antes:

  1. Habría que «denunciar y anular» los “Acuerdos concordatarios con la Santa Sede de 1979”, para que la religión saliera de la escuela y del sistema educativo.
  2. Decidir sobre cómo ir eliminando (poco a poco) los conciertos educativos, en especial con los centros ideológicos, para poder primar la enseñanza pública.
  3. Llegar a un acuerdo de cómo no ingerir en la libertad de conciencia del alumnado, básicamente. También de la comunidad educativa. En cumplimiento de la Constitución y de la DUDH.
  4. Decidir como «sortear» el Tratado de Lisboa, que impulsa abiertamente la mercantilización del sistema.
  5. Cómo abordar con rigor la formación, la profesión docente y su acceso…
  6. Cómo plantear una necesaria armonización del sistema a nivel de todo el Estado y en el contexto europeo.
  7. Abordar toda la cuestión de la financiación. Porque sin ésta, es imposible plantear ciertas cuestiones.
  8. Democratización: cómo cumplir rigurosamente el 27.7 (control igualitario de la gestión por parte de toda la comunidad educativa).
  9. Cómo desarrollar un plan específico, para el ámbito rural.
  10. Cómo adaptar los proyectos de enseñanza-aprendizaje y el currículo a los contextos de diferencias sociales, intelectuales, multiculturales, etc.

Sin estas 10 premisas, llegar a un pacto real de consenso, es imposible. Se tratará -en todo caso- de un maquillaje, para que todo siga parecido. O será un pacto parcial, como los anteriores. Y mientras tanto, la era digital lo va  transformar todo, ya lo está transformando muy deprisa, incluidos los sistemas educativos, al uso. Tiempo al tiempo.

*Francisco Delgado fue miembro del Consejo Escolar del Estado, presidente de CEAPA, parlamentario, autor de varios libros sobre gestión y política educativa y, en la actualidad, presidente de Europa Laica.

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